.Isaac Asimov, “Yo, Robot”
- Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes se oponen a la primera Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la primera o la segunda Leyes.
- Manual de Robótica, 56ª edición, año 2058
Nos encontramos de forma cada vez más acelerada en un mundo mediado por la Inteligencia Artificial. Si bien este fenómeno no es nuevo, lo que sí es ver sus aplicaciones ya sobre cuestiones de la vida cotidiana tales como las búsquedas en internet, los editores de voz e imágenes, la escritura de textos desde cero sólo con darle una serie de instrucciones, presentadores de noticias creados con este fin.
Escrito por: Andrea Samaniego Sánchez
Si bien esto son buenas noticias pues facilitan nuestras labores cotidianas, también representan retos a los que la humanidad deberá estar preparado, desde las tareas hechas por ChatGTP y los posibles plagios que se pueden presentar en diversos ámbitos, hasta cuestiones más sensibles como el hecho de que Sophia, una robot humanoide declaró en la “Cumbre sobre la Inteligencia Artificial para el Bien” (organizada por la ONU a partir de la Unión Internacional de Telecomunicaciones), que ellos se encuentran mejor preparados que nosotros para gobernar porque no tienen los prejuicios que, a veces, prevalecen entre los tomadores de decisión humanos, sin embargo, también asentó que el trabajo entre robots y humanos podría traer, como consecuencia sinergias para resolver los problemas que aquejan al planeta.
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En este sentido la ONU creó dicha reunión para dialogar con empresas y gobiernos y buscar un marco regulatorio para su uso, esto todavía se encuentra en proceso, pero, es importante reflexionar sobre el tipo de mundo que deseamos y los pasos que debemos implementar para conseguirlo. Al fin y al cabo, el desarrollo tecnológico forma parte de la sociedad, aunque al mismo tiempo, representa nuevas formas de desigualdad entre aquellos que tienen la capacidad para su creación e implementación y todos los que, simplemente, se encuentran alejados de esas posibilidades.
Estos foros son lugares para la exposición desde distintas perspectivas, para posicionar temas y en este caso, alertar sobre las preocupaciones a las que asistimos en un mundo donde la tecnología avanza y debemos contemplar los campos éticos y legales del uso de la IA, así como las consecuencias sociales y políticas derivadas de su implementación tales como procesos de desinformación que permean y pueden cambiar las tendencias electorales, nuevos crímenes, polarización y discursos de odio que se cometen en el ámbito digital, sólo por mencionar algunos y que deben ser revisados en el marco de esta nueva revolución tecnológica.
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