A pesar de los avances sustantivos en cuestión de género, en nuestro país aún quedan algunas brechas por cerrar, ya que persisten condiciones estructurales de desigualdad e inequidad y uno de los principales temas pendientes es el relativo al ingreso por trabajo. Aquí presentamos algunos de los aspectos sobre los que vale la pena reflexionar
De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del INEGI, las mujeres constituyen el 35.1% de la población total ocupada en el país. No obstante, no existe en nuestro país una distribución salarial equitativa, como lo demuestran los siguientes datos:
- Del millón 237 mil 535 personas que trabajan como funcionarios, directores y jefes (es decir, en puestos de altos mandos), 769 mil 750 son hombres y solo 467 mil 785 son mujeres. Esto significa que hay un 31% más de hombres ocupando estas posiciones.
- Respecto de los ingresos de más de 10 salarios mínimos, 21.42% de los hombres los obtienen y únicamente 13.23% de las mujeres; es decir, en cualquier nivel las mujeres siguen percibiendo una menor remuneración en comparación con los hombres.
- Asimismo, de las 8 millones 561 mil 591 personas empleadas en nuestro país como profesionistas y técnicos, 61% son hombres y 40% mujeres, una diferencia de más de 1 millón 827 mil 737. Destaca que 9.45% de los hombres profesionistas y técnicos reciben más de 10 salarios mínimos, mientras que solamente 5.96% de las mujeres con el mismo perfil los ganan; además, 2.37% de estos hombres y 2.75% de estas mujeres reciben hasta 1 salario mínimo por su trabajo.
- Entre las ocupaciones en las que se encuentran empleadas un mayor número de mujeres está la de trabajadores auxiliares en actividades administrativas, en la que 59.76% son mujeres y 40.23% son hombres. Sin embargo, al observar la remuneración salarial obtenida en esta actividad, una vez más los hombres presentan mayores ingresos que las mujeres: 11.87% de los hombres ganan de 5 a 10 salarios mínimos, mientras que para las mujeres este porcentaje es de 9.06%. Si se toma en consideración la población que gana más de 10 salarios mínimos, 3.07% son hombres y 1.41% son mujeres.
Otras ocupaciones en donde el porcentaje de hombres que gana más de 10 salarios mínimos es mayor al de las mujeres son: a) comerciantes, empleados en ventas y agentes de ventas; b) trabajadores en servicios personales y vigilancia; c) trabajadores en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, pesca y caza; d) trabajadores artesanales; e) operadores de maquinaria industrial, ensambladores, choferes y conductores de transporte, y f) trabajadores en actividades elementales y de apoyo.
Un indicar más de la desigualdad de género es el trabajo no remunerado: de acuerdo con el INEGI, a nivel nacional 68.8 millones de personas mayores de 12 años realizan trabajo no remunerado, de los cuales, 63% son mujeres (43.2 millones). Asimismo, 89% de las mujeres han realizado trabajo no remunerado, cifra que contraste con el 57% registrado en el caso de los hombres.
Las principales actividades que las mujeres realizan sin remuneración se ubican muy por arriba del porcentaje reportado para los hombres:
- 89% de las mujeres prepara o sirve alimentos para su familia, en contraste con 53% de los hombres
- 94% de mujeres limpia su casa, lava o plancha la ropa de su familia contra 65% reportado para el indicador masculino
- 82% de las mujeres hace las compras para la comida o la limpieza, mientras que para los hombres el porcentaje es de solo 68%
El hecho de que gran parte del trabajo no remunerado se concentre en actividades relacionadas con el cuidado del hogar y sus integrantes evidencia la falta de equidad de género, pues la población masculina que no realiza actividades sin remuneración es el 40.5%, mientras que la proporción para las mujeres es de sólo 10%.
Asimismo, el INEGI ha documentado que, la carga de horas dedicadas al trabajo doméstico no remunerado sigue recayendo en las mujeres, ya que al menos dos de cada tres son aportadas por ellas. Por otro lado, el valor económico de esta actividad en 2016 ascendió a 4.6 millones de pesos, lo que representa 23.2% del PIB nacional.
Estos datos son un reflejo del mundo laboral en México, el cual sigue presentando enormes retos para lograr la equidad entre mujeres y hombres, pues a ellas se les asignan de manera mayoritaria los cargos y oportunidades laborales con menor remuneración económica, y prácticamente continúa siendo “su responsabilidad” la realización del trabajo doméstico no remunerado.