por Mario Luis Fuentes
Cada año llegan a México alrededor de 22 mil millones de dólares por concepto de remesas familiares; los estados que mayores cantidades reciben son Michoacán, Guanajuato y Jalisco, con sumas que superan los 2 mil millones de dólares al año. Además de las familias, hay otros grandes ganadores: las empresas intermediarias, las cuales, por un envío de 300 dólares, cobran como comisión, desde uno hasta 10 dólares
Cada año llegan a México miles de millones de dólares vía las remesas familiares. De acuerdo con un estudio presentado por el CIESAS, en el año 2010, México ocupaba el tercer lugar mundial como receptor de este tipo de recursos, sólo por debajo de China e India, países que reciben actualmente aproximadamente el doble de lo que llega a nuestro país.
A pesar de que a últimas fechas las cantidades que se envían, fundamentalmente desde los Estados Unidos de América, han decrecido, la magnitud de lo que se está recibiendo equivale a aproximadamente entre 1.5 y 2 puntos del PIB, lo cual, si bien en términos relativos pudiera parecer una cantidad pequeña, dado que somos una de las economías más grandes del mundo, cuando se traduce a magnitudes absolutas, las cifras son impactantes.
Lo anterior es resultado de una intensa dinámica migratoria que se presenta desde la década de los 90; a la fecha, las estimaciones del Consejo Nacional de Población muestran que en los Estados Unidos de América viven aproximadamente 11.9 millones de personas que nacieron en México.
Si a lo anterior se suman sus hijos e hijas, a quienes en la jerga especializada se les denomina como “mexicanos de segunda generación”, la suma aproximada asciende a casi 30 millones de personas con vínculos directos con la nacionalidad mexicana.
A pesar de las masivas deportaciones que se han llevado a cabo en los últimos años, por las que según algunas expertas y expertos han regresado al país alrededor de 2 millones de personas, la migración internacional sigue su cauce y entre 250 mil y 350 mil personas, cada año, cruzan la frontera buscando una mayor calidad de vida.
De acuerdo con las y los especialistas, la principal razón para migrar sigue siendo la económica, pues, de acuerdo con diversos estudios, el diferencial promedio de salarios entre aquella nación y la nuestra es de 8 veces más, del otro lado de la frontera.
Lo que llega cada año
Los datos del Banco de México permiten dimensionar la magnitud de las cantidades de remesas que llegan cada año a nuestro país. Según las cifras de este Organismo autónomo del Estado mexicano, el promedio recibido por remesas familiares entre los años 2010 y el 2013 asciende a aproximadamente 21 millones de dólares.
Lo anterior implica un promedio de 5.7 millones de dólares cada día; al mes la cifra es de 1,843 millones de dólares, es decir, alrededor de 1,710 mil millones de dólares cada mes; con el propósito de mostrar la magnitud de lo que esa cifra implica, vale decir que equivale a casi 21 mil millones de pesos mensuales.
Continuando con el ejercicio de dimensionar lo que implica esta cifra basta con señalar que de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación, para el ejercicio fiscal del 2013, el monto anual asignado al Programa de Desarrollo Humano Oportunidades ascendió a 28,500 millones de pesos, es decir, en un mes y medio llegan más recursos vía las remesas familiares, que todo el gasto anual en el programa de desarrollo social más importante del país y el segundo más grande, por número de beneficiarios, de América Latina.
Las cifras varían mes con mes, pero la tendencia en el mediano plazo muestra que a pesar de la crisis global, y de las deportaciones de connacionales, las remesas se han mantenido en un nivel relativamente estable; y que si no han crecido se debe precisamente a la política migratoria que está vigente del otro lado de la frontera, y a la contracción de la economía norteamericana.
Lo anterior permite pensar que, de darse una recuperación de la economía de nuestro vecino del norte en el corto o mediano plazo, la cantidad de remesas que son enviadas a nuestro país se mantendrán, o incluso podrían mostrar un repunte importante.
Reparto desigual
Como casi todo en nuestro país, los ingresos por remesas se distribuyen de manera desigual en todo el territorio nacional, llegando de manera obvia, a los estados que tienen una mayor tradición e intensidad migratoria.
En efecto, el estado que mayores remesas ha recibido en los últimos años es Michoacán; de acuerdo con los datos del Banco de México, a esa entidad han ingresado alrededor de 2,558.3 millones de dólares, sólo entre el mes de enero del 2013 y abril del 2014.
El segundo estado receptor de remesas del país es Guanajuato, al que en el periodo señalado han llegado 2,480 millones de dólares; en tercer lugar está Jalisco, con 2,194 millones de dólares; en cuarto sitio se ubica el Distrito Federal, con una cifra de 1,799 millones de dólares; mientras que en quinto lugar está el Estado de México, con 1,745 millones de dólares.
Debe destacarse que hay otras cuatro entidades que reciben más de mil millones de dólares anuales por remesas: Puebla, con 1,646.1 millones de dólares en el periodo señalado; Guerrero con 1,488.4 millones; Oaxaca con 1,441.9 millones; y Veracruz con 1,252 millones de dólares entre enero del 2013 y abril de este 2014.
Como puede verse, si bien es cierto que el Distrito Federal, el Estado de México y Guanajuato no se encuentran entre los 10 con mayores porcentajes de pobreza en el país, el resto de los estados receptores sí se encuentran entre las entidades en donde hay más pobres, tanto en situación de pobreza multidimensional, como en pobreza extrema.
Los grandes ganadores
Como en prácticamente todos los sectores de la economía, las empresas intermediarias son las grandes ganadoras en el negocio del envío de las remesas de los Estados Unidos hacia nuestro país, pues a pesar de los esfuerzos de regulación, continúan cobrando sumas considerablemente elevadas a las y los migrantes.
De acuerdo con el “Quien es quien en el envío de remesas” de la Procuraduría de la Defensa del Consumidor (PROFECO), el 28 de octubre del 2013 entraron en vigor en los Estados Unidos de América, varias regulaciones para proteger a quienes envían dinero hacia México.
Entre otras cuestiones relevantes, están los siguientes derechos que deben cumplirse: “Las personas que envíen dinero de Estados Unidos a México podrán consultar, antes de realizar en envío, la información sobre: a) El tipo de cambio; b) Las tarifas e impuestos que se cobrarían; c) La cantidad que será recibida en México y d) Cuándo estará disponible el dinero en el destino.”
Según la PROFECO, tomando como ejemplo la ciudad de Chicago, hay empresas que, por el envío de 300 dólares, cobran por comisión, desde uno hasta 10 dólares. En esa ciudad, la opción más económica la representa el Heritage Bank of Schaumburg, con una comisión de un dólar por cada 300 enviados; y las más costosas son el United States Postal Services y Ria Envia, los cuales cobran 10 dólares por cada 300 enviados.
En la Ciudad de los Ángeles, la opción más económica, según la PROFECO, es DOLEX Dollar Express, con una comisión de 3 dólares por un envío de 300 dólares; y las dos más caras son las mismas señaladas en el párrafo anterior con 10 dólares por cada 300 enviados a México.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 17- Junio- 2014, p.21
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