Apenas el fin de semana pasado (21 de junio), las autoridades sanitarias presentaron un ejercicio de estimación de los casos que realmente existirían que parte de sumar a los casos confirmados una proporción de los sospechosos acorde con las tasas de positividad registradas en los casos confirmados. Por ello es importante actualizar los datos relativos al impacto esperado de los casos sospechosos de COVID19 en el total de confirmados y en el número probable de decesos esperados.
Por Ricardo de la Peña**. Puedes seguir al autor en: @Ricartur59
Lo anterior pareciera responder a un hecho de sobra conocido: los reportes cotidianos de casos vinculados a la COVID-19 en México muestran una proporción no despreciable de casos bajo estudio de los que se carece aún de resultado. De hecho, al corte del 21 de junio de 2020 estaban como pendientes de resultado el 13.5% de los casos en estudio, mientras que 34.8% se reportaban como casos positivos confirmados y 51.7% habían dado negativo en la prueba para SARS-Cov-2.
Es texto analiza, por segunda ocasión, el impacto esperado de los casos sospechosos de COVID19, (quince días después de la primera), pero ahora agregando la estimación del efecto que pudieran tener estos casos, que no han sido resueltos en su condición de positividad para el número de decesos contabilizado.
Esta tasa de positividad ha ido variando a través del tiempo, pero es sencillo estimar cuál es la cantidad esperada de casos positivos en el conjunto de casos pendientes de resultado, si se da a cada caso pendiente un valor acorde con la tasa de positividad observada para el día de inicio de síntomas correspondiente al caso.
Este ejercicio aporta un valor intermedio entre los dos extremos conocidos – de los los que se sabe son equivocados-, pues uno subestima y otro sobreestima el total de casos positivos que se tendrán cuando se den a conocer los resultados de las pruebas de los casos bajo estudio. Este valor es próximo al estimado por las autoridades sanitarias, aunque ellas toman a la media semanal como estimador de la proporción de casos sospechosos que serían positivos, y no la proporción diariamente observada.
El nuevo cálculo obliga a disponer de entrada dos cifras extremas: un mínimo de 180,545 casos confirmados como positivos, que sabemos de antemano que no es correcto pues deberá incluir los casos positivos que se detecten entre los pendientes de resultados; y un máximo 31% más alto, de 237,135 casos, cuando se agregan a los positivos todos los casos sospechosos, aun sabiendo que ello no será así, pues solamente 43% de los casos con resultado en pruebas de laboratorio se registran como positivos.
Al efectuar este cálculo con los datos reportados hasta el día 21 de junio de 2020, se obtiene un total de 204,365 casos potencialmente positivos a la fecha, 13% más alto que la cantidad confirmada, pero 14% más baja que la que resulta de agregar todos los sospechosos como posibles positivos.
En total, al día 21 de junio de 2020 se habían reportado 21,825 fallecimientos de casos confirmados como positivos a COVID-19, a los que podrían sumarse otros 1,892 decesos de casos sospechosos todavía no resueltos, lo que da un máximo de 23,717 fallecimientos de personas que pudieron ser positivas a COVID-19, cifra casi nueve por ciento superior a la reportada.
Cuando se aplica la tasa de positividad observada diariamente en los casos resueltos a los casos pendientes y se observa la proporción de estos casos aun sospechosos que están reportados como decesos, se encuentra que lo esperable sería que el número de decesos al 21 de junio de 2020 alcanzara los 23,325 casos. Esta cifra es casi siete por ciento superior a los decesos confirmados, pero un poco menor que el total de casos resultado de la suma de la totalidad de casos confirmados con todos los sospechosos, aunque es de señalarse que casi cuatro de cada cinco decesos con resultado pendiente resultarían ser a fin de cuentas casos positivos a COVID-19.
Nuevamente, pareciera que los cálculos con este método podrían dar una buena aproximación al número real de casos positivos y de decesos que se encontrarán finalmente a la fecha de hoy entre el total de casos estudiados.
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**Ricardo de la Peña es sociólogo y experto en temas político electorales. Es el presidente de la empresa: Investigaciones Sociales Aplicadas (ISA)
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Frase clave: El impacto esperado de los casos sospechosos de COVID19
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