El suplicio de los utensilios, el infierno de El Bosco

Las obras de El Bosco han despertado a lo largo de los siglos un interés universal. En el caso de “El Jardín de las delicias”, se está frente a una obra maestra compuesta como un Tríptico, en cuya última parte se encuentra la llamda “Tabla del infierno”. Como parte de ésta, a su vez se identifica lo que las y los expertos llaman “el suplicio de los utensilios”, una representación de las formas en que las almas pecadoras habrán de ser torturadas en el infierno.

Esta obra se encuentra en el Museo Nacional del Prado de España, el cual, como se ha dicho en cápsulas previas, alberga la más extensa colección de obras de este extraordinario pintor que vivió en los siglos XV y XVI.

En la tercera tabla de “El Jardín de las Delicias”, se encuentran pintadas dos orejas y dos manos cortadas, las cuales constituían los castigos habituales que se infligían en la Edad Media a aquellas personas que se negaban a escuchar la verdad de la Iglesia, o bien, que cometían delitos como el robo, considerado uno de los más comunes y pecaminosos.

El infierno y el suplicio de los utensilios

El universo representado en esta parte del tríptico “El Jardín de las delicias” es uno de fuego y tortura, imágenes que, de acuerdo con la visión del artista, representan de la mejor manera cómo es que funciona el infierno y cuál es el futuro que les espera a quienes no forman parte de la comunidad cristiana virtuosa.

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Cuando la obra de El Jardín de las Delicias se mostraba en el siglo XVI, su exposición se acompañaba de un canto especial. A continuación se puede escuchar: