En este cuadro, el pintor Salvador Viniegra retrata a Adán y a Eva, en una escena que para varios críticos de arte resultó inquietante por distintas razones. Se trata de una imagen que rompe con los estereotipos utilizados encuadros relativos a temas específicos, y que presenta a un Adán de una manera casi nunca abordada en la historia del arte. Eso en general es lo que se presenta en este cuadro titulado “El primer beso”.
Como se ha visto en las diferentes cápsulas de la serie “arte Incómodo” producida por el Museo Nacional del Prado, localizado en Madrid, España, el papel de la mujer en este cuadro permite reflexionar en torno a los estereotipos y los elementos de discriminación que prevalecen mayoritariamente en la estética occidental.
Puedes leer: “La noche de los pobres está en vela”
La interpretación
De acuerdo con Carlos Reyero, catedrático de Historia del Arte, el cuadro resultó inquietante para la crítica por diversos motivos; en primer lugar, porque en la idea de “el primer beso”, se genera una representación de Eva como “incitadora” a la acción pecaminosa de Adán. El origen del deseo sexual, y por lo tanto, del pecado de la lujuria, se asigna a la figura de Eva.
Asimismo, Reyera explica que otro de los motivos por los que el cuadro tomó notoriedad, es porque se representa a Adán y Eva, tanto en una especie de frontispicio romano, como con una figura totalmente moderna, rompiendo con ello con el canon que marcaba que en este tipo de cuadros debía respetarse el canon de una “anatomía” antigua.
El experto enfatiza el hecho de que Adán aparece en una catitid pasiva, con los genitales descubiertos, y es Eva quien está arriba de él, llevándolo a la dimensión del erotismo. Asimismo, en el cuadro aparece la serpiente, siendo sujetada por Adán, en lo que algunos intérpretes encuentran una representación fálica, mediante la cual el control y dominio se da justamente a partir de la representación de la virilidad masculina.
Te puede interesar: “La mujer y el desnudo en la pintura”
Aquí la cápsula sobre el cuadro “El primer beso”