La declaración hecha por el presidente de la República, en su mensaje del 20-04-20, relativa a que ni en medio de la epidemia los grupos criminales han reducido su actividad, y sobre todo, la frase de “ya bájenle”, revela la crisis en que se encuentra la estrategia del gobierno de la República, al cual, luego de prácticamente 15 meses de gobierno, no ha dado los resultados que se prometieron durante la campaña de un 2018 que comienza a verse cada vez más lejano. Los datos son terribles y se sintetizan en el hecho de que hubo en marzo 96.7 asesinatos por día.
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Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública son escalofriantes pues, con fecha de corte del 31 de marzo, publicados el 20 de abril de 2020, se contabiliza, de manera preliminar, una suma de 3,000 mil homicidios dolosos cometidos en todo el territorio nacional, cifra que contrasta con los 2,766 perpetrados en febrero, y los 2,819 que se cometieron en enero. En ese sentido es importante destacar que, en términos relativos, el incremento respecto de febrero fue de 8.4%, y de 6.4% respecto de enero, lo cual contradice la afirmación del presidente López Obrador, en su informe parcial de gobierno de marzo, en el cual sostuvo que los homicidios se habían reducido en .3%.
De esta forma, la cifra acumulada de enero a marzo de este año es de 8,585 homicidios intencionales, lo cual es equivalente a un promedio diario preliminar de 95.3 homicidios por día, cifra que coloca al 2020 en una tendencia que podría llevarnos a tener el año más violento -otra vez- en la historia reciente del país.
Desde el año 2018 Guanajuato es el principal campo de batalla de las bandas del crimen organizado, las cuales disputan no sólo el control de la venta y distribución de estupefacientes y de combustible robado; sino otras ramas de las actividades delictivas, y también el control de las principales carreteras del país, pues no debe olvidarse que la entidad es el principal nodo carretero de México.
Ante una autoridad estatal impávida, incapaz para atender la problemática, y ya también sobre la que se puede afirmar que le caracteriza la indolencia, los criminales controlan una muy buena parte del territorio estatal y han desatado el terror vía las extorciones, el cobro de piso, el secuestro y otras formas de la delincuencia que ya han comenzado a afectar a la planta productiva del estado.
Para dimensionar la problemática es importante decir que Guanajuato es la primera entidad que, en 2020, acumula ya más de mil homicidios dolosos, con una cifra de 1,163 víctimas: 462 en enero, 348 en febrero y 353 en marzo; esto hace un promedio diario de 12.9 víctimas por día, el cual es el mayor promedio jamás registrado en esta entidad, y que alcanza ya niveles semejantes a los que se registraron en Chihuahua y Guerrero en el año 2011.
En el recuento del primer trimestre de este 2020, el Estado de México aparece como la segunda entidad con más homicidios dolosos en el país, con 730 víctimas. Este dato permite dimensionar el infierno que se vive en Guanajuato, pues, con tres veces más población, el estado de México tiene el 62.7% del número de asesinatos registrados en el estado del Bajío mexicano.
En tercer sitio entre los 10 estados con más violencia asesina en México se ubica Michoacán, con 680 víctimas; el dato es relevante porque este estado no ocupaba este lugar en 2019. Le sigue en este orden Chihuahua, con 638 casos; y enseguida está el estado de Baja California, con 627 homicidios intencionales. Destaca también que en este primer trimestre esta entidad baje al quinto sitio, cuando en 2019 fue la segunda con mayor número de asesinatos.
Las otras cinco entidades con alto número de homicidios son Jalisco, con 528 víctimas; Guerrero, con 384; Ciudad de México, con 362; Sonora, con 338; y Veracruz, con 334.
Nuevamente, a fin de dimensionar la urgencia de que la Federación intervenga con mayor decisión en Guanajuato, dado que su gobierno estatal es totalmente incompetente de hacerlo, es que, en ese estado se han asesinado durante el primer trimestre del año, más personas que en la Ciudad de México, Sonora y Veracruz juntos.
Un dato que permite dimensionar la magnitud de la crisis de la violencia homicida, respecto de la dimensión poblacional, es la tasa de homicidios; en este caso, se estima calculando el número de víctimas respecto del total de la población estatal. Para todo el país, la tasa estimada por el SESNSP es de 5.7 homicidios por cada 100 mil habitantes, considerando sólo los primeros tres meses de este 2020. En ese sentido es importante decir que el acumulado para el 2019 fue de 23.24 homicidios intencionales por cada 100 mil personas.
Así las cosas, el estado que registra la mayor tasa de homicidio doloso es Colima, con un indicador de 20.63 víctimas por cada 100 mil habitantes en la entidad; en segundo lugar se ubica Baja California, con 15.87; en tercer sitio está Chihuahua, con 14.65; le sigue Guanajuato con 13.6; y en quinto sitio se ubican Michoacán y Quintana Roo, con tasas de 10.96 y 10.91 asesinatos por cada 100 mil habitantes, respectivamente.
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