El voto electrónico en territorio nacional, para residentes en el país, avanza inexorable. A pesar de las resistencias, las informadas y las interesadas, es inevitable su irrupción en la normalidad institucional y política mexicana.
El avance más relevante sucedió hace unos días. El pasado viernes 1° de diciembre, el Consejo General del INE aprobó instrumentar la urna electrónica, en modalidad de prueba piloto vinculante, en una parte de las casillas especiales del proceso electoral concurrente 2023-2024; así como sus lineamientos, el modelo de operación y diversos manuales y anexos.
Escrito por: Sergio González Muñoz
El acuerdo afirma correctamente que desde que el avance tecnológico en telecomunicaciones e Internet lo ha permitido, el voto en urnas electrónicas es una realidad que ha venido cobrando carta de naturalización en algunas democracias del mundo.
Enlista 9 países que han adoptado la modalidad vinculante en sus elecciones: Bélgica, Brasil, Bulgaria, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Estonia, Filipinas, India y Venezuela.
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En nuestro país, algunos Estados han dado pasos importantes en el uso del voto vinculante mediante urnas electrónicas en elecciones locales, así como en diversos ejercicios de participación ciudadana y democracia directa. En ellos, ha quedado demostrado que esta modalidad de sufragio se apega a los principios de la función electoral. Las experiencias de ejercicios vinculantes en elecciones estatales registradas hasta ahora se han dado en Coahuila, Ciudad de México, Jalisco, Hidalgo, Aguascalientes, Tamaulipas y, recientemente, Estado de México.
En Coahuila se implementaron mecanismos electrónicos en las elecciones de gubernatura, diputaciones y ayuntamientos en 2005; diputaciones en 2008; ayuntamientos en 2009; diputaciones locales en 2020 y diputaciones federales y ayuntamientos en 2021.
En Jalisco se usaron en los comicios para elegir diputaciones y autoridades municipales en 2009; en 2012 se utilizaron en dos distritos electorales. Ese mismo año se implementaron en 43 de los 125 municipios del Estado, así como en 2021 para la elección de diputaciones federales, diputaciones locales y ayuntamientos.
En la Ciudad de México se usó la urna electrónica en las elecciones de 2009, después de los ejercicios parciales de 2003 y 2006.
Finalmente, su uso más reciente fue en los procesos locales 2022 de Aguascalientes y Tamaulipas, y en el proceso local 2023 del Estado de México; en las tres entidades, para la elección de Gubernatura.
Aunque lo parece, el INE no es nuevo en la materia en realidad. En 2015 aprobó la realización de una prueba piloto de carácter no vinculante para el uso de un instrumento de votación electrónica, en tres Distritos Electorales federales del país.
En 2019 aprobó esta modalidad en una parte de las casillas de los procesos electorales locales de Coahuila (54) e Hidalgo (39) de 2020. En 2021, aprobó el voto electrónico en una parte de las casillas únicas del Proceso Electoral Federal y en los locales concurrentes de Coahuila (50) y Jalisco (50) de ese año.
En 2022, aprobó la instrumentación de esta modalidad, mediante prueba piloto con votación vinculante, en una parte de las casillas de los procesos locales de Aguascalientes (50) y Tamaulipas (50). Y este 2023, la también en modalidad de prueba piloto vinculante, en casillas de los procesos locales de junio pasado de Coahuila y Estado de México (100). Los números del 2019 al 2023 se pueden ver en el cuadro siguiente:
Además, el Instituto ha utilizado exitosamente la urna electrónica para otro tipo de ejercicios como el Proceso de Votación para determinar la Organización Sindical Mayoritaria del Personal de base al servicio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la Elección de la titular de la Secretaría de Trabajo del Sindicato de Trabajadores Administrativos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, y el proceso de elección de las personas integrantes del Comité de Ética del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, entre otros más de 100 ejercicios de votación.
¿Cómo va a funcionar el voto electrónico en 2024? Para empezar, por ser prueba piloto, será solo en la Ciudad de México y en algunas ciudades de Nuevo León. El alcance del proyecto refiere que serán 3 de estas urnas electrónicas en hasta 71 casillas especiales, según lo aprueben los respectivos consejos distritales del INE. De esas 71, 44 serían en la capital y 27 en el estado norteño, aunque solo en Monterrey, Apodaca, San Pedro Garza García, San Nicolás de los Garza y General Escobedo. Es decir, 213 urnas electrónicas, el número más alto de todos los ejercicios previos del INE, un poco más del doble. No hay que soslayar que todas serán del modelo 7.0 de urna electrónica, diseñada y producida por personal del INE a un costo ínfimo, revestida de autonomía y seguridad superlativas.
Por su parte, los órganos jurisdiccionales han validado la legalidad del empleo de las urnas electrónicas, sosteniendo que esta modalidad de votación no vulnera los principios rectores de la función electoral, ni los atributos del voto. Es decir, si bien el mecanismo de votación electrónica no está expresamente plasmado en la legislación, es válido que el INE realice pruebas piloto en despliegue y cumplimiento de sus deberes constitucionales, en ejercicio libre de su autonomía y en defensa y promoción de los derechos políticos y electorales de la ciudadanía mexicana.
Haciendo votos (pero no electorales) para que todo salga bien el año que entra en esta materia, solo falta perderle el miedo al futuro, que ya no está allá en el horizonte, sino aquí, en nuestras casillas especiales del año que entra.
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