Un reporte del Instituto Reuters de la Universidad de Oxford sobre el futuro del periodismo y la tecnología muestra los profundos cambios que han vivido los medios de comunicación tras la llegada del COVID-19. Fusiones, recortes, cierres y la consolidación de nuevos modelos de negocio conforman los horizontes de la información, en medio de la incertidumbre económica.
De acuerdo con el informe, el año ha sido particularmente difícil para los medios de comunicación que todavía dependen económicamente de sus productos impresos o incluso de publicidad digital, a consecuencia de las fusiones, recortes y cierres.
“Los medios se volcarán en la suscripción y el comercio electrónico, dos modelos de negocio de cara al futuro que se han disparado por la pandemia”, apunta.
En 2020 se registró un gran avance en las suscripciones digitales y otros modelos de pago. Según el reporte, aquellos medios que lanzaron más rápido sus modelos de pago han podido observar que sus ingresos digitales superan las ventas de sus ediciones impresas, y “una cantidad significativa de medios de calidad pueden ver el sendero hacia un futuro sustentable”:
El New York Times sumó más de un millón de suscripciones digitales netas en 2020 (citando una demanda sin precedentes por el periodismo original, independiente y de calidad7) y durante los primeros meses del brote de COVID-19 el diario sueco Dagens Nyheter ofreció acceso abierto a su página web y a sus aplicaciones a cambio de un correo electrónico, lo cual posibilitó un récord de conversiones que incrementaron en un tercio su base de suscriptores. En el Reino Unido, The Guardian ha sido otro beneficiario del denominado “subidón del COVID-19”: ahora acredita más de un millón de suscriptores regulares y aportes recurrentes, y las suscripciones a sus aplicaciones de pago crecieron un 60%.
Reuters Institute, University of Oxford
Asimismo, señala que la pandemia ha obligado a las plataformas tecnológicas a repensar los límites de la libertad de expresión, con mayor intervención frente a los contenidos dañinos o falsos, lo que podría generar que al final de 2021 la información proveniente de la labor periodística logre separarse en mayor medida del resto de la información que inunda el internet:
“Se prevé que las plataformas tecnológicas adoptarán políticas de desmantelamiento más severas y cerrarán cuentas y grupos antivacunas, y que señalarán las publicaciones que comparten o propagan información falsa. En el proceso de verificar datos y desmentir bulos, los medios y las redes sociales deberán tener cuidado para evitar la amplificación de los mensajes dañinos”.
No obstante, se advierte que los políticos seguirán buscando “sacar ventajas de las inquietudes que provoca la desinformación para reforzar las restricciones a la libertad de expresión”.
También se espera que las nuevas tecnologías mejoren la eficiencia y la automatización en varios sectores económicos, lo que tendría también un impacto en el sector editorial. No obstante, el Instituto Reuters advierte que “la crisis ha hecho que varias redacciones se den cuenta de lo poco que entienden sobre ciencia y tecnología”, por lo que se dará un mayor valor a los periodistas con la especialización suficiente para explicar estos temas al público general.
Otros medios buscan desarrollar contenido más visual, imitando formatos que han adoptado la mayoría de las redes sociales.
El Instituto realizó un trabajo de investigación con editores, consejeros delegados y líderes digitales, cuyos resultados muestran la gran velocidad con la que el mundo está avanzando hacia las nuevas tecnologías (para saber más sobre las brechas digitales y la desigualdad en este tema te recomendamos leer también “Economía digital y justicia social: el derecho a la tecnología en el mundo”). Entre los principales resultados del estudio se encontró que:
Según el informe, es posible anticipar que este año comenzarán a abrirse los espacios para eventos “de la vida real”, por lo que los periodistas saldrán más a la calle y podrán volver a realizar trabajo cara a cara.
Asimismo, señala que los videos online son uno de los principales focos de preocupación en torno a la desinformación. Mientras tanto, los canales de plataformas como YouTube y Spotify, con videos basados en la opinión seguirán aunmentando.
En este sentido, los nuevos contenidos audiovisuales son vistos como positivos para los medios, “con fuerte innovación en contenidos y en modelos de negocios”; en lo referente al audio, se espera que haya un incremento de podcasts de pago y que las plataformas brinden más opciones de monetización.
“La propagación del 5G gana ritmo en todo el mundo junto con la proliferación de nuevos dispositivos, incluyendo wearables (los que se pueden llevar puestos) y las gafas inteligentes. Todo esto sugiere que los medios necesitan prepararse para un futuro en el que deberán llevar sus contenidos y sus marcas a más y más dispositivos y canales de distribución”, finaliza.
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