Algunos de los estados del país han tenido la mala fortuna de que diferentes tipos usen el puesto de gobernador para enriquecerse sin llenadera.
Puedes seguir al autor Fernando Székely Aburto en Twitter @Szekelyaburtoro
La figura del gobernador corrupto en México nos la sabemos todos, pero hay estados en los que más de uno de estos sospechosos han hecho lo que han querido.
Al final el pueblo paga los platos rotos, al final es la gente la que tiene que vivir las consecuencias.
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Veracruz
Fidel Herrera Beltrán (PRI, 2004 a 2010) nunca ha estado preso, pero lo acusan de todo porque cuando fue gobernador de Veracruz parecía cercano a los Zetas y se supone que compró medicinas falsas para niños con VIH y Cáncer, mas información aquí.
El siguiente jefe del estado fue Javier Duarte (2010 a 2016, PRI).
Desvió cientos de millones de pesos, cuadruplicó la deuda , ordenó decenas de desapariciones forzadas, dio medicinas falsas a niños con cáncer y huyó del país en 2016 cuando lo empezaban a investigar.
Desfalcó al estado. Está preso, lo arrestaron en 2017 en Guatemala.
Flavio Ríos Alvarado (PRI, 2016) tuvo la chamba un mes. Lo metieron al tambo por ayudar a Duarte a escaparse.
Hoy Veracruz todavía no se recupera. Por el saqueo generacional, 58% de las personas del estado viven en la pobreza, la violencia entre 2015 y 2020 llegó a niveles locos y hay de las tasas más altas de asesinatos a periodistas y policías en el país.
Tamaulipas
Tomás Yarrington (PRI, de 1999 a 2004) la llevaba con el Cártel del Golfo desde que era candidato, pero además aceptaba sobornos de empresarios, lavaba dinero y tenía propiedades en EU que valían millones .
Lo arrestaron en 2017 en Italia. El mismo año cayó igual Eugenio Hernández Flores (2005-2010, priista) por lavado de dinero.
Egidio Torre Cantú (PRI) tuvo la chamba de 2011 al 2016. En 2018 lo empezó a investigar la UIFE de Tamaulipas porque operaba una red de empresas fantasmas con la que le bajó más de 600 millones de pesos al estado.
Y cada vez hay más pruebas de que Francisco García Cabeza de Vaca, panista y gobernador actual, tiene vínculos con el Cártel del Golfo.
Además de que Emilio Lozoya lo nombró por recibir moches por lo de la reforma energética, la UIF lo acusa de corrupción, fraude fiscal y lavado de dinero.
Sigue siendo gobernador.
En Tamaulipas la violencia se disparó de 2011 a 2012 y luego otra vez de 2017 a 2018, pero todavía hoy es de los estados más inseguros. Torre Cantú dejó una deuda eterna que luego alimentó Cabeza de Vaca.
Es el ciclo triste de la corrupción sistematizada. Los políticos se crían en un sistema en el que ven que sus jefes hacen transas, que la llevan con el narco, y cuando pueden hacen exactamente lo mismo.
El PRI ganaba siempre en Tamaulipas hasta que llegó Cabeza de Vaca. Su gobierno fue un ejemplo más de que en México las ‘transformaciones’ políticas son falsas.
Quintana Roo
Mario Villanueva Madrid, gobernador priista de Quintana Roo de 1994 a 1999, fue el primer gobernador corrupto que se hizo famoso.
Cuando se fugó en 1999, antes de terminar su administración, se le acusaba de lavado de dinero y vínculos con el narco. Lo arrestaron en 2001 en Cancún y en 2010 lo extraditaron a EU.
Roberto Borge (2011 a 2016) fue de la generación de los priistas jóvenes amigos de Peña. Se coludió con el crimen organizado, robaba. Lo arrestaron en 2017.
Quintana Roo tiene una de las deudas más grandes del país , vive una epidemia de abuso policial, (Borge además pasó leyes para que el gobierno pudiera disolver marchas o manifestaciones sociales) y buena parte de su población vive marginada.
Un problema crónico.
Podría seguir con la lista. Chiapas (Juan Sabines, Manuel Velasco), Michoacán (Fausto Vallejo, Leonel Godoy) y otros también han sido saqueados por más de un gobernador corrupto.
El 95% han sido priistas. El 80% eran amigos de Peña. Estos personajes, cuando huyen, se hacen famosos.
Uno tras otro repiten patrones: roban, se coluden con el narco, se llevan entre las patas a los sectores básicos de sus estados, se vuelven tan locos que la gente se da cuenta de todo y huyen.
Después, eventualmente, los cachan y desde la cárcel lo cuentan todo. No volvemos a saber de ellos hasta que ya son otras personas.
Vivimos en un sistema en el que la mayoría de la gente que se mete al gobierno solo quiere enriquecerse.
Algunos de los que eran inocentes terminan corrompidos por la máquina de la política, porque hay que ensuciarse para llegar a algún lado.
Tenemos política corrupta para rato, que no te mientan, porque esto de que Morena es diferente al PRI y al PAN no lo compro.
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