De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, en disponibilidad de producir bienes y servicios en el país fue del 59.2% de la población total del país durante el primer trimestre de 2017. Es decir, 53 millones 681 mil 720 mexicanos.
La población desocupada en el país se situó en 1.8 millones de personas, lo cual equivale a 3.4% de la PEA, porcentaje menor al 4% de igual trimestre de 2016.
Asimismo, los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo mostraron que todas las modalidades del empleo informal sumaron 29.7 millones de personas, lo cual representa a 57.2% del total de la población ocupada del país. Además, la cantidad de personas en informalidad laboral aumentó 1.8% con respecto de 2016.
El INEGI define el empleo informal o informalidad laboral como aquellas condiciones de trabajo donde los trabajadores no pueden hacer efectivos ciertos derechos laborales, como la seguridad social, beneficios no salariales, liquidación o finiquito al término de la relación de trabajo, ni tener acceso a las instituciones de salud comprendidas dentro de esos derechos. Ello, aunque la empresa en donde trabajen esté legalmente constituida ante la autoridad fiscal. Al respecto, cabe destacar que sólo 37% de la población mexicana tiene acceso a instituciones de la salud por su trabajo.
Por otra parte, dentro de la informalidad laboral también existe un ámbito más específico, el cual se refiere al sector informal. Los tipos de actividades dentro del sector informal son aquellas donde los trabajadores laboran por cuenta propia (autoempleo) o donde son trabajadores dentro de su familia y no reciben remuneración.
Alrededor de 14 millones de personas trabajan en el sector informal en México y, dentro del mismo sector 13 millones 816 mil 069 de personas que son trabajadores independientes. Esta cifra equivale a 26.6% de la población ocupada.
Como los datos muestran, a pesar del crecimiento en el número de empleos formales registrados en el IMSS, hemos llegado a tasas históricas de condiciones de informalidad laboral. El desarrollo y el crecimiento de economía nacional depende, en sus cimientos, de la calidad del trabajo y del acceso a la calidad de vida a través de él.
Fuente: “Nuevas Tendencias en el Empleo, debates y escenarios” de Graciela Bensusán, 2017.
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