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El Expresionismo y la vivencia de los tiempos actuales

expresionismo

“La forma en que uno ve depende también de un estado emocional de la mente. Esta es la razón por la que un motivo puede ser visto de muchas maneras, y esto es lo que hace que el arte sea tan interesante”. Edvard Munch. desde esta perspectiva, evocar al expresionismo es hoy más que nunca, necesario.

Sigue a la autora Mónica Muñoz en Twitter: @Monimunoz_mx

El expresionismo y el descontento con el mundo

¿Te imaginas sentir un gran descontento ante el mundo que vives que no quieres aceptar la realidad? O ¿te imaginas sentirte defraudado por el sistema, por la modernidad? Pues eso sentían los expresionistas. El expresionismo fue un movimiento de vanguardia que surge en Alemania a principios del siglo XX, y que coincide con el fauvismo francés, con el que tiene algunas circunstancias en común como el rechazo de la mímesis, o los colores violentos, entre algunas cosas.

Definir al expresionismo es un tanto complejo, por ejemplo, Hermann Barh, escritor, dramaturgo, director y crítico austriaco, fue de los primeros autores en aludir al significado del expresionismo, justamente en su obra titulada de éste modo: “El hombre clama por su espíritu, todo en esa época se convierte en único y urgente clamor y el arte clama también en las profundas tinieblas, clama pidiendo ayuda, clama por el espíritu”. (Barh, 1916) El expresionismo alemán aportó un matiz  pesimista, y también a una actitud estética cuyo rastro nos conduce hasta las formas más primitivas del arte aborigen; deformando la realidad, aportando enfoques subjetivos, una catarsis de emociones encontradas.

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El expresionismo y la deformación de la realidad

Expresionistas, como deformadores de la realidad los hubo en otras épocas del arte y allí encontramos a Bruegel, Goya, Van Gogh o El Greco, por citar algunos. Sin embargo, el expresionismo se va a consolidar como expresión estética y artística ante la atmósfera pre-bélica de Alemania cuando artistas de tendencias muy diversas y diferente formación y nivel intelectual se unieron para la creación de un arte más personal e intuitivo, donde predominase la visión interior del artista. Las temáticas expresionistas fueron duras y sórdidas, reflejaban la soledad, la miseria, la muerte, el sexo… Reflejaron la amargura existencialista de esos años, con una visión trágica del ser humano en la que el individuo se siente que va a la deriva en una sociedad moderna, industrializada, donde se ve alienado, y se siente aislado. Este movimiento abarcará muchos campos del arte, como la pintura, la arquitectura, el teatro, el cine, inclusive la filosofía (Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche). Con el expresionismo los nuevos principios del arte son, conceptos como la deformación de la realidad, la expresividad del color y la abstracción de las formas.

El movimiento expresionista

El movimiento se desarrolló principalmente en torno a dos grupos: el grupo “El puente” (Die Brücke), y “El jinete azul” (Der blaue Reiter), y aunque surgen del movimiento, no tienen que ver en común en términos constructivo-plásticos. El grupo de “El puente” nace en Dresde en 1905 y fue liderado por Kirchner; a través de la pintura y la xilografía, y el color sus temas fueron las herramientas para crear obras angustiosas, marginales y desagradables dejando un aspecto inacabado, bruto, salvaje, un dibujo enérgico y convulsionado, cercano al primitivismo que tanto admiraban.

“El jinete azul” surgió en Múnich en 1911, pretendían ser más refinados y espirituales, captar la esencia de la realidad a través de la purificación de los instintos. En vez de deformar, optaron por depurar, llegando así a la abstracción. Formaron parte de este grupo los artistas: Wassily Kandisnky, August Macke, Gabriele Münter, Alexei von Jawlensky, Marianne von Werefkin y Paul Klee.

Pese a sus diferentes propuestas, lo que si comparten y ambos tienen en común es la negativa de aceptar el mundo tal cual es, la protesta contra el estado actual de las cosas circundantes; están en contra del naturalismo, del positivismo, critican al academicismo, y también están en contra del impresionismo por considerarlo un movimiento plástico positivista y poco crítico; rechazan la civilización galopante a la modernidad tecnocientífica; están en contra de la metafísica del progreso y contra desmemoria de la historia presente encallada sólo en términos de futuro.

El expresionismo, un movimiento heterogéneo

Más que una corriente artística fue un movimiento heterogéneo que aglutinó a diversos artistas de diferente formación. Para los expresionistas, el mundo es un mundo destructivo y siniestro que merece la pena denunciar; ellos hablarán de catástrofes, del caos, de la fractura social… Más adelante comprobarían esas premoniciones catastróficas con la Primera y Segunda Guerra Mundial. Expondrán que lo que verdaderamente genera miedo son nuestros propios poderes civilizatorios que nos oprimen… Ellos vivirán en perpetuo estado de angustia, y verán con escepticismo a la modernidad. Presienten que todo se derrumba a su alrededor…Inclusive Adolf Hitler los incluyó en su exposición de “Arte degenerado” de 1937.

El expresionismo tuvo hombres y mujeres artistas. Sin embargo, una gran parte de la historia del arte, ha visto, expuesto y explicado el expresionismo bajo la mirada masculina. Ubicamos inmediatamente a Ernst Ludwig Kirchner, Edvard Munch, Otto Müller, Emile Nolde, Oskar Kokoschka.

Las mujeres en el movimiento del expresionismo

Acerca de las mujeres expresionistas se podría decir de manera general que no tenían acceso a la Academia, por lo que en un inicio ingresaron en diversos talleres de artistas o a escuelas privadas de pintura. Sin embargo, ellas serían: Käthe Kollowitz, Paula Moderohn-Becker, Gabriele Münter (una de las fundadoras del grupo “El Jinete Azul”), Mariane von Werefkin. Entre los trabajos que aportaron un análisis a este cuestionamiento sobre si hubo artistas expresionistas y por qué no se les menciona fueron los estudios desde la crítica feminista en la teoría e historia del arte que se realizó durante los años setenta del siglo XX, y como es el caso de la historiadora Alessandra Comini cuando indagaba sobre este punto al cuestionar: “¿se trata quizá de una cuestión de calidad? ¿No fueron las artistas expresionistas tan buenas como sus colegas del sexo opuesto? ¿O es que, a pesar de una muy buena técnica, las mujeres simplemente no eran tan “expresivas” como sus contrapartes masculinas, y de aquí su justificada omisión de la Tierra del Expresionismo?”. (Reiman, 2007)

Edvard Munch, “El grito”, 1895. Litografía. Washington D.C., National Gallery of Art
Käthe Kollwitz. “El llamado de la muerte” (Del ciclo de la muerte), 1934. Litrografía. Washington, D.C. National Galery of Arts

Lo interesante es cuan presente y evocativo sería reflexionar sobre este movimiento de vanguardia del siglo XX en tiempos actuales.

Käthe Kollwitz

Käthe Kollwitz (1867-1945), pintora y grabadora expresionista, de la cual sus obras llegan a ser tan sombrías como las de Evard Munch. La obra de Kollwitz, se caracteriza por tener una fuerte carga social, pues se centra principalmente en la representación sensible de las clases trabajadoras, los olvidados y marginados. Se casó y tuvo dos hijos, pero su hijo menor Hans, fue llamado a combatir en la Primera Guerra Mundial falleciendo en combate. su trabajo fue perseguido por el régimen nazi, renunció a la Academia y fue privada de su cargo como directora de la clase de grabado. En 1936 se le prohibió participar en exposiciones y vivió recluida en el campo desde 1933 hasta su muerte, en 1945. Fueron sus expresivos grabados de denuncia los que mejor representan a esta extraordinaria artista. Al igual que Edvard Munch, Kollwitz aporta una gran intensidad melancólica. No obstante, como cita Alessandra Comini: “la palabra “guerra” provocaba distintas respuestas pictóricas en ambos: para Munch significaba una batalla a muerte entre los sexos; para Kollwitz significaba el conflicto armado de naciones y la destrucción sin sentido de la familia. (Reiman, 2007)

Gabriele Münter

“Para los ojos de muchos, yo sólo fui un inncesario complemento a Kandinsky. Se olvida con demasiada facilidad que una mujer puede ser una artista creativa por sí misma con un talento real y original”. Gabriele Münter (1877-1962). Ella nació en Berlín, provenía de una familia acomodada. Fue alumna de Kandisnky, y posteriormente tuvieron una relación pese a que él fuera casado. Kandinsky era profesor de la Escuela Phalanx, donde sí permitían estudiar arte a mujeres.

Durante los 15 años que vivieron juntos su trabajo se vio opacado o bajo la sombra de aquel. El estilo pictórico de Múnter roza la abstracción. Cuando los nazis toman el poder, ella logró esconder más de 80 obras del grupo “El jinete azul”. Utilizó diversas técnicas pictóricas y realizó grabados en madera, litografías y aguafuertes; su estilo pictórico redujo la forma, simplificando el color, utilizando tonos muy vivos. Disfrutó en vida el reconocimiento del público; durante los años cincuenta su obra fue incluida en algunas de las exposiciones del expresionismo alemán: en 1957 la Städtische Galerie de Múnich celebró su cumpleaños número 80 con una exposición retrospectiva; tuvo dos grandes exposiciones celebradas en 1961 en Los Ángeles y en Nueva York.

Gabriele Múnter. “Meditación”. 1917
Gabriele Münter. “Autorretrato”. 1910.

La idea de estar ante el caos

“¿Qué valor tiene toda la cultura cuando la experiencia no nos conecta con ella?”.  Walter Benjamin

Lo más interesante es que en relación al tema, podríamos llegar a sentirnos, así como podemos imaginar a los expresionistas, ante el mundo que nos rodea.  Los expresionistas vivieron el desencanto de la modernidad y la muerte, y nos hacen reflexionar sobre cómo nos sentimos ante la situación de la pandemia por la covid19, que nos ha hecho más vulnerables al tema de la muerte y la existencia; quizá hemos perdido familiares o amigos por estas circunstancias.

Pocas personas en todo el mundo tienen acceso a servicios de salud mental de calidad, afirma la OMS.[1] O cuando nos percatamos ante la realidad tan violenta que hay en nuestros Estados, asesinatos, violencia doméstica… ¡Nos da la sensación de vivir en el filo de la navaja! La deforestación de los bosques, as escases del agua, los gobiernos insensibles poco empáticos… quizá el ciudadano habría de interesarse un poco más en la participación, por la importancia que tiene el voto libre e informado, ahora que se avecinan las elecciones. ¿A dónde vamos a parar? ¿Se avecina un futuro catastrófico?

No pretendo que domine el sentimiento pesimista, pero sí es preocupante y urgente un cambio; hacer algo, movernos… desde nuestras trincheras profesionales es tiempo de cuestionar los discursos, cambiar los referentes, buscar nuevas estrategias, para obtener nuevos resultados ¿No lo creen?

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[1] La salud mental en tiempos de COVID-19. Revista México Social. https://www.mexicosocial.org/la-salud-mental-en-tiempos-de-covid-19/?fbclid=IwAR2LFdNOK57mZySERXSZnCWEb7GNsSJQwActYudeIj99Cx8sPEKQsi_8rjI

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