Evolución reciente de la pobreza en Chiapas II

En este artículo se continúa con la descripción de los cambios en la pobreza en la región sur, en particular en el estado de Chiapas. Dicha región concitó el interés porque la pobreza multidimensional no aumentó a consecuencia del paro sanitario de 2020 sino disminuyó a contrapelo de lo que ocurrió en el país.

Escribe: Fernando Cortés Cáceres

En particular, en la entrega publicada el mes anterior en México Social, se mostró que en Chiapas la pobreza multidimensional se redujo 2.5 puntos porcentuales (p.p.) entre 2018 y 2020 y la pobreza extrema en 1.6 p.p. en ese mismo lapso. En el período de recuperación, entre los años 2020 y 2022, su prevalencia pasó de 75.5 por ciento a 67.4 por ciento, sin embargo, la caída en la pobreza extrema fue leve; en 2020 su prevalencia fue del 29.0 por ciento y en 2022 de 28.2 por ciento.

Además, el articulo citado mostró que la caída de la pobreza y pobreza extrema multidimensional se originó principalmente en el abatimiento de la pobreza y pobreza extrema por ingreso. El otro componente de la pobreza multidimensional, las carencias, o bien jugaron un papel neutral (la población con al menos una carencia social varió entre 89% y 90% durante todo el período) o presionó al alza: la población con tres o más carencias sociales se elevó continuamente de 45.5 por ciento de la población en 2016, a 56.5 por ciento en 2022 bajo el impulso de la carencia en salud.

La disminución de la pobreza monetaria se puede originar tanto en el comportamiento del ingreso como por su redistribución. La caída por el primero, efecto ingreso, responde al aumento generalizado en los ingresos de los hogares, un caso límite, a modo de ejemplo, consistiría en un reajuste de los ingresos en la misma proporción en todos los grupos domésticos. Mientras que la reducción por el segundo, efecto redistribución, sería el resultado del traslado de ingresos de los grupos más adinerados en favor de los que menos tienen; sin que se altere el total de ingresos a repartir entre todos los hogares. Los efectos ingreso y distribución describen dos situaciones ideales que rara vez se observan en la práctica, en los hechos cualquier cambio en el tiempo es resultado de una mezcla de ambos.

Fuente: Cálculos propios con base en las ENIGH 2016, 2018, 2020 y 2022

A pesar de la crisis de la COVID, a diferencia de lo acontecido en el país en el año 2020, todos los hogares chiapanecos tuvieron más ingreso que en 2018, con excepción de los más adinerados que forman parte del noveno y décimo deciles, lo que indujo una reducción sostenida en la inequidad de los ingresos.

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En lugar de examinar con detalle la información del cuadro se ofrecen tres gráficas que sintetizan los principales cambios observados en la distribución de los ingresos de los hogares chiapanecos entre 2016 y 2022, por deciles de hogares ordenados según su ingreso per cápita.

Fuente: cálculos propios con datos de CONEVAL https://www.coneval.org.mx/Medicion/MP/Paginas/AE_pobreza_2022.aspx

La gráfica muestra que los hogares chiapanecos dispusieron de más recursos en 2018 que en 2016, sus ingresos crecieron a tasa lineal promedio del 1 por ciento al año (línea naranja). Los hogares del segundo al sexto deciles ganaron más que el promedio, mientras que, del séptimo al décimo y el primer decil, menos que el promedio. Además, la gráfica permite apreciar que los hogares del primer decil experimentaron una contracción de sus ingresos, así como el séptimo, octavo y noveno deciles. El conjunto de estos cambios provocó la reducción del índice de Gini en 0.016 puntos.

En la siguiente gráfica se aprecian los principales cambios en la distribución del ingreso en tiempos de pandemia.

A pesar del paro de las actividades económicas no esenciales y la recomendación de restringir la movilidad en el año 2020, el ingreso corriente total en el estado de Chiapas creció a la tasa lineal del 1.1 por ciento anual, presionando así a la reducción de la pobreza monetaria, apoyada por un proceso redistributivo que favoreció a las clases sociales de menores recursos. En efecto, en términos generales la caída en la desigualdad (el índice cayó en 0.016 puntos) se debió en gran medida a las pérdidas experimentada por los hogares localizados en los deciles superiores, particularmente el décimo seguido por el noveno que experimentaron reducciones en sus ingresos del orden del 1.2 p.p.  y 8 p.p. en el lapso de los dos años, que corresponden a una reducción a tasa lineal anual de 0.6 p.p. y 4 p.p. respectivamente (ver gráfica).

Fuente: cálculos propios con datos de CONEVAL https://www.coneval.org.mx/Medicion/MP/Paginas/AE_pobreza_2022.aspx

Durante la etapa de recuperación (2020 a 2022) los ingresos corrientes totales de los hogares chiapanecos aumentaron en 22 por ciento (11 por ciento a tasa lineal anual) lo que dio un fuerte impulso a la reducción de la pobreza monetaria, sin embargo, esta vez la desigualdad en la distribución en el ingreso no jugó un papel importante pues el índice de Gini aumentó, aunque la magnitud fue insignificante (0.002), por lo que la reducción en la pobreza se originó en los recursos económicos que llegaron a manos de los hogares a consecuencia de la reactivación de la economía.

La gráfica muestra que los ingresos crecieron a una tasa lineal del 11 por ciento, y que todos los deciles vieron aumentados sus recursos económicos pero que tendieron a ganar más los hogares ubicados en los deciles superiores.

Fuente: cálculos propios con datos de CONEVAL https://www.coneval.org.mx/Medicion/MP/Paginas/AE_pobreza_2022.aspx

La información presentada en este trabajo muestra que el comportamiento atípico de la pobreza monetaria en el estado de Chiapas se debió al aumento sistemático del ingreso medio de los chiapanecos, aún en año de crisis, ayudado en los bienios 2016 a 2018 y 2018 a 2020 por un proceso redistributivo en favor de las capas sociales más desfavorecidas. Resta por cuantificar en cuánto contribuyen las variaciones observadas en el comportamiento de los ingresos y la desigualdad, al cambio en la pobreza monetaria, además de estimar el efecto que podría imputarse a la operación de los programas sociales de gobierno.

El Dr. Fernando Cortés Cáceres es Investigador Emérito del SNI; de la FLACSO y del COLMEX.