por Pablo Ruiz Nápoles
El cambio climático es resultado de las concentraciones atmosféricas de los llamados Gases de Efecto Invernadero (GEI). Estos gases son elementos constitutivos de la atmósfera de origen natural o antropogénico que absorben y emiten la radiación solar reflejada por la superficie de la Tierra, la atmósfera misma y por las nubes. Esta propiedad produce el “efecto invernadero”. Los gases que producen este efecto, llamados GEI, son primariamente producidos por la quema de combustibles fósiles en la industria; la agricultura; la ganadería; el cambio de uso de la tierra; la producción de materiales como el cemento; y la quema de basura.