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Hacinamiento: atrapados y sin distancia social

hacinamiento

El hacinamiento es una “condición que se presenta cuando hay 2.5 habitantes por dormitorio”, indica Coneval. En México el porcentaje de hacinamiento es de 9.4%; es decir, prácticamente en uno de cada 10 hogares muchas personas viven en un espacio reducido.

Por: Laura Ilarraza | @IlarrazaLaura

La Encuesta Nacional de Hogares (ENH) 2017, del INEGI estima que en el país hay 34.1 millones de hogares, donde habitan 123.6 millones de personas. El tamaño promedio es de 3.6 habitantes por hogar.

Pese a que el porcentaje de integrantes del hogar que viven en condiciones de hacinamiento disminuyó de 12% a 9.4% entre 2014 y 2017, esta cifra revela que todavía millones de mexicanos habitan de manera precaria viviendas en las que muchas personas tienen que ocupar juntas espacios muy pequeños.

Vivir hacinados

“La pobreza está ligada a la falta de acceso a una vivienda digna en México, que se manifiesta en la carencia por calidad de los materiales y hacinamiento”, sentencia Coneval en su Estudio Diagnóstico del Derecho a la Vivienda Digna y Decorosa, 2018.

En nuestro país la región con mayor carencia en el hogar es la del sur, y los estados con mayor hacinamiento son Guerrero, con 27.6%; Chiapas, con 20.5% y Quintana Roo, con 17.5%.

En contraste, Nuevo León registra el menor porcentaje, con 3.1%, seguido por Aguascalientes, con 3.9%, y Coahuila, con 4.5 por ciento.

Gráfica: INEGI

En 2019, ONU-Hábitat estimó que por lo menos el 38.4 % de la población mexicana habita una vivienda no adecuada. Esto significa que casi cuatro de cada 10 personas viven en condiciones de hacinamiento, o en casas construidas con materiales duraderos o donde no hay servicios mejorados de agua o saneamiento.

“El derecho a una vivienda adecuada es un derecho humano reconocido en la normativa internacional de los derechos humanos como elemento integrante del derecho a un nivel de vida adecuado”, señala Coneval.

El bienestar que brinda una vivienda digna tiene efectos tanto en la salud mental, como en la salud física. De acuerdo con la OMS, existe una relación entre el aumento en la incidencia de enfermedades respiratorias y gastrointestinales y la falta de una vivienda adecuada.

“El hacinamiento, la inseguridad en la tenencia, la contaminación auditiva, la violencia social y la inseguridad tienen efectos negativos en la salud mental”.

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