La crisis de personas desaparecidas en México es un fenómeno atroz derivado de la violencia del crimen organizado. De acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, para el 19 de enero de 2025 existían poco más de 121,000 personas en esta situación (RNPDNO, 2025). Este tema no solo se ha vuelto de interés académico y periodístico local, sino que los mismos medios internacionales han retomado en sus noticias esta crisis humanitaria. Sin embargo, muchas veces las intenciones para adentrarse en un tema tan doloroso y delicado como este no son las mejores ya que no buscan un ejercicio crítico y empático genuino, sino que dejan ver una especie de interés morboso.
Escrito por: Guillermo Ramírez-Rentería
Emilia Pérez es una película del género musical que está en boga actualmente. Por un lado, la película es relevante debido a la gran cantidad de premios que ha ganado en diversos festivales internacionales de cine. La producción de origen francés ha obtenido premios en el prestigioso festival de Cannes, en los Premios Europeos de Cine y los Globos de Oro por mencionar algunos. No obstante, la reacción de los usuarios en redes sociales ha sido completamente diferente, pues la han tachado de tener una grave insensibilidad sobre el tema de personas desaparecidas (Jesus Mesa, 2025). Estas reacciones distan mucho de los comentarios positivos que han proferido grandes figuras en la industria como Guillermo del Toro o Meryl Streep. Es entonces que vale la pena analizar porque existe una opinión internacional tan positiva y al mismo tiempo una crítica local completamente opuesta.
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A nivel general, la película se adentra en muchos dilemas éticos que van desde los estereotipos históricos de las personas trans hasta la revictimización de personas desaparecidas. Al respecto del tema trans, el gran académico Paul B. Preciado tiene un extraordinario artículo en El País que recomiendo encarecidamente leer. En cuestión de los estereotipos, se pueden encontrar varias escenas. En una parte de la película, el hijo de Emilia Pérez le dice que su olor le recuerda al de su padre, pues huele a “comida picante, mezcal y guacamole” y es que ¿a qué más podría oler un mexicano?. En cuestión de las personas desaparecidas hay un trato controversial. En una escena de la película, donde una mujer va a la agencia de Emilia en búsqueda de su esposo desaparecido, se alegra al enterarse de que está la morgue y que no lo volverá a ver. Esta confusión obedece a que la mujer era presa de violencia doméstica y su difunto esposo era un abusador. En este punto podemos hacer las siguientes preguntas: ¿Cuántas personas desaparecidas eran sujetos violentos?, ¿Esta es una actitud general entre las personas desaparecidas?, ¿Por qué seleccionar este caso en específico para la película?.
A lo largo de la cinta se pueden observar todos los estereotipos occidentales sobre toda cultura o país que les resulta diferente. Para algunos críticos especializados en cine, estas torpes acciones no son más que ignorancia de los productores europeos que, con las mejores intenciones, no se tomaron el tiempo para realizar una investigación exhaustiva y rigurosa. Sin embargo, este cálculo considero, es incorrecto. La construcción social del otro es una manera intencional de representar todo lo que uno no es, pero también para establecer lo que uno sí es. Es decir, el otro es calificado con total parcialidad como salvaje, atrasado, violento o ignorante; características atadas al arquetipo del narcotraficante latino de tés morena y hablante del español de la película.
El protagonista de la historia es un capo conocido como “Manitas del monte”, quien es un narcotraficante del norte de México que seguramente es responsable de algunas de las desapariciones que más adelante buscará remediar. Este personaje representa las características negativas del contexto latinoamericano en el imaginario europeo. Sin embargo, la nueva identidad del delincuente representa todas las virtudes occidentales. Emilia Pérez, resulta ser una mujer blanca con una bondad intrínseca y un espíritu altruista que le permite crear una agencia de investigación para personas desaparecidas. Este planteamiento se construye sobre la premisa de que hay cualidades inherentes positivas asociadas al género femenino y cualidades contrarias en el masculino. No obstante, toda esta proyección que toma como escenario a México, no es más que el orientalismo de Said.
Edward W. Said define al orientalismo cómo una construcción social del mundo occidental eurocéntrico con el fin de producir un mundo oriental, exótico, atrasado e irracional (Edward W. Said, 2003). Para Said, este tipo de dispositivos no son más que herramientas del imperialismo y colonialismo europeo que tienen el fin de deshumanizar al otro y de convertirlo en sujeto de opresión. El cine, el teatro o la literatura euro centrista según Said, reproducen estereotipos que históricamente han representado de manera parcial y a conveniencia, las culturas de África, Medio Oriente y Asia. Esta es la misma perspectiva que se aborda en Emilia Pérez, aunque no es para nada nuevo, pues en las plataformas de streaming se puede dar cuenta de una gran cantidad de documentales, películas o series sobre carteles mexicanos y colombianos con la misma intención.
Los temas que nos duelen como mexicanos no son, ni deben ser intocables, al contrario, es necesario reconocer los problemas existentes para comenzar a atenderlos. Películas que realizan una sátira de la realidad mexicana se han producido anteriormente como es el caso de obras de Luis Buñuel o Luis Estrada. Estas películas han sabido aproximarse de una mejor manera a situaciones como la corrupción en el gobierno, la indiferencia de las élites económicas, la influencia de los medios de comunicación, la pobreza y por supuesto el narcotráfico. Por lo que se puede afirmar que el arte a través del cine es necesario para evidenciar y divulgar de una forma accesible los grandes problemas del país.
Dicho lo anterior, Emilia Pérez cumple el objetivo de complacer a la visión francesa, realizando un producto exótico derivado de la crisis de personas desaparecidas. La tragedia de los desaparecidos en México se convierte en un producto mercantilizado, diseñado, procesado y distribuido para el gusto del paladar europeo y norteamericano. Cómo resultado, los premios antes mencionados ya forman parte de su palmarés y algunos auguran que los Oscar son los siguientes a la vista para Emilia Pérez.
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