por Mercedes Juan López
La salud, concebida como un estado de completo bienestar físico y mental, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades, es una prioridad para lograr nuestra viabilidad como nación; no sólo representa el cumplimiento de un derecho humano, universal e irrenunciable, sino también una población más sana, con un mayor nivel de equidad, bienestar y calidad de vida, condición indispensable para el desarrollo de cualquier país
La Convención sobre los Derechos del Niño, creada en 1989 por la Organización de las Naciones Unidas, compromete y respalda a los Estados del orbe para desarrollar marcos jurídicos, políticas públicas, programas y acciones orientados a tutelar la salud de la infancia.
Esta Convención define los derechos humanos básicos que deben disfrutar todos los niños: el derecho a la atención de la salud como inherente a la dignidad humana; a la supervivencia; al desarrollo pleno; a la protección contra influencias peligrosas, los malos tratos y la explotación; y a la plena participación en la vida familiar, cultural y social.
Entre las obligaciones internacionales para garantizar el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud se establece que ningún infante puede ser privado del derecho a servicios sanitarios, para el tratamiento y la rehabilitación de su salud.
La Convención precisa medidas como reducir la mortalidad infantil; garantizar el acceso a la asistencia médica y la atención sanitaria; asegurar atención primaria con énfasis en el combate a las enfermedades y la malnutrición; ofrecer atención sanitaria prenatal y postnatal para las madres; difundir información sobre principios básicos de salud y nutrición infantil, ventajas de la lactancia materna exclusiva, higiene, saneamiento ambiental y prevención de accidentes; desarrollar la atención sanitaria preventiva; y ofrecer educación y servicios en materia de planificación familiar.
El marco jurídico de México contempla las acciones en materia de salud pública al consagrar en el artículo 4º de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos el derecho a la protección de la salud; derecho que se encuentra reglamentado en la Ley General de Salud, normativa de aplicación en toda la República, cuyas disposiciones son de orden público e interés social, así como en la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que tiene por objeto garantizar el respeto de sus derechos fundamentales, a fin de asegurarles un desarrollo pleno e integral.
El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 (PND)(I) plantea avanzar en la construcción del Sistema Nacional de Salud Universal, como respuesta al mandato constitucional de garantizar el derecho a la protección de la salud, y establece como meta nacional la de un México Incluyente, con igualdad de género y sin exclusiones, así como una sociedad donde se vele por el bienestar de las niñas, niños, y adolescentes, cerrando las brechas existentes en salud entre los diferentes grupos sociales y regiones del país; consolidando las acciones de protección, promoción de la salud, prevención de enfermedades, y asegurando el acceso efectivo a servicios de salud con calidad, atendiendo al llamado del Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto, para transitar del enfoque curativo al preventivo, y fomentar la cultura del autocuidado.
En apego al Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, el Programa Sectorial de Salud 2013-2018 (PROSESA)(II) establece estrategias y líneas de acción enfocadas a grupos en situación de vulnerabilidad, particularmente el de los menores, con énfasis en la disminución de la mortalidad materno-infantil. Destaca la atención del embarazo, parto y puerperio con calidad; la prevención y control de enfermedades transmisibles, principalmente las diarreicas, respiratorias y prevenibles por vacunación; la prevención de accidentes y lesiones en niños y adolescentes; la atención oportuna del cáncer infantil y juvenil, entre otras.
México cuenta con el Seguro Médico Siglo XXI, que tiene como objetivo financiar una cobertura integral en servicios de salud para los niños menores de 5 años de edad y que no cuentan con ningún tipo de seguridad social. Los niños afiliados a este Programa están protegidos contra los principales padecimientos que se manifiestan en los primeros años de vida, pero sobre todo en el primer mes de vida, que es donde se presenta el mayor número de casos de muerte infantil neonatal, contribuyendo también a la disminución del empobrecimiento de las familias por motivos de salud.
En materia de salud materna y perinatal se fomenta la lactancia materna exclusiva los primeros seis meses de edad y se incrementa el acceso a la atención prenatal con intervenciones que reducen o mitigan los factores de riesgo para los productos y sus madres, a fin de obtener las mejores condiciones al nacimiento. Esto incluye el tamizaje temprano para enfermedades concomitantes, como infecciones de transmisión sexual, principalmente VIH, diabetes gestacional, defectos congénitos, entre otros.
También se promueve la acreditación de unidades de atención neonatal y la capacitación, con el propósito de mejorar la atención materna y perinatal desde las unidades de primer nivel de atención a la salud; de diciembre de 2012 a junio de 2013 fueron capacitadas 218,901 personas en la identificación de signos de alarma en el embarazo, gestación, lactancia materna y puerperio.
Por lo que respecta a enfermedades prevenibles mediante vacunación, México cuenta con uno de los esquemas más completos y reconocidos en el mundo, además de ser universal y gratuito. Entre los avances más significativos del Programa de Vacunación Universal, figuran las coberturas en niños de 1 año de edad y la incorporación al esquema básico de las vacunas contra el Neumococo y el Virus de Papiloma Humano.
Con el fin de contribuir a la disminución de la mortalidad por cáncer cérvico uterino, en el año 2013 se consolidó la universalización de la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano y se logró completar el esquema de vacunación contra este virus, a la Primera Generación de niñas de 5º grado de primaria y niñas de 11 años no escolarizadas, quienes quedaron protegidas contra esta enfermedad.
Mención aparte merece el conjunto de acciones instrumentadas durante las Semanas Nacionales de Salud, que abarcan la vacunación de menores de 5 años de edad en un periodo de tiempo corto, lo que además de asegurar una cobertura efectiva permite una mejor vigilancia epidemiológica; la prevención de enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas, y la reducción de deficiencias nutricionales.
Otro grupo de enfermedades que afecta gravemente la salud de los niños y niñas es el cáncer, por lo que el Sistema Nacional de Salud ha desarrollado una plataforma legal y presupuestal para la atención universal y gratuita de todos los tipos de cáncer en menores de 18 años. También se fortalecen acciones de prevención primaria y secundaria, a fin de obtener un diagnóstico y atención temprana y oportuna, y con ello contribuir en la disminución de la incidencia de esta enfermedad en la vida adulta.
Para proteger la salud de los niños menores de 5 años se instrumentan intervenciones sanitarias enfocadas en la prevención y atención de enfermedades, en unidades de atención primaria a la salud ubicadas en comunidades de mayor marginación y pobreza. Con la participación del Programa Oportunidades, se distribuyen suplementos alimenticios para una adecuada nutrición y desarrollo, además de promocionar mejores prácticas para el cuidado del menor de 5 años en el hogar. A través de estas acciones se logra también incidir en una mejor nutrición de los niños y mejorar con ello su rendimiento escolar.
Las intervenciones dirigidas a los adolescentes consideran la promoción de estilos de vida más saludables a efecto de prevenir riesgos a su salud como el sobrepeso, la obesidad y la diabetes; la educación sexual para evitar enfermedades de transmisión sexual, el Sida, y embarazos no planeados; y la educación dirigida a la prevención del tabaquismo, alcoholismo y otras adicciones.
La Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, lanzada en octubre de 2013 por el Presidente de la República, es una respuesta ante la prevalencia de 34.4%(III) de niños en edad escolar con sobrepeso u obesidad. Tiene un enfoque integral, ya que considera los determinantes sociales de la salud y el origen del problema, por lo que se orienta al cambio cultural y a la modificación profunda de los entornos a nivel individual, familiar, escolar y comunitario.
Alineada a esta Estrategia, sobresale la reciente modificación al marco jurídico para prohibir la transmisión, en cine y televisión, de anuncios de alimentos y bebidas con alto contenido calórico, durante horarios infantiles; así como la disposición para que el nuevo etiquetado frontal que deberán contener los alimentos provea información útil y accesible a la población respecto de su contenido nutrimental, para que puedan seleccionar aquellos que contribuyan a una dieta balanceada y sana para sus familias.
Todas estas acciones para cuidar y mejorar la salud de los niños, las niñas y los adolescentes han logrado un impacto positivo en la reducción de la morbi-mortalidad de la infancia, en coincidencia con uno de los objetivos principales de la Convención de los Derechos del Niño.
Para legar generaciones más sanas a nuestro país, es compromiso prioritario del gobierno del Lic. Enrique Peña Nieto generar las condiciones que garanticen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud, por lo que a través de políticas públicas sólidas y con la participación de todos los actores involucrados, la Secretaría de Salud privilegia la prevención y promoción y, en caso de que los niños así lo requieran, trabaja con especial ahínco para garantizarles servicios de salud de calidad.
Notas:
I. Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. Objetivo 2.3, Estrategia 2.3.1. Página 117.
II. Programa Sectorial de Salud. Objetivo 4, Estrategia 4.1. Página 57.
III. Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes. p. 17.
Referencias:
I. García, Brígida y Ordorica, Manuel (Coord.) (2010), “Los grandes problemas de México”, en I. Población. México: El Colegio de México.
II. Gobierno de la República (2013), Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. México: Gobierno de la República.
III. Instituto Nacional de Salud Pública (2012), Encuesta Nacional de Salud y Nutrición: Resultados Nacionales 2012. México: Instituto Nacional de Salud Pública.
IV. Naciones Unidas (2013), Objetivos de Desarrollo del Milenio: Informe 2013. Nueva York: Naciones Unidas.
V. R. Bonita, R. Beaglehole, T. Kjellström (2008), Medición de la Salud y la Enfermedad en Epidemiología Básica. Ginebra: Organización Mundial de la Salud.
VI. Sepúlveda, J. et al. (2007), “Aumento de la sobrevida en menores de cinco años en México: la estrategia diagonal”, en Salud Pública de México, Vol. 49, suppl. I:S110-S125.
VII. Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes. Septiembre 2013, p. 17.
VIII. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio en México. Informe de avances 2013. Septiembre 2013, pp. 86-96.
IX. Declaración Universal de los Derechos Humanos. En: https://www.un.org/es/documents/udhr
X. Convención sobre los Derechos del niño. En: www2.ohchr.org/spanish/law/crc.htm
XI. UNICEF los derechos del niño. En: www.unicef.org/spanish/crc/
XII. Los Derechos del niño. En: https://www.un.org/es/aboutun/
Mercedes Juan López Secretaria de Salud. Es Médico Cirujano por la UNAM con especialidad y posgrado y con diplomado en Alta Dirección del IPADE. En la administración pública fue Secretaria Técnica del Gabinete de Salud de la Presidencia de la República; Subsecretaria de Regulación y Fomento Sanitario de la Secretaría de Salud; y Secretaria del Consejo Nacional de Salud, entre otros. Fue Presidenta Ejecutiva de la Fundación Mexicana para la Salud y Diputada Federal en la LVII Legislatura. Ha publicado diversos artículos científicos, y es autora y coautora de libros de diferentes temas de la salud. En la docencia, ha sido profesora de posgrado en la Facultad de Medicina de la UNAM y de la UAM. Es miembro de diversas asociaciones de rehabilitación y salud pública y de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, así como Académica de la Academia Mexicana de Cirugía. En noviembre de 2013 ingresó como miembro de número a la Academia de Ciencias Médicas del Instituto Mexicano de Cultura. |
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