Algo muy siniestro ocurre en Guanajuato. Desde 2018 se convirtió en el estado más violento del país, en lo que al indicador de homicidios dolosos se refiere: los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestran que el año pasado se registraron 3,290 víctimas de homicidios dolosos en la entidad y que en 2019 sigue encabezando la lista de los estados con mayor número absoluto de víctimas de este delito, con 1,980 casos.
La situación es sumamente grave y justifica plenamente la afirmación anterior: algo muy siniestro recorre la entidad. Y esto incluye desde los grupos criminales que operan en su territorio, hasta las más altas esferas del poder político, las cuales están actuando no solo con notoria incapacidad, sino también con una total opacidad.
Dicha opacidad ha llevado a que existan datos que llaman poderosamente a la suspicacia respecto a graves errores de registro, en el mejor de los casos. En el peor escenario, se podría tratar de una franca manipulación de la información que implicaría una tenebrosa estrategia de maquillaje de cifras.
Para fines de registro estadístico, los homicidios en México se clasifican en dos grupos: homicidios dolosos, es decir, los provocados de manera intencional, y los homicidios culposos, es decir, aquellos que ocurren en eventos no intencionales o en eventos accidentales.
Teniendo en cuenta lo anterior, destaca en primer lugar que Guanajuato sea la entidad del país con mayor número total de homicidios en México. Es decir, al sumar los homicidios culposos y dolosos, la entidad aparece en primer lugar entre las 32 entidades del país.
Ese solo dato llama poderosamente la atención, porque no es, ni de lejos, la entidad más poblada de México. En efecto, las dos entidades con más habitantes son el Estado de México, con poco más de 17 millones de habitantes, y la Ciudad de México, que tiene más de 8 millones. Mientras que Guanajuato está apenas cerca de los 6 millones de habitantes.
Por eso sorprende que, de los 201,416 homicidios totales contabilizados entre 2015 y el mes de julio del 2019, en Guanajuato hayan ocurrido 18,551, es decir, el 9.2% del total.
Por su parte, en el Estado de México la suma es de 15,616 casos, lo que equivale al 7.8% del total, mientras que en la Ciudad de México se han contabilizado 8,225 casos, es decir, el 4.1% del total de los homicidios (culposos y dolosos), cometidos en el país.
Llama poderosamente la atención que, en el comparativo de homicidios totales entre las entidades más pobladas, Guanajuato sea el estado que registra mayor ritmo de crecimiento de casos durante el periodo señalado, mientras que en el Estado de México y la Ciudad de México las cifras presentan una relativa estabilidad. Véase si no:
En el año 2015, en Guanajuato hubo 2,881 homicidios totales; en 2016 la cifra creció a 3,102; en 2017 incrementó a 4,027; en 2018 se ubicó en 5,173, y entre enero y julio de este 2019 la cifra es de 3,368 casos. De continuar la tendencia, este año se llegaría a 5,773 homicidios totales.
En el Estado de México la cifra inicia en 2015 en 3,329 casos; en 2016 es de 3,054; en el 2017 se ubicó en 3,445; en el 2018 llegó a 3,493, y en los primeros siete meses del 2019 el registro fue de 2,285 casos.
Por su parte, en la Ciudad de México el registro es de 1,630 casos en 2015; de 1,684 en 2016; de 1,193 en 2017; de 2,302 en 2018, y de 1,416 en el periodo considerado para 2019.
Debe señalarse, en ese sentido, que las variaciones más relevantes en el número total de homicidios de las entidades en el país, y de las tres aquí en análisis, es el homicidio doloso, pues el homicidio culposo se rige por el azar, lo que le da un comportamiento relativamente estable a lo largo de los años. Pero este supuesto se altera dramáticamente en el caso de Guanajuato.
Como ya se dijo, Guanajuato no solo ocupa el primer lugar nacional en los últimos dos años en materia de homicidio doloso: también es el primer lugar nacional en homicidios totales para el periodo 2015-2019, lo que se debe a que existe un muy alto número de casos de homicidios culposos registrados en la entidad.
En efecto, entre el año 2015 y los primeros siete meses del 2019, el Secretariado Ejecutivo del SNSP ha contabilizado 78,708 homicidios culposos en Guanajuato. El total es, para el mismo periodo, de 9,805 casos, es decir, el 12.45% del total nacional.
Por su parte, en el Estado de México, la cifra oficial registrada es de 4,313 casos, los que equivalen a 5.47% del total, mientras que en la Ciudad de México la cifra es de 3,335 casos, es decir, el 4.23% de la cifra total registrada en el país.
No se necesita ser un experto en estadística para notar la anomalía de estos datos. ¿Cómo explicar que Guanajuato, teniendo al 4.85% de la población nacional, concentre el 12.45% de los homicidios culposos, cuando el Estado de México, que concentra al 14.05% de la población nacional, registra a solo el 5.47% de las defunciones por homicidio no intencional del país?, ¿o el caso de la Ciudad de México, en la cual habita alrededor del 7.4% de la población nacional, y en la cual ocurre el 4.23% del tipo de homicidios señalados?
Mientras más se profundiza en el análisis de los datos, más anomalías -y quizá más graves- se detectan. Por ejemplo, del total de los homicidios culposos que se han registrado del 2015 a los primeros siete meses del 2019 a nivel nacional, el 86.7% corresponden a la categoría de “homicidio culposo en accidente de tránsito”.
En ese mismo indicador, y en el mismo periodo considerado, en la Ciudad de México el porcentaje de ese tipo de homicidios, respecto del total de los homicidios culposos es de 86.7 por ciento. En el Estado de México, el registro del periodo es de 79.4%, mientras que en Guanajuato es de únicamente 34.2 por ciento.
En contraste, cuando se revisa el capítulo de los homicidios culposos “con otro elemento” (distinto a las armas de fuego o armas blancas), el porcentaje registrado a nivel nacional, es de 22% respecto del total de los homicidios culposos registrados en el país. Por su parte, en la Ciudad de México el porcentaje en el periodo considerado es de 6.8% y en el Estado de México es de 26.3%, mientras que en Guanajuato es de 64.4 por ciento.
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Para dimensionar la magnitud de las anomalías identificadas, es importante decir que, en Guanajuato, de 2015 al mes de julio de 2019, los homicidios culposos “con otro elemento” suman 6,313 casos, en el Estado de México la suma es de 1,134 y en la Ciudad de México, de 226 casos.
Lo anterior implica que, en Guanajuato, el promedio mensual es de 114.7 casos, en el Estado de México es de 20.6 casos al mes y en la Ciudad de México el promedio es de únicamente 4.1 casos. Adicionalmente, debe considerarse que solo en Guanajuato se concentraría el 36.5% del total de este tipo de homicidios en el país, lo cual es francamente increíble.
Esos datos implicarían que en Guanajuato fallecen en promedio 3.8 personas por homicidios no intencionales (independientes de los producidos por los accidentes de tránsito) causados por otro elemento. Es decir, tendrían que estar falleciendo cada día casi cuatro personas porque “alguien”, de manera “accidental o no intencionada”, por citar solo algunos ejemplos, les golpeó con un garrote o con un martillo, les encajó un desarmador o los arrojó de un techo.
No hay ninguna lógica en esta estadística, y es urgente que el gobierno del estado, que encabeza Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, aclare lo que está pasando en este tema, porque en sentido estricto, se está dando información poco confiable, no solo a la ciudadanía, sino a las autoridades federales.
Por ello, el Congreso del Estado no puede ser omiso y debe verificar si hay o no un ejercicio de falsedad en informes. En aras de la transparencia, Diego Sinhue Rodríguez tiene la responsabilidad política, administrativa y moral de aclarar por qué estas anomalías en la información que es la más sensible posible en cualquier sociedad, pues se trata nada menos que de la vida de las personas.
Sigue a los autores en Twitter: @saularellano / @MarioLFuentes1
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