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El fecalismo humano en zonas urbanas de México: un problema de salud pública y falta de servicios adecuados

El fecalismo humano en zonas urbanas de México representa un grave problema de salud pública y evidencia una carencia estructural en los servicios públicos básicos, especialmente para la población más vulnerable, como las personas que viven en situación de calle. Este fenómeno, caracterizado por la defecación al aire libre debido a la ausencia de instalaciones sanitarias adecuadas, tiene impactos tanto en la salud de las personas como en el medio ambiente.

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Fecalismo y salud pública

El contacto directo o indirecto con materia fecal puede desencadenar la propagación de enfermedades infecciosas, particularmente aquellas gastrointestinales como la diarrea, el cólera y la hepatitis A. Según la Secretaría de Salud (2023), la contaminación del agua y los alimentos por materia fecal es una de las principales vías de transmisión de estos patógenos. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la diarrea es una de las principales causas de mortalidad infantil en países en desarrollo, y en México, aunque ha habido una disminución en las tasas de mortalidad, la incidencia de enfermedades gastrointestinales sigue siendo alta en las zonas con falta de servicios sanitarios (OMS, 2023).

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En las zonas urbanas, el problema se agudiza en áreas de alta densidad poblacional y con escasa infraestructura sanitaria. La acumulación de desechos humanos en calles, parques y ríos urbanos no solo genera un ambiente insalubre, sino que también aumenta el riesgo de brotes epidémicos. En un estudio reciente, la Secretaría del Medio Ambiente (2023) destacó que los desechos humanos son una de las principales fuentes de contaminación en cuerpos de agua como ríos y lagos urbanos, lo que compromete la calidad del agua potable y, por ende, la salud pública.

Falta de servicios públicos y población en situación de calle

El acceso a instalaciones sanitarias adecuadas es un derecho humano reconocido internacionalmente, sin embargo, en México, aún persisten brechas significativas. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 más de 2 millones de personas en zonas urbanas no contaban con acceso a baños dentro de sus viviendas. Esta situación es particularmente grave para la población en situación de calle, que a menudo carece de cualquier tipo de acceso a servicios sanitarios.

La población en situación de calle enfrenta una combinación de factores que agravan el problema del fecalismo. Según un reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL, 2020), esta población está en una situación de vulnerabilidad extrema debido a la pobreza, la falta de empleo y la exclusión social. La falta de servicios públicos adecuados, como baños públicos, estaciones de agua potable o centros de atención, obliga a muchas personas a recurrir al fecalismo como única opción, lo que perpetúa su exclusión y estigmatización.

Consecuencias ambientales del fecalismo humano

El impacto ambiental del fecalismo humano en zonas urbanas es significativo. Las heces humanas no solo contaminan el suelo y el agua, sino que también contribuyen a la proliferación de plagas y malos olores, deteriorando la calidad de vida en las ciudades. La Secretaría del Medio Ambiente (2023) ha señalado que la contaminación fecal en cuerpos de agua y suelos puede provocar la pérdida de biodiversidad en ecosistemas urbanos y periurbanos, afectando la fauna y flora local.

Además, los residuos fecales que terminan en los cuerpos de agua pueden causar la eutrofización, un proceso que incrementa la concentración de nutrientes en el agua, provocando el crecimiento excesivo de algas y disminuyendo la cantidad de oxígeno disponible para otras formas de vida acuática. Este fenómeno ha sido documentado en varios ríos y lagunas urbanas, como el río Santiago en Guadalajara y el lago de Chapultepec en la Ciudad de México (Secretaría del Medio Ambiente, 2023).

Propuestas y soluciones

Para abordar el problema del fecalismo humano en zonas urbanas, es necesario implementar soluciones a corto, mediano y largo plazo que aborden tanto la falta de infraestructura como las necesidades de la población más vulnerable. A continuación, se presentan algunas propuestas basadas en las recomendaciones de la Secretaría de Salud y la Secretaría del Medio Ambiente:

  1. Instalación de baños públicos: Un aumento en la disponibilidad de baños públicos bien mantenidos, especialmente en áreas con alta concentración de personas en situación de calle, reduciría significativamente la incidencia de fecalismo en lugares públicos.
  • Mejora en la infraestructura sanitaria: La construcción y mantenimiento de sistemas de drenaje adecuados en las zonas urbanas con mayor rezago es fundamental. Esto incluye la extensión de la red de alcantarillado a zonas marginadas y la promoción de la instalación de baños ecológicos en áreas de difícil acceso.
  • Programas de educación y concientización: La Secretaría de Salud (2023) ha subrayado la importancia de campañas educativas que sensibilicen a la población sobre los riesgos del fecalismo humano y promuevan prácticas higiénicas adecuadas. Estas campañas deben dirigirse tanto a la población general como a los grupos más vulnerables.
  • Atención integral a la población en situación de calle: El acceso a servicios básicos, como agua potable, baños y duchas, debe ser parte de una estrategia más amplia para integrar a estas personas en programas de salud, empleo y vivienda. Las políticas públicas deben abordar la exclusión social de manera integral, evitando que la falta de servicios públicos perpetúe su situación de vulnerabilidad.

El fecalismo humano en zonas urbanas de México es un problema complejo que requiere una atención urgente y multidimensional. Las repercusiones para la salud pública, el medio ambiente y la dignidad humana son profundas. Para enfrentarlo, es esencial mejorar el acceso a servicios sanitarios adecuados, especialmente para las personas más vulnerables, como las que viven en situación de calle. Las instituciones gubernamentales, tanto a nivel federal como local, deben coordinar esfuerzos para garantizar que todos los habitantes de las zonas urbanas tengan acceso a instalaciones sanitarias y agua potable, reconociendo que estos son derechos fundamentales.

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Referencias

Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). (2020). Informe sobre la situación de pobreza en México. Ciudad de México.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2020). Censo de Población y Vivienda 2020. Ciudad de México.

Organización Mundial de la Salud (OMS). (2023). Estadísticas globales sobre la diarrea y la mortalidad infantil. Recuperado de https://www.who.int.

Secretaría de Salud. (2023). Reporte sobre enfermedades gastrointestinales y riesgos asociados a la contaminación fecal. Ciudad de México.

Secretaría del Medio Ambiente. (2023). Contaminación de cuerpos de agua en zonas urbanas de México. Ciudad de México.

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