La extorsión telefónica es uno de los delitos que ha mostrado un incremento preocupante en México en los últimos años. Este fenómeno afecta tanto a individuos como a empresas y representa una forma de violencia económica que genera no solo pérdidas materiales, sino también un profundo impacto psicológico en las víctimas. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los casos de extorsión en todas sus formas, incluidas las telefónicas, se han convertido en una prioridad para las autoridades debido a su alta incidencia. Ante este contexto, es esencial conocer y aplicar medidas preventivas que minimicen el riesgo de ser víctima de este delito. A continuación, se detallan algunas estrategias basadas en fuentes confiables y estudios especializados en la materia.
México social/Saúl Arellano
Uno de los principales mecanismos que utilizan los extorsionadores es obtener información personal o financiera de las víctimas, a menudo de manera engañosa. Las llamadas pueden parecer legítimas, y los delincuentes suelen hacerse pasar por empleados de instituciones bancarias, compañías de servicios o incluso funcionarios públicos. Las autoridades recomiendan no proporcionar ningún dato personal o bancario por teléfono, especialmente si la llamada no fue iniciada por la propia persona afectada (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 2023).
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En muchas ocasiones, las extorsiones telefónicas provienen de números que ya han sido denunciados previamente por otros usuarios. La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y la Policía Cibernética han desarrollado herramientas y plataformas donde se puede reportar y verificar si un número ha sido utilizado en intentos de extorsión (Policía Cibernética, 2021). Es recomendable, al recibir llamadas de números desconocidos, no contestarlas o buscar referencias del número en dichas plataformas.
Los extorsionadores suelen utilizar técnicas de manipulación emocional para intimidar a sus víctimas, como amenazas de secuestro o de daño a seres queridos. En estos casos, es vital mantener la calma y no dejarse llevar por el miedo. Las autoridades sugieren no continuar la conversación y, de ser posible, colgar inmediatamente. Posteriormente, se debe verificar el estado de los familiares o personas mencionadas para descartar cualquier riesgo real (Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, 2022).
La denuncia es una de las acciones más importantes para combatir la extorsión telefónica. Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), muchas víctimas no reportan estos delitos por miedo o desconfianza hacia las autoridades. Sin embargo, la denuncia permite que las autoridades puedan identificar patrones delictivos, rastrear números utilizados por los extorsionadores y, en algunos casos, prevenir que otras personas caigan en la misma situación (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, 2021).
El sector empresarial es especialmente vulnerable a la extorsión telefónica, particularmente en el caso de pequeñas y medianas empresas (PYMES). Para prevenir estos delitos, la Secretaría de Economía ha recomendado implementar programas de capacitación entre los empleados para que puedan identificar llamadas sospechosas y sepan cómo actuar ante una posible extorsión. Estas capacitaciones, según estudios realizados por la Cámara Nacional de Comercio (CANACO), reducen significativamente el riesgo de que las empresas sean víctimas de este delito (Cámara Nacional de Comercio, 2022).
Existen aplicaciones y servicios proporcionados por las compañías telefónicas que permiten bloquear números desconocidos o que ya han sido reportados por intentos de extorsión. Estas herramientas son especialmente útiles para las personas que reciben un volumen elevado de llamadas no solicitadas. La Comisión Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha trabajado en promover el uso de estas tecnologías como una medida preventiva adicional (Instituto Federal de Telecomunicaciones, 2021).
Prevenir la extorsión telefónica en México requiere una combinación de medidas preventivas a nivel individual y colectivo. Las autoridades han desarrollado herramientas y estrategias que permiten reducir el riesgo de ser víctima de este delito. No obstante, es crucial que la ciudadanía adopte una postura proactiva, evitando compartir información sensible y denunciando cualquier intento de extorsión. Solo mediante la colaboración entre la sociedad y las instituciones públicas será posible mitigar el impacto de este fenómeno delictivo.
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