por Gerardo Torres Salcido
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) define la crisis alimentaria como una amenaza al acceso físico o económico a “alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer las necesidades alimenticias y las preferencias en cuanto a alimentos para llevar una vida activa y sana” (Cumbre Mundial sobre la Alimentación, 1996). Las crisis alimentarias pueden presentarse de manera coyuntural o prolongada; este último tipo puede afectar a los países más pobres y con una escasa estructura institucional para enfrentar las emergencias naturales o la especulación del mercado.