Escrito por 12:00 am 2015, Agendas locales, MS en Excélsior

Fortalecer el magisterio

por Mario Luis Fuentes

De acuerdo con el INEE, en el 2013 hay en México 1.2 millones de maestras y maestros enseñando en 228,205 escuelas. A pesar de esta magnitud, en la educación básica hay 19 alumnos por cada profesor frente a grupo; en contraste, en los países de la OCDE la proporción es de 13 alumnos por cada profesor. En nuestro país se destina el 92% del presupuesto en educación al pago de personal, mientras que en la OCDE el promedio es de 79%. La calidad de la educación pasa inevitablemente por la enseñanza que seamos capaces de impartir; por ello urge fortalecer al magisterio.


Uno de los grandes retos y deudas históricas que tenemos como país se encuentra en los niveles de rezago educativo que prevalecen en todo el territorio nacional. Además de las inmensas desigualdades, tenemos pendiente por resolver el nivel de logro en términos de grado promedio de escolaridad, de personas que no han concluido la educación básica, de cobertura en media superior y superior, y en general, en materia de calidad de la educación –materia central de la reforma del 2013-.

En fechas recientes, el rector José Narro sostenía que México está urgido de grandes hazañas; y las más importantes se encuentran en el terreno de lo social, entre las que destacan las hazañas que tenemos pendientes en materia de educación y desarrollo.

Nada de esto será posible, sin embargo, sin un magisterio vivo, crítico, pero sobre todo, comprometido cada vez más con nuestro país. Y esto depende directamente de la solidez de su formación; de la constante capacitación y formación en diversas materias; así como en la generación de un indeclinable compromiso con el derecho de las niñas y los niños a tener una educación oportuna, pertinente y de calidad.

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Un gremio en expansión

De acuerdo con el documento titulado “Los docentes en México, Informe 2015”, elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la tasa de crecimiento de estudiantes matriculados en el sistema educativo nacional ha sido mayor a la tasa general de crecimiento poblacional; esto sobre todo a partir de la década de los 70 en el siglo pasado.

En efecto, el INEE sostiene: En menos de un siglo, de 1921 a fines de 2012, la población se multiplicó ocho veces, al pasar de 14.3 millones de personas al inicio del periodo del presidente Álvaro Obregón, a 117 millones a fines del sexenio del presidente Felipe Calderón. En esos años la matrícula en educación primaria creció poco más de 16 veces al pasar de 868 mil alumnos a 14.8 millones, crecimiento superior al demográfico”.

Así, al considerarse a los otros niveles educativos obligatorios en el país (preescolar, secundaria y bachillerato), lo que se observa es que el total de alumnas y alumnos matriculados es de 4.8, 6.3 y 4.4 millones en cada uno de ellos, respectivamente.

En síntesis, el INEE resume el estado actual de la matrícula escolar y la planta de profesores como sigue: Al inicio del ciclo escolar 2013-2014, 1,201,517 docentes enseñaban en 228,205 escuelas de educación básica atendiendo a 25,939,193 alumnos… En las escuelas de educación preescolar trabajaban 227,356 educadores dando atención a 4.8 millones de niños; en primaria 573,238 docentes frente a grupo estaban a cargo de 14.6 millones estudiantes, y en secundaria 400,923 profesores brindaron atención a 6.6 millones de jóvenes”.

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Los olvidados

Aun cuando la cobertura educativa en los ámbitos urbanos es elevada, no ocurre así en los ámbitos rurales e indígenas, en los cuales siguen ubicándose las escuelas con menor equipamiento, así como los centros educativos en que menor disponibilidad de personal hay; además de ser los espacios con mayor ausentismo laboral.

EL INEE resume esta condición con las siguientes cifras: En preescolar, poco más de tres cuartas partes (78.8%) de los docentes de la modalidad general trabajan en localidades urbanas, mientras que en primaria lo hacen 73 de cada 100. En secundaria, esto es cierto para 94% de quienes enseñan en escuelas generales, para 86% de los de técnicas y para todos los profesores de la opción para trabajadores…En las áreas rurales se encuentran predominantemente los docentes que atienden las modalidades indígena y comunitaria… así como las opciones comunitarias y telesecundarias para el siguiente nivel. Pero no se distribuyen uniformemente… mientras casi tres cuartas partes o más de los instructores comunitarios se concentran en localidades pequeñas (de menos de 250 habitantes), alrededor de 3 de cada 5 docentes de preescolares y primarias indígenas se ubican en localidades rurales de mayor tamaño, y casi 70% de los docentes de telesecundarias se encuentran en estas localidades”

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¿Dinero bueno al malo?

Una de las críticas que se han hecho al sistema educativo nacional es que, aun cuando se tienen niveles de inversión en el ámbito educativo similares a los de los países de la OCDE, la relación que existe entre el número de alumnos y el de maestros es mayor en nuestro país que en el resto de los que forman parte de esa organización. Asimismo, los señalamientos apuntan a que somos uno de los países en los que la mayor parte del presupuesto se destina al pago de la nómina.

En efecto, según los datos de la OCDE, en su Nota-país sobre el Panorama Educativo, 2014, “Más del 92% del presupuesto total en educación primaria, secundaria y media superior en México se destina a remuneración del personal, y alrededor del 83% es exclusivamente para los salarios de los maestros. Se trata de las mayores proporciones observadas entre los países de la OCDE, donde en promedio el 79% del presupuesto total se asigna a remuneración del personal, y el 63% a los salarios de los maestros.

*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 12- Mayo- 2015, p.23

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