Es común en nuestro país contar con elecciones periódicas que renueven el poder público de acuerdo a las normas constitucionales y legales que permiten que se desarrollen de forma pacífica y segura, dejando en manos de las autoridades electorales administrativas la planeación, organización y ejecución de las elecciones; y es la ciudadanía con su voto, quien define las fuerzas políticas que nos estarán gobernando y, en caso de controversias son los tribunales electorales los encargados de definir los resultados finales de cada elección.
Escrito por: Fernando Díaz Naranjo
No obstante, México no había vivido un proceso electoral como el que se registrará el año que entra y que, dicho sea de paso, a nivel federal, el banderazo de salida empezará en la primera semana del mes de septiembre de este 2023, es decir, estamos prácticamente en el arranque de la elección más grande que hayamos tenido.
Es la más grande por el número de cargos que estarán en disputa: más de 20 mil. A nivel federal se estarán renovando la Presidencia de la República, así como las Cámaras de Senadoras y Senadores, y la Cámara de Diputaciones. A nivel local, habrá elecciones en las 32 entidades federativas; en 8 entidades se renovarán las gubernaturas y en la Ciudad de México la jefatura de gobierno; en 31 estados se renovarán en su totalidad los órganos legislativos y en 29 entidades federativas habrá elecciones para elegir a diversas autoridades que conforman los respectivos ayuntamientos. Y por si fuera poco en dos estados se renovarán cargos auxiliares de juntas municipales y presidencias de comunidades.
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La cifra se expande cuando estos más de 20 mil cargos de elección popular deben multiplicarse por las candidaturas que cada partido político, coalición o candidaturas independientes registrarán ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y ante los Organismos Públicos Locales Electorales.
Además, y de acuerdo con estimaciones del INE habría alrededor de 98 millones de ciudadanos y ciudadanos con posibilidades de votar lo que implicaría, además, una colocación de cerca de 170 mil casillas a lo largo y ancho del país.
Y, por si fuera poco, las elecciones de 2024 tendrán una serie de características únicas, entre las que destaco las siguientes:
- La competencia electoral entre las distintas fuerzas políticas y candidaturas se registrará bajo una nueva geografía electoral, tanto a nivel federal como local, ya que el INE, en atención a diversas disposiciones legales, actualizó la misma derivado de los resultados del Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI. Esto implicará que los actores políticos participantes conozcan, revisen y actúen en consecuencia con la nueva demarcación electoral.
- Luego de la normatividad constitucional y legal de 2019 y 2020 en materia de paridad de género, así como en materia de violencia política contra las mujeres en razón de género las autoridades electorales deberán ser vigilante y revisoras de dichas disposiciones para que todas las instancias políticas cumplan con la paridad en el registro de candidaturas y para atender la normativa que busca erradicar la violencia de género.
- Habrá tres mecanismos para recibir la votación de las y los mexicanos residentes en el extranjero, de acuerdo con las disposiciones legales tanto a nivel federal y local: el tradicional voto postal usado a nivel federal desde 2006; el voto por internet registrado para las elecciones de 2021, y el voto presencial en los consulados que en su oportunidad determine el INE.
- Se contará con el llamado voto anticipado tanto para las personas con alguna discapacidad como para las personas en prisión preventiva, es decir, que no cuentan con alguna sentencia aún.
Finalmente, se vislumbra que la estrategia del ajedrez político, estarán puestas en las definiciones que seguramente las dos grandes coaliciones que se están construyendo establezcan para la competencia tanto en las elecciones federales, así como en cada uno de los cargos en disputa en la geografía electoral del país.
Como podemos observar, el significado de la elección de 2024 es mayúscula tanto para las autoridades electorales administrativas y jurisdiccionales, como para partidos políticos y, por supuesto para la ciudadanía de la que esperamos su participación en este tan importante proceso electoral que será histórico en nuestro país.
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