Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, señaló recientemente que EUA y América Latina “necesitan establecer un diálogo renovado para enfrentar los desafíos que presenta la actual crisis” del COVID-19.
“Se perderá más de una década de avances: hacia finales de 2020, el PIB per cápita de la región habrá perdido más de 10 años de crecimiento y los niveles de pobreza verán un retroceso de 14 años”, advirtió.
Por ello, para Bárcena, un diálogo con la nación norteamericana será la forma de encaminar a la región hacia una recuperación con igualdad y sostenibilidad ambiental.
“Será la peor crisis en un siglo para América Latina y el Caribe: el PIB se contraerá -9.1%, el desempleo regional llegará al 13.5%, 231 millones de personas más quedarán en situación de pobreza y 98 millones en pobreza extrema”.
En este contexto, EUA y América Latina deben basar su comunicación en elementos clave como: acceso al financiamiento externo, acceso más amplio al mercado estadounidense en el contexto de la nueva geografía económica global, incentivos para la ubicación de proveedores en sectores más cercanos y la diversificación de la fuentes de suministros latinoamericanos.
La secretaria explicó que en materia de financiamiento externo será fundamental asegurar la emisión de nuevos Derechos Especiales de Giro y relocalizarlos hacia los países de ingresos medios y otras herramientas regionales especiales.
Las importaciones de Estados Unidos desde la región cayeron 20.5% en el primer semestre de 2020, en comparación con 2019), de acuerdo con la Cepal. “Sectores como los vehículos, repuestos y motores, turismo, entretención y hotelería han sido los más afectados, con un impacto aún mayor en los países del Caribe”.
En este contexto, será crucial incrementar la capitalización de los bancos regionales de desarrollo, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y otras instituciones financieras similares e interrumpir temporalmente las evaluaciones de la deuda soberana de los países que hacen las agencias calificadoras de riesgo.
“Aún persiste la incertidumbre acerca de qué tipo de recuperación tendremos y qué medidas de política económica se necesitarán para enfrentar la emergencia y apuntalar la recuperación”, advirtió.
Explicó que es necesario mejorar las metodologías de evaluaciones crediticias con mayor transparencia, la elección del momento más oportuno para realizarlas, flexibilidad y rendición de cuentas.
Estas son las cinco propuestas que la Cepal ha dado a conocer para la recuperación de la región en el corto plazo:
-Entrega de un ingreso básico de emergencia por seis meses para la población que vive en situación de pobreza, acompañado de un bono contra el hambre.
-Extensión de los plazos de pago y períodos de gracia para las pequeñas y medianas empresas.
-Políticas fiscales y monetarias expansivas para apoyar un período más largo de gasto (que será estructural) con instrumentos no convencionales.
-Pactos políticos y fiscales hacia una protección social universal, progresiva y redistributiva.
-Acceso a financiamiento en condiciones favorables para los países de ingresos medios.
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