La deserción escolar es un problema complejo que afecta a estudiantes en todo el mundo, y su prevención debe comenzar mucho antes de la escuela secundaria. Los estudios muestran que aquellos estudiantes que comienzan a mostrar señales tempranas de desconexión en la escuela intermedia tienen mayores probabilidades de abandonar sus estudios durante la secundaria (Balfanz, 2009). Esta guía, dirigida a padres y cuidadores, proporciona estrategias y recursos para ayudar a los estudiantes a mantenerse encaminados hacia la graduación.
México Social / Redacción
Signos tempranos de deserción
El proceso de abandono escolar suele comenzar con señales tempranas que, si se identifican a tiempo, pueden ser abordadas para evitar su agravamiento. Algunos de estos signos incluyen baja asistencia, malas calificaciones en asignaturas clave y la repetición de grados escolares. Según Kennelly y Monrad (2007), estos indicadores son fundamentales para prever un posible abandono.
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Importancia de graduarse
Graduarse de la escuela secundaria tiene un impacto significativo en la vida de los estudiantes. Un graduado puede ganar, en promedio, $7,840 más al año que una persona que no completó la secundaria (Snyder y Dillow, 2011). Además, aquellos que completan su educación tienen menos probabilidades de participar en actividades criminales y sufren menos problemas de salud (Christle, Jolivette y Nelson, 2007).
1. Compromiso de los padres
Los estudiantes cuyos padres se mantienen involucrados en su educación tienen mejores índices de asistencia, calificaciones más altas y mayores probabilidades de graduarse (Henderson y Mapp, 2002). Para apoyar a sus hijos, los padres deben hablar con ellos sobre la importancia de obtener un diploma, supervisar su asistencia y rendimiento académico, y mantener una comunicación constante con los maestros y consejeros escolares.
2. Intervenciones tempranas
El uso de sistemas de advertencia temprana puede ser una herramienta eficaz para identificar a estudiantes en riesgo de abandonar la escuela. Estos sistemas permiten a los padres y educadores tomar medidas preventivas antes de que el problema se agrave (Balfanz, 2009).
3. Participación en actividades extracurriculares
Incentivar la participación de los estudiantes en actividades extracurriculares, como deportes, clubes o programas de verano, puede aumentar su compromiso con la escuela y mejorar su rendimiento académico (Hayes et al., 2002).
Conclusión
La prevención de la deserción escolar es un esfuerzo conjunto entre la familia, la escuela y la comunidad. A través de la identificación temprana de señales de riesgo, el compromiso de los padres y la implementación de estrategias de apoyo, es posible asegurar que los estudiantes permanezcan en la escuela y logren graduarse, lo que les brinda mejores oportunidades laborales y de vida.
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