Uno de los fenómenos demográficos más relevantes, en lo que respecta a la comprensión de la dinámica social, es el relativo a la nupcialidad. Cuántas personas contraen matrimonio, cuándo lo hacen, a qué edad, con qué escolaridad y con qué ocupación; todos ellos datos clave que permiten aproximarse a las complejas relaciones humanas, así como las creencias, principios y valores con base en los cuales se construyen.
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Los datos
Los registros administrativos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se presentan regularmente varios meses después de que ha concluido el año, debido a la complejidad de su integración, depuración y validación final. Así, recientemente dio a conocer los datos sobre nupcialidad, con fecha de corte al mes de diciembre de 2019.
El INEGI estima que el año pasado, en México hubo 504,923 matrimonios, cifra mayor a la registrada en 2018, año en que se tenía el dato históricamente más bajo registrado desde el año 1993, en que inicia la serie comparable en los tabulados básicos del instituto.
Asimismo, es importante destacar que en la década que va de 2010 al 2019, en México se han registrado 5.52 millones de matrimonios, cifra menos a los 6.1 millones contabilizados en el periodo que va del año 2000 al 2009, y que en términos relativos representa una disminución del 8.52% entre ambos lapsos, a pesar de que se ha incrementado tanto el número de habitantes del país, pero, sobre todo, el número de personas en edad de formar parejas.
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Febrero, el mes favorito
De acuerdo con los datos del INEGI, el mayor número de matrimonios registrados en el país se realizan en los meses de febrero, pues entre los años 2008 y 2019 (con excepción del año de 2010), en promedio, el 12.7% del total se concentran en el mes señalado; en segundo lugar, se encuentran los meses de diciembre, con un promedio de 10.9%.
Lo anterior no siempre fue así, pues antes del 2008, los meses de diciembre eran los preferidos por las parejas mexicanas, con un promedio de 11.6% anual entre 1993 y 2007.
Este cambio en los meses con mayor registro podría estar indicando un importante cambio en los patrones de nupcialidad en México, pues puede inferirse de manera indirecta, que los matrimonios en diciembre podrían estar asociados a las bodas religiosas, mientras que las de febrero, desde una perspectiva laica, estarían asociados al llamado día del amor y la amistad.
Menos empleados y más empleadas
Entre los años de 1993 al 2000, el porcentaje de hombres que estaban ocupados al momento del matrimonio fue de 97.6%; posteriormente, entre los años 2001 y 2009, el porcentaje promedio descendió a 95.9%, siendo el año más bajo el 2009, con 94.8% de los hombres que se casaron y estaban ocupados; finalmente, para el periodo del 2010 al 2019, el promedio anual es de 94.6% de ocupación entre los varones que se casan.
En contraste, la tendencia entre las mujeres es a la inversa, pues se registra un crecimiento sostenido entre quienes contraen matrimonio y estaban ocupadas al momento de la realización del contrato matrimonial. En efecto, en 1993, el porcentaje de mujeres ocupadas y que se casaron, fue de 34.6%; el año 2000 fue de 36.8%; para el 2010 creció a 39.4%, mientras que llegó a su nivel más alto en 2019 con el 49.1%
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