Paula Figueiroa Rego es una de las más reconocidas pintoras figurativas. Sus cuadros representan los dramas personales y familiares, así como experiencias, pesadillas, fantasías, y también mitologías populares y religiosas, las cuales son muchas veces referentes de su origen portugués. Inclusive, llegó a inspirarse en muñecas, máscaras y maniquíes dando vida a creaciones con una sin igual mezcla de realidad/ficción mostrando lo “cruel” que podrían llegar a ser los cuentos tradicionales relacionados con los sueños, la figura de la mujer, convertidos en ocasiones en pesadillas; lo hizo en una de sus exposiciones titulada: “Los cuentos crueles de Paula Rego” que se llevó a cabo en el Musée de l’Orangerie de París.
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Rego nació en Lisboa en el seno de una familia adinerada en 1935; era la época de del dictador Salazar y flotaba un ambiente represivo autoritario. Desde muy joven abandonó Portugal, para irse a vivir a Londres. Allí ingresó en la prestigiosa Slade School of Art, y estando allí, conoció al también artista Victor Willing, con quien contrajo matrimonio. Fue entonces que inició una carrera de éxito; formó parte del London Group, junto a artistas como David Hockney y R. B. Kitaj. En 1988 lamentablemente muere Willing su esposo después de sufrir durante años esclerosis múltiple. Formó parte del London Group, junto a artistas como David Hockney y R. B. Kitaj.Paula es suegra del famoso escultor australiano Ron Mueck pues está casado con una de sus hijas. Al igual, ha sido merecedora de grandes premios, y en 2005 se le concedió el grado de doctor honoris de letras por la Universidad de Oxford.
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Sobre su estilo artístico, comenzó su trabajo desde los años 60, y al principio se le clasificó como neodadaísta, ya que utilizó diversos técnicas y recursos como mezclar pintura y collages, explotando de esta manera imágenes traumáticas evocativas de su infancia. En su obra aparece de repente un cierto toque que nos recuerda a Francis Bacon, con fuertes reminiscencias de Goya y del pintor francés Balthus. Además, algunas de sus obras tienen fuertes referentes entre el pop-art y el expresionismo, en el que a través de ese escenario los personajes de Rego son una especie de monstruos humanos, que se levantan entre el dolor y el desdén.
Lo siniestro y el aborto
Sin embargo, si algo ha sabido expresar Paula Rego es el lado siniestro de las cosas, de esos temas de los que casi nunca se tocan, como el tema del aborto, en el cual su obra nos hace sentir y comprender toda la soledad de la mujer obligada a abortar en forma clandestina. En ellas podemos contemplar mujeres marginadas que abortan en lugares sombríos. Sus miradas confrontan el riesgo, apostándolo todo y atreviéndose, superando el miedo; esas figuras son en cierto modo víctimas de la ley que no les permitió abortar en condiciones sanitarias y morales correctas. Por cierto, sobre este tema, uno de sus mejores trabajos es el Tríptico del aborto, pintado en 1998. Hasta en ese sufrimiento y drama hay belleza.
De este modo, admirar una obra de Rego es sumergirnos en el conflicto. También ha tratado el tema de la dominación, y el autoritarismo. Como espectadores, es sumergirnos en retratos de escenas aparentemente comunes que adquieren relevancia porque son, a la vez, realidades sociales invisibilizadas. Ella va donde otras artistas no han incursionado y expone justamente esas realidades sociales polémicas. De hecho, en su trabajo encontraremos ese impúdico e indecoroso erotismo, como cuando en sus obras ha jugado a distorsionar personajes de Disney, o exponer secretos indecorosos.
A Paula le encanta leer y establecer una relación directa entre la inspiración de la narrativa y los personajes que saldrán de su creatividad, explorando todo lo que aborda el cuerpo humano: erotismo, maldad, ilusiones, poder… ¡El arte le permite expresarlo todo! En el 2007 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía dedicó a Paula una exposición retrospectiva de su obra que abarcaba todas las técnicas que utiliza: pintura, grabado, collage y dibujo. Su obra está presente en las colecciones de los más importantes museos como: el British Museum, el Frissiras Museum, el Metropolitan Museum of Art, la National Gallery, la Saatchi Gallery, la Tate y el Victoria and Albert Museum, entre otros centros. Ahora a sus 86 años, en pleno 2021, Rego puede estar contenta al ver como parte de su obra fue incluida en una exposición colectiva de la Fundación Calouste Gulbenkian dedicada a artistas portuguesas de 1900 a 2020.
Conclusiones finales:
La obra de Paula Rego nos hace reflexionar sobre esos temas incómodos. Recordemos que hace unos días, el 28 de septiembre, se conmemoró en México el Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro conocido también como el Día por la Despenalización y Legalización del Aborto, que convoca a los grupos de mujeres feministas para exigir la legalización y facilitación del aborto. Un tema polémico y escabroso.
Según datos de Amnistía Internacional alrededor de 47 mil mujeres mueren cada año a consecuencia de abortos que se practican en situaciones de riesgo. Sin duda, este es un tema que debemos seguir poniendo sobre la mesa, pues el aborto inseguro y clandestino, constituye una de las principales causas de mortalidad de las mujeres en Latinoamérica.
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