El 10 de mayo no solo es una fecha para festejar a las mujeres que son madres: también es una oportunidad de reflexionar sobre la salud reproductiva, la planificación familiar y la situación que ante estos temas enfrentan la población más joven, en especial, las madres jóvenes.
Por Jonathan Rubio
El embarazo a edades tempranas, especialmente durante la adolescencia y en mujeres jóvenes que aún están en edad de asistir a la universidad, afecta la salud, el acceso a diversas actividades recreativas, los ingresos presentes y futuros del hogar, así como el acceso a actividades sociales y laborales que deprimen el nivel de desarrollo humano de la población joven que se encuentra en edad reproductiva.
En especial, el embarazo adolescente ha cobrado relevancia derivado de que México cuenta con la tasa más alta de los países miembros de la OCDE en cuanto a este fenómeno.
Adicionalmente, el desconocimiento y la falta de uso de métodos anticonceptivos aún es una situación de gran importancia entre la población que ha iniciado su vida sexual, lo cual representa una vulnerabilidad ante las infecciones de trasmisión sexual y los embarazos no deseados, no sólo en adolescentes, sino durante toda la vida reproductiva.
Actualmente casi 22 millones de mujeres que tienen entre 15 y 49 años son madres de al menos un hijo vivo.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018 (ENADID 2018), al momento de levantar la encuesta (entre el 13 de agosto y el cinco de octubre de 2018), casi 939 mil mujeres se encontraban embarazadas.
El 48% de las mujeres de entre 15 y 49 años que en ese momento se encontraban embarazadas tenían 24 años o menos: el 19% de ellas tenía menos de 19 años, y otro 29% entre 20 y 24 años.
Es relevante que un 19% de las adolescentes de entre 15 y 19 años que se encontraban embarazadas ya tenían por lo menos un hijo. En el grupo etario de mujeres de entre 20 y 24 años, esta misma proporción incrementa a 58 por ciento.
De esta manera, se observa que las madres jóvenes que tuvieron un hijo antes de los 19 años, tiene más probabilidades de un embarazo antes de los 24 años.
Si bien las tasas de fecundidad han disminuido significativamente con el paso del tiempo, aún existen cifras que muestran una falta de planificación familiar.
Mientras que en 1960 la tasa global de fecundidad era de siete hijos por mujer, para 2018 se espera que al final de su vida reproductiva, las mujeres mexicanas tengan únicamente dos hijos. Entre 2009 y 2018 la tasa de fecundidad ha disminuido un 8 por ciento.
El número de hijos por cada 100 mil mujeres también ha disminuido, sin embargo, en las adolescentes esta cifra aún mantiene cifras considerablemente altas.
En 2018, por cada 100 mil mujeres de entre 15 y 19 años, se registraron 71 nacidos vivos: si bien es menor a los 77 nacidos por cada 100 mil adolescentes que se registraron en 2014, cifra que posicionó a México en el primer lugar de embarazo adolescente de los países miembros de la OCDE, esta cifra aún es alarmante.
El número de nacidos por cada 100 mil habitantes incrementa entre las jóvenes de entre 20 y 24 años, ya que se registran 118 nacimientos por cada mil mujeres. Cabe mencionar que este grupo etario cuenta con la tasa de fecundidad más alta de la población femenina mexicana. Esto significa que, relacionado con el número de mujeres que se encuentran en este rango de edad, en este grupo etario se comaoncentra la mayor cantidad de nacimientos.
La ENADID 2018 también reveló que de las más de 180 mil adolescentes de entre 15 y 19 años que se encontraban embarazadas al momento de levantar la encuesta, el 46% de ellas hubiera preferido esperar o no embarazarse.
Este mismo deseo respecto de la situación de embarazarse lo expresó el 34.5% de las mujeres que tienen entre 20 y 24 años.
Si se toma en cuenta el total de mujeres de entre 15 y 49 años que al momento de levantar la ENADID de 2018 se encontraban embarazadas, el 35.6% declaró que hubieran preferido no estarlo, es decir, cuatro de cada 10 mujeres embarazadas hubieran preferido esperar o no embarazarse.
La promoción y el uso de anticonceptivos juega un papel medular en la política pública de salud reproductiva y de planificación familiar. Al considerar también el número de embarazos no planeados, resulta imprescindible conocer el uso de estos métodos.
A nivel nacional, la edad mediana al inicio de la vida sexual de las mujeres es a los 17.5 años. Llama la atención la condición del uso de algún método anticonceptivo en la primera relación sexual, ya que el 59.4% de las mexicanas refirieron que no utilizaron método alguno.
Si esta cifra se compara con el resultado de la ENADID de 2014 cuando esta misma proporción fue del 65.7% de las mujeres, para 2018 se tiene una reducción de 6.3 puntos porcentuales.
Al hacer un desagregado por grupos de edad, entre las jóvenes de 20 a 24 años y las adolescentes de entre 15 a 19 años la proporción de quienes declararon que no utilizaron método anticonceptivo en su primera relación sexual es menor respecto del resto de los grupos etarios.
Pero esta cifra aún es alta: 40.1 de las jóvenes de entre 20 y 24 años y un 40% para las jóvenes de entre 15 y 19 años no se protegieron. Esto significa que, cuatro de cada 10 mujeres de entre 15 y 24 años no utilizaron métodos anticonceptivos en su primera relación sexual.
Entre las adolescentes la principal razón de no haber usado métodos anticonceptivos en su primera relación sexual es que no tenían planes para tener relaciones sexuales, ya que así lo declaró 17.3%; la segunda razón más frecuente es el desconocimiento de los métodos, y otro 15.7% declaró que confiaba en no quedar embarazada.
Entre las jóvenes de entre 15 y 24 años, el principal motivo de no haber utilizado preservativo también es que no tenían planeado tener relaciones sexuales (así lo declaró el 37%), mientras que la segunda razón más común fue el desconocimiento de los métodos anticonceptivos, y un 13% más aseguró que confiaba en no quedar embarazada.
Otras razones que involucran alrededor del 13% de los motivos por las que no se usó anticonceptivo en la primera relación sexual, es que las mujeres encontraron que su pareja se opuso a su uso; que ellas no estaban de acuerdo en utilizarlos, o por pena.
La ENADID también identifica el número de hijos que las mujeres desean, o que les hubieran deseado tener al final de su vida reproductiva, es decir, el número ideal de hijos. De esta manera, es posible identificar a quienes han tenido más y menos hijos de que ellas consideran ideal y las razones de sus respuestas.
El número de mujeres que declaran que han tenido más o menos hijos del número ideal está relacionado con la edad: conforme incrementa la edad, el número de mujeres que afirma que han tenido más hijos del ideal incrementa.
De acuerdo con ENADID 2018, 3.1 millones de madres de entre 15 y 49 años declararon que han tenido más hijos del que les hubiera gustado tener, mientras que casi 8 millones, consideraron que han tenido menos hijos de los que deseaban.
De las mujeres que consideraron que han tenido más hijos del ideal, el 36% declaró que se debe a que no utilizaron métodos anticonceptivos, y otro 7% declaró que no los conocían.
Un 27% más declaró que se debió al fallo del método anticonceptivo, mientras que, el 19% señaló que tuvieron más hijos del ideal porque su pareja quería más hijos. Un aspecto relevante entre las madres adolescentes de entre 15 y 19 años que han tenido más hijos del que ellas consideraban como un número ideal es que, el 14% declaró que no conocían los métodos.
Las madres de entre 15 y 24 años que declararon haber tenido más hijos de los que hubieran deseado tener, en la mitad de los casos la principal razón por la que los tuvieron es la falta de uso de anticonceptivos.
Esta es la principal razón entre las madres jóvenes y adolescentes, y concentra el porcentaje más alto del resto de los grupos etarios de las mujeres en edad reproductiva.
La segunda razón por la que las jóvenes y adolescentes consideraron que han tenido más hijos del ideal, es el fallo del método anticonceptivo. Así lo declaró el 25% de las madres adolescentes de entre 15 a 19 años y el 28% de las madres jóvenes de entre 20 a 24 años.
En cuanto a las madres que consideran que han tenido menos hijos del ideal, el 33% señaló que esperan tener más hijos, sin embargo, la segunda razón por la que no han tenido más hijos tiene qué ver con la situación económica.
El 21% de las madres mexicanas a las que les hubiera gustado tener más hijos, declaró que la razón por la cual no tienen más es por la falta de dinero.
Otra razón relevante que ha impedido que las madres mexicanas tengan el número de hijos deseado son los motivos de salud, con un 17%; otro 7% declaró que se debe a la falta de pareja; el 6% declaró que se debe a que ellas o sus parejas están operadas para no tener más hijos, y un 12% más declaró alguna otra razón, por ejemplo, que se encuentren estudiando.
Esta situación refiere la necesidad de reforzar la política de planificación familiar y de prevención del embarazo juvenil y adolescente, así como campañas en las que se promueva el uso de los diversos métodos anticonceptivos.
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