Hoy en día es pertinente discutir sobre los derroteros del desarrollo y hacerlo a la luz de un problema ambiental que no se puede soslayar, pues es evidente que el mundo debe tomar decisiones cada vez más drásticas si quiere garantizar la viabilidad de la vida tal como hoy la conocemos en el planeta, consideró el secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.
Un Artículo de: Gaceta Unam
Durante la inauguración del Décimo Sexto Diálogo Nacional por un México Social. Derroteros del Desarrollo, organizado por la Facultad de Economía (FE), el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) y el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), recordó que desde hace décadas hay un cuestionamiento sobre la forma en que se ha llevado la globalización.
Cada vez estamos más lejos del optimismo de los 90 de que había triunfado la economía de mercado y la democracia liberal, que se había alcanzado una situación donde se decía que se administraba la abundancia.
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No fue así, las promesas de globalización sólo se concretaron para unos cuantos e inició un ciclo económico cada vez más inestable que ha llevado a momentos de crisis, como la de 2008-2009 y recientemente la vivida por la pandemia, subrayó Lomelí Vanegas.
“También es importante generar una discusión que lleve a explicar los tropiezos del país y la necesidad de una reforma fiscal que permita dedicar más recursos a la educación, la salud, la infraestructura y una transición energética congruente con los objetivos de la sustentabilidad”, reflexionó el economista.
A su vez, el director de la FE, Eduardo Vega López, destacó que la centralidad del desarrollo debería ser inobjetable y una prioridad nacional, pero no lo es, pues se ha extraviado debido al abandono de la política pública.
Mencionó que si se revisa el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación -que se discute actualmente- llama la atención que en 2018 el presupuesto para la Secretaría de la Defensa Nacional fue de aproximadamente ocho por ciento, mientras que para 2024 se estima que recibirá 12 por ciento.
Es un crecimiento significativo, sobre todo cuando se observa que este año era aproximadamente la mitad de lo que se está presupuestando al mismo rubro. En contraste, podemos ver las cifras de educación que en 2018 representaban 27 por ciento del presupuesto y para 2024 está previsto que reciba 19 por ciento. Salud, en 2018, tuvo 12 por ciento y se estima que en 2024 perciba 4 por ciento. Es decir, se reduce educación, salud y se aumenta defensa, explicó el economista.
Ante especialistas reunidos en el auditorio Narciso Bassols, de la FE, Vega López precisó: si se piensa en las principales carencias (servicios a los que se debería tener acceso la sociedad), ha crecido la población con tres o más, por ejemplo el rezago educativo aumentó, la falta de acceso a servicios de salud se duplicó, pues más de 50 por ciento carece de estos.
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En tanto, el titular del IIEc, Armando Sánchez Vargas, dijo que el encuentro se distingue por analizar los temas del desarrollo, con énfasis en el diálogo que revisará los rubros cruciales para las naciones latinoamericanas, y México en particular.
Para el director del PUED, Enrique Provencio Durazo, el progreso debe ser el centro de la preocupación del Estado mexicano, de la política, y el crecimiento económico provechoso y productivo.
Informó que en esta actividad -que se extenderá hasta el 12 de octubre- expertos debaten sobre pobreza de 2016 a 2022; reflexiones hacia una nueva concepción y medición de la pobreza; la distribución del ingreso; así como el Estado y las perspectivas de la política presupuestal.
Nueva agenda
Para avanzar hacia sociedades más igualitarias, donde se “desmonte la cultura del privilegio”, se requieren construir grandes acuerdos sociales, políticos, económicos, culturales que hagan viable un nuevo curso capaz de destrabar las múltiples formas en las que las exclusiones, vulnerabilidades y desigualdades se encuentran anidadas y normalizadas, y que impiden cualquier cohesión social que pretenda darse como un nuevo orden.
Rolando Cordera Campos, profesor emérito de la Facultad de Economía de la UNAM, consideró lo anterior al ofrecer la conferencia magistral “Política y perspectiva del desarrollo mexicano” en la cual recordó:
El error que las sociedades cometimos en la hiperglobalización fue dejar que las corporaciones, y los grandes bancos, escribieran las reglas de la economía global, fallas que en realidad poco se corrigieron y en 2020, con la llegada de la pandemia, se evidenció el tamaño de la crisis de la economía y la sociedad.
Es imposible pretender cubrir las grietas de una economía global y de una hiperglobalización crecientemente incapaz de moderar sus propios errores y abusos, resaltó.
De ahí el valor y pertinencia de convocatorias a un renovado, un nuevo trato, encaminado a la reconstrucción del vapuleado orden internacional y a la reactualización del papel del Estado como pivote maestro de un progreso industrial, que auspicia innovaciones expresamente vinculadas con la gran tarea global contra el cambio climático y por un desarrollo sostenible, aseveró Cordera Campos.
Acompañado por Enrique Provencio, el economista estuvo de acuerdo con lo expuesto por la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe, en el sentido de que nos encontramos ante la necesidad de definir una nueva agenda internacional que considere los nuevos retos políticos, económicos, sociales y ambientales; de una fortalecida institucionalidad financiera mundial para enfrentar la crisis, y una arquitectura legítima y representativa cimentada en el multilateralismo real y efectivo.
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