António Guterres, secretario general de la ONU dio a conocer que, aunque se han aportado 3 mil millones de dólares para el Acelerador ACT, se necesitan otros 35 mil millones de dólares más todavía para pasar de su fase inicial a una etapa de ampliación e impacto.
Tedros Adhanom, director de la OMS, también ha agradecido los 2,700 millones de dólares que ha recibido el Acelerador, aunque ha recalcado que esta cantidad es equivalente a menos del 10% de sus necesidades totales.
“Sin una inyección de 15 mil millones de dólares durante los próximos tres meses, se perderá la oportunidad de avanzar en la investigación, acumular reservas mientras se conceden licencias, empezar a adquirir y suministrar los nuevos tratamientos y terapias, y ayudar a los países en la preparación óptima para cuando lleguen las nuevas vacunas”, advierte la ONU.
El Acelerador es un “proyecto mundial de colaboración dirigido a acelerar el desarrollo y la producción de nuevos medios de diagnóstico, tratamientos y vacunas para hacer frente a la COVID-19, así como el acceso equitativo a los mismos”, señala la OMS.
Según la ONU esta alianza busca acelerar el desarrollo, la producción y el acceso equitativo a las pruebas, los tratamientos y las vacunas contra el coronavirus.
El proyecto se puso en marcha a finales de abril de este año, en un acto en el que participaron Adhanom, por la OMS; Emmanuel Macron, presidente de Francia; Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, así como la Fundación Bill y Melinda Gates.
A esta iniciativa se han sumado gobiernos, organizaciones sanitarias, científicos, empresas, organizaciones de la sociedad civil y filántropos, con el objetivo de buscar la solución a la pandemia lo más rápido posible.
En este contexto, el secretario general de ONU insiste en que la solución a la crisis requiere de apoyo a iniciativas destinadas a apresurar el desarrollo de nuevos diagnósticos, terapias y vacunas contra la COVID-19, como lo hace el Acelerador ACT.
Pide asimismo corregir las iniciativas que se están desarrollando en paralelo y que se centran en ámbitos nacionales y no globales, ya que pueden tener una respuesta contraproducente.
Por ello, instó a ver la vacuna como un bien público global sin fronteras y respaldar los trabajos que garanticen un acceso y una distribución global equitativa, tal como se ha planteado desde un inicio con el Acelerador ACT.
Tras unirse al lanzamiento de la iniciativa hace cuatro meses, Guterres resaltó que durante la primera fase los principales socios trabajaron para demostrar la viabilidad de este modelo.
“Ante una amenaza común, necesitamos una respuesta común”, destacó.