Una vez trascurridas once de las trece semanas de campaña, se han detectado 535 encuestas nacionales sobre la elección por la Presidencia de la República del próximo 2 de junio de 2024, producto de ejercicios bajo la responsabilidad de un total de 45 distintas casas encuestadoras, distribuidas de manera más o menos equilibrada según el modo fundamental de aproximación utilizado en sus estudios (Gráfico 1a).
Escrito por: Ricardo de la Peña
Gráfico 1a. Encuestadoras con estudios nacionales sobre la elección para la Presidencia de la República detectadas según modo de aproximación
Gráfico 1b. Encuestas nacionales para la elección por Presidencia de la República detectadas hasta el 15 de mayo de 2024 según modo de aproximación
Tres cuartas partes de estas encuestas corresponden a ejercicios mediante entrevistas automatizadas, la mitad del total a estudios realizados mediante entrevistas telefónicas con respuesta de voz interactiva y una cuarta parte mediante entrevistas a través de la red mundial. El método más tradicional de encuestas, las entrevistas presenciales, representan ahora solamente 12 por ciento del total de mediciones difundidas, mientras que las encuestas telefónicas a través de operador representan 13 por ciento de casos del total de encuestas detectadas (Gráfico 1), por lo que los modos de aproximación personalizados representan en conjunto apenas la cuarta parte restante del total de estudios.
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El volumen de encuestas detectadas ha aumentado de manera significativa a partir del arranque formal de las campañas, pues si antes se tenían volúmenes próximos a una docena de encuestas por semana, esta cantidad ha llegado a situarse por encima de los treinta estudios durante el período de campañas (Gráfico 2). Al aplicar un doble filtro para detectar lo que se considerarán como encuestas recientes, uno por corresponder al período inmediato posterior al segundo debate y otro por ser la medición de fecha más próxima de una casa encuestadora dada, se tiene una selección de 21 encuestas más recientes realizadas después del primer debate y antes del segundo.
Gráfico 2. Encuestas nacionales para la Presidencia de la República detectadas luego de ocho semanas de campaña por semana de terminación
Veamos ahora qué impacto tuvo el segundo debate en las intenciones de voto de la ciudadanía. Cuando lo que se observan son los resultados sobre quién ganó el segundo debate de los 16 ejercicios realizados de manera inmediata posterior al evento que fueron detectados, se encuentra que Claudia Sheinbaum alcanzaría 55 por ciento de las referencias, 24 puntos por encima de Gálvez, que llegaría a 31 por ciento de referencias, mientras que Máynez lograría 14 por ciento de respuestas /Gráfico 3).
Gráfico 3. Estimaciones detectadas sobre quién ganó el segundo debate entre candidaturas a la Presidencia de la República
La relación relativa entre las dos principales candidaturas se ha conservado cuando lo que se observa no son ya las encuestas inmediatas, con todas sus limitaciones técnicas y metodológicas, sino el conjunto de mediciones nacional ordinarias que se han publicado con fecha de terminación posterior al segundo debate —aunque se nota un ajuste a la baja en el caso de la tercera candidatura, que se estima en promedio en diez puntos por las encuestas ordinarias—. Así, las encuestas posteriores al segundo debate muestran una contienda que se cerró entre los dos primeros lugares luego del segundo debate en torno a cuatro puntos porcentuales, de una distancia media de 28 a 24 puntos (Gráfico 4).
Gráfico 4. Intenciones definidas de voto de las encuestas nacionales para la elección por la Presidencia de la República antes y después del segundo debate
Gráfico 5. Media móvil treta-semanal de las estimaciones de encuestas nacionales para la elección por la Presidencia de la República por semana de terminación
Habría que considerar sin embargo, la posibilidad de que no sea el evento en específico el que ajusto las preferencias. Cuando, como se ve en el Gráfico 5, se observan las estimaciones promedio tetra-semanales de las encuestas nacionales para la elección por la Presidencia de la República se nota un declive sistemático en las preferencias para la líder que le ha llevado a la reducción de cuatro puntos, mismos que se han trasladado al tercer lugar. De esta manera, podría decirse que los datos estarían mostrando una estabilidad de las intenciones de voto por Gálvez y un corrimiento de respaldos de Sheinbaum hacia Máynez.
Gráfico 6. Media móvil tetra-semanal por encuestadora de las estimaciones nacionales presenciales para la elección por la Presidencia de la República
Este movimiento también se registra cuando se consideran solamente las encuestas presenciales y no la totalidad de estudios (Gráfico 6), con una diferencia: la caída de Sheinbaum se registra en un punto de corte posterior al primer debate. Esto pudiera ser efecto del retardo en la publicitación de resultados de diversas encuestadoras que realizan sus estudios mediante entrevistas presenciales, por lo que las estimaciones para las últimas semanas pudieran todavía ajustarse en el curso de los próximos días.
Gráfico 7. Intenciones definidas de voto por las encuestas nacionales recientes para la elección por la Presidencia de la República según modo de aproximación
Es así como a la fecha de corte de los datos que se emplean para este análisis, el día 15 de mayo de 2024, el margen de ventaja medio entre las dos principales candidaturas en las 21 estimaciones más recientes publicadas por diferentes encuestadoras luego del segundo debate se ubicaba en 24 puntos, con una distancia menor a veinte puntos en el promedio de encuestas mediante respuesta de voz automatizada, ubicándose por debajo de la media global, en sólo veinte puntos, las tres encuestas por entrevistas presenciales, mientras las telefónicas personales encontraban una distancia mucho mayor (Gráfico 7).
Como puede verse en el Gráfico 8, las variaciones en las estimaciones por candidatura del conjunto de encuestas nacionales posteriores al segundo debate presentan una brecha más amplia en el caso de Gálvez que en el de Sheinbaum, aunque los rangos de diferencia porcentual entre las mediciones son similares: de tres décimas del total. Empero, ello ha permitido que existan mediciones que ubican como líder a quien en el promedio se sitúa en el segundo lugar.
Gráfico 8. Variación en las intenciones definidas de voto por las encuestas nacionales recientes para la elección por la Presidencia de la República según candidatura
Estos registros donde cambia quién ocupa el liderato han afectado a mediciones automatizadas (Gráfico 9) y no a aquellas realizadas mediante entrevistas personalizadas. Es destacable que, frente a la elevada variabilidad de las mediciones por modos no tradicionales, en el caso de las encuestas mediante entrevistas presenciales la desviación típica en el margen de ventaja de las mediciones es sumamente reducida.
Gráfico 9. Variación en las intenciones definidas de voto por las encuestas nacionales recientes para la elección por la Presidencia de la República según modo de aproximación
Como puede observarse en el Gráfico 10, que presenta el mapa de las estimaciones de intenciones definidas de voto para las dos principales candidaturas presentadas por las distintas encuestadoras durante todo el actual proceso electoral, las mediciones que ubican a Gálvez en el primer lugar están fuera de la distancia de dos desviaciones estándar respecto al promedio de las encuestas, aunque debe mencionarse que en el otro extremo también existe un par de encuestadoras con mediciones anómalas por ser muy favorables a Sheinbaum.
Gráfico 10. Mapa de estimaciones de la intención definida de voto para las dos mayores candidaturas por las encuestas nacionales para la elección por la Presidencia de la República
Si lo que ahora se observa, como se muestra en el Gráfico 11, es el mapa de las estimaciones de la intención definida de voto para las dos mayores candidaturas de las últimas mediciones de las distintas encuestas nacionales presenciales sobre la elección por la Presidencia de la República publicadas durante el período de campañas, se puede observar que nueve estimaciones se encuentran dentro del margen de dos desviaciones típicas respecto al propio conjunto de encuestas, existiendo solamente una encuesta que puede considerarse como atípica.
Gráfico 11. Mapa de estimaciones de la intención definida de voto para las dos mayores candidaturas por las encuestas nacionales presenciales para la elección por la Presidencia de la República durante el período de campaña
El aumento en la cantidad de encuestas detectadas durante la campaña es producto fundamentalmente de la disposición pública de dos series de encuestas nacionales de seguimiento diario de las preferencias por la Presidencia de la República, ambas realizadas mediante entrevistas con respuesta de voz interactiva, llamadas robotizadas (Gráfico 12).
Gráfico 12. Encuestas nacionales para la elección por la Presidencia de la República detectadas por semana de terminación según modo de aproximación
La neutralización esperada de “efectos de casa” en las dos series de seguimientos diarios mediante entrevistas telefónicas automatizadas no se ha dado. De hecho, como se ve en el Gráfico 13, ambas series mantienen divergencias entre ellas, mostrándose una elevada estabilidad en las mediciones de Rubrum y mayores oscilaciones, sobre todo recientemente, en la serie de Massive Caller, que le ha llevado incluso a cambiar el ordenamiento y por ende el liderato en cinco ocasiones durante las últimas dos semanas.
Gráfico 13. Intenciones definidas de voto de las series de encuestas nacionales de seguimiento diario para la elección por la Presidencia de la República
En resumen: el rendimiento en los debates le ha permitido a Gálvez sostener sus preferencias, mientras que Sheinbaum las ha visto reducirse debido al crecimiento de Máynez, quien se ubica ya en dos dígitos. Esto ha provocado un cierre en el margen de ventaja de la líder, que se ubica ahora apenas por encima de los veinte puntos en promedio, acorte que pudiera resultar insuficiente para un cambio en el orden de las competidoras dado lo próximo de la elección. Sin embargo, no hay que dejar de considerar la varianza entre las estimaciones, por lo que el resultado real de las elecciones pudiera no ser necesariamente coincidente con el promedio, como ha ocurrido en todas elecciones presidenciales desde el año 2000.
Nosotros todavía presentaremos un nuevo análisis del estado de las preferencias al cierre de las campañas. Y, desde luego, después de los comicios, el balance de la exactitud que se haya logrado en las mediciones por encuesta una vez que se haya celebrado la elección presidencial, poniendo énfasis —como se ha venido haciendo a lo largo de esta serie de ensayos— en las diferencias entre los distintos modos de aproximación por encuestas hoy disponibles que compiten en el espacio público por la presencia y credibilidad.
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