por David Martínez
La ENADID 2014 proporciona información estadística reciente acerca de las principales características sociodemográficas de la población, lo que permite dimensionar las implicaciones sociales y retos a los que se enfrenta, así como orientar la implementación de políticas públicas apropiadas que den solución a la distintas problemáticas que se visualizan
La publicación de los resultados de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2014 da continuidad a una serie de encuestas sociodemográficas que iniciaron con la Encuesta Mexicana de Fecundidad en 1976, con lo que es posible actualizar la información estadística relacionada con el nivel y comportamiento de los componentes de la dinámica demográfica: el comportamiento de la fecundidad y la anticoncepción, así como de las preferencias reproductivas de las mujeres en edad fértil; el perfil de la mortalidad infantil; el comportamiento de la nupcialidad; las condiciones de la salud materno infantil; el perfil de la migración interna e internacional; aunados a otros temas que acompañan la dinámica de crecimiento de la población, como preferencias reproductivas, sexualidad, uso de métodos anticonceptivos, nupcialidad, salud materno infantil y las principales características de los hogares y las viviendas en México.
Estructura de la población
La composición por edad y sexo de la población confirma el proceso de envejecimiento por el que transita la población en el país. La pirámide de población muestra que la participación porcentual de población menor de 15 años disminuye de 28.9% en 2010 a 27.5% en 2014, en tanto que la de jóvenes (15 a 29 años), pasa de 26.4% a 24.9%. Por otra parte, el porcentaje de la población de 30 a 59 años aumenta en dicho periodo de 34.4% a 36.6%, mientras que la de 60 años y más pasa de 9.1% a 10.9%.
El paulatino proceso de envejecimiento que experimenta la población del país puede observarse también por el aumento de la edad mediana de la población para 2014, la cual corresponde a 27 años de edad, un año más que en 2010.
Este proceso de envejecimiento que se presenta en México de forma acelerada, a diferencia de lo ocurrido en países desarrollados, con un proceso gradual de envejecimiento de su población, implica retos para los que debemos prepararnos en materia de cobertura de los sistemas de seguridad social, la adecuada administración de los fondos de pensiones y las condiciones laborales de los adultos mayores que trabajan. En lo que respecta al tema de salud, se debe garantizar la atención médica, y particularmente fortalecer los planes destinados a personas mayores discapacitadas; la implementación de servicios de cuidados a los adultos mayores que viven solos; así como el desarrollo de programas destinados a propiciar entornos apropiados (espacios públicos y viviendas) para este grupo de población.
Fecundidad
En las últimas décadas la tendencia que presentan las tasas de fecundidad es de constante descenso. A finales de la década de 1970 la tasa global de fecundidad llegó a ser de siete hijos por mujer; actualmente la tasa es de 2.21 hijos, estimada para el trienio 2011 a 2013.
Sin embargo, los datos de la ENADID muestran que de 2009 a 2014 hay un incremento del embarazo adolescente, al pasar de 71 a 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad.
De acuerdo con los datos de la ENADID 2014, aproximadamente 700 mil adolescentes de 15 a 19 años tienen al menos un hijo nacido vivo, lo cual representa 12.9% del total de mujeres de este grupo de edad, de las cuales la mayoría (75%) se encuentra unida (unión libre o casada). Adicionalmente, se tiene que, al momento de la encuesta, poco más de 200 mil mujeres de 15 a 19 años se encontraban embarazadas, la mayoría (73%) por primera vez.
Según esta misma fuente, del total de mujeres de 15 a 34 años que abandonaron la escuela, 7% tuvieron por motivo el haberse embarazado, y 10.5% fue porque se casaron o unieron.
La maternidad a temprana edad es un problema de salud pública con importantes implicaciones sociales, que comprende el ámbito individual, familiar y social; además, esta situación coloca a las adolescentes en una situación vulnerable, ya que le representa dificultades para hacer compatible el embarazo y la crianza de los hijos con la educación y la inserción laboral, así como también puede constituir un elemento para reproducir la situación de pobreza.
De esta forma, la fecundidad adolescente es un tema prioritario en la agenda pública del país, que lleva a revisar y reformular los programas de salud sexual y reproductiva dirigidos a este grupo de población, y mejorar los proyectos de educación, información y acceso a métodos anticonceptivos. También se requiere trabajar sobre una oferta de oportunidades de educación, inserción laboral y aprovechamiento del uso del tiempo libre, de modo que la maternidad no constituya la principal opción como proyecto de vida en esas edades.
Mortalidad infantil
En México la mortalidad infantil ha registrado un importante descenso en las últimas décadas. En 1970 morían 68 infantes con menos de un año de edad por cada mil nacimientos; en la actualidad, la tasa estimada para el trienio de 2011 a 2013 es de 14.
Si bien la reducción de la mortalidad infantil se ha dado a partir de diversos factores como son adelantos en la ciencia médica, la extensión de la atención primaria —con programas de vacunación masiva, terapias de rehidratación oral, lactancia materna y control de la salud de los niños sanos—, así como a los mejores niveles nutricionales, educativos y de empleo; a pesar de estos avances, en los últimos años no se observan cambios significativos en la reducción de la tasa de mortalidad infantil: para el trienio 2006 a 2008 fue de 14.2 defunciones de menores de 1 año por cada mil nacidos vivos, cifra equivalente a la registrada en el trienio de 2011 a 2013.
Por lo anterior, para efectos de la prevención y combate de la mortalidad infantil, es prioridad enfocar los esfuerzos hacia los menores de 5 años de edad y recién nacidos que viven en situación de marginación, grupos étnicos, y de zonas alejadas.
Certificado y registro de nacimiento y defunciones de menores de 5 años
Datos de la ENADID indican que 4.1% de los hijos nacidos vivos entre 2011 y 2013 no se registraron ante el Registro Civil, y de los que sí se registraron (94.9%), la mayoría (84%) fue registrado antes de cumplir los 6 meses de edad; 4.7% se registraron habiendo cumplido uno o más años de edad.
En relación con el certificado y registro de defunción de todos los hijos fallecidos que al morir tenían menos de cinco años de edad, en la cohorte nacida de 2009 a 2013, 10.6% de estos no fue certificada su defunción y 18% no se registró ante el Registro Civil.
Pese a los esfuerzos institucionales para que se lleve a cabo la inscripción de los recién nacidos en el Registro Civil, como parte de los derechos que tienen todos los niños para adquirir una identidad jurídica, un nombre y una nacionalidad, así como su incorporación como sujetos a un conjunto de derechos humanos reconocidos nacional e internacionalmente, aún queda un porcentaje importante sin un certificado de nacimiento, lo que lleva a revisar y replantear los mecanismos que se siguen para alcanzar la cobertura total de la certificación de los nacimientos, con especial atención de los que ocurren en el domicilio de la madre o en zonas alejadas de las oficinas del Registro Civil.
Anticoncepción
La información de la ENADID presenta que 98.7% de las mujeres de 15 a 49 años de edad conocen o han oído hablar por lo menos de un método anticonceptivo y, de acuerdo con la condición de uso de métodos anticonceptivos, del total de mujeres de 15 a 49 años de edad, 51.6% de las mujeres de este grupo de edad reportó ser usuaria de algún método anticonceptivo.
Por otra parte, pese a este alto conocimiento de métodos anticonceptivos, los resultados de la ENADID muestran que solo 34% de las mujeres de 15 a 49 años utilizaron un método de protección en la primera relación sexual.
Respecto a la razón por la que las mujeres de 15 a 49 años no utilizaron un método anticonceptivo durante la primera relación sexual destaca que 29.9% fue por desconocimiento de métodos; 21.3% no tenía planeado tener relaciones sexuales; y 12% no creían que podían embarazarse. Respecto a las adolescentes de 15 a 19 años, los resultados son: 17.1% fue por desconocimiento de métodos; 32.9% por no tener planeado tener relaciones sexuales; y 17.4% por no creer que podían embarazarse.
Estos resultados deben llevar a revisar y mejorar los programas de educación de protección, promoción y prevención de embarazos no deseados; al acceso a óptimos servicios de salud sexual y reproductiva satisfactoria y responsable; y al uso eficiente de la anticoncepción para jóvenes y adolescentes; así como a sensibilizar acerca de la prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Adicionalmente debe considerarse en el diseño de políticas públicas en la materia que a nivel nacional la edad mediana al inicio de la vida sexual de las mujeres es a los 18 años, que corresponde a un año menos en comparación con lo reportado en 2009.
Nupcialidad
Según datos de la ENADID 2014, 42.3% de la población de 15 años y más está casada y 16.4% en unión libre; en suma, cerca de seis de cada 10 (58.7%) se encuentra unida. La población soltera representa 29% y poco más de la décima parte (12.3%) se encuentra separada, divorciada o viuda.
Este contexto cambia con la edad y el sexo de la población, por lo que es común encontrar una alta proporción de jóvenes (15 a 29 años) aún solteros (63.5%); en los varones de este grupo de edad, este porcentaje representa 70.7%, es decir, es 14 puntos mayor que el de las mujeres de esta edad (56.2%); y se observa que hay más mujeres jóvenes unidas (38.9%) que hombres (27.4%).
En relación con la población unida, se observa que entre 2009 y 2014 disminuye en tres puntos porcentuales el monto de casados, al pasar de 45.1% a 42.3% en ese periodo y se incrementa en la misma proporción quienes viven en unión libre, al pasar de 13.3% a 16.4% para los mismos años.
También se observa el aplazamiento de la edad a la primera unión (contraer matrimonio o unirse por primera vez) de las mujeres en edad fértil, al pasar dicho indicador de 20.2 en 2009 a 20.4 en 2014.
Estas transformaciones en las pautas nupciales y sus implicaciones económicas y sociales en las estructuras familiares, debe tenerse en cuenta al diseñar políticas que brinden protección social a las personas.
Migración internacional
El monto de la población que entre agosto de 2009 y septiembre de 2014 emigró de México hacia otro país con la intención de vivir, trabajar o estudiar, fue de 719 mil personas. La mayor parte de los emigrantes internacionales se dirigen a los Estados Unidos de América (86.3%) y en menor medida a Canadá (2.2%) y España (2.1%). Las entidades de las que emigra mayor población son Guanajuato, Michoacán, México y Jalisco, que acumulan 31% del total de emigrantes.
Si se compara con las cifras de la ENADID 2009, se observa una reducción significativa del volumen de población emigrante, en particular la que se dirige a los Estados Unidos de América, ya que con datos de esta encuesta se tiene que un millón 640 mil personas emigraron a este país entre mayo de 2004 a junio de 2009, lo que representa una reducción aproximada del 60% en los últimos cinco años.
Este cambio en el patrón migratorio internacional, derivado entre otras razones del endurecimiento de las políticas migratorias, la deportación de residentes de forma ilegal y la falta de oportunidades de trabajo en aquel país, demanda tomar acciones para reforzar el marco de protección efectiva de los derechos de los migrantes. Asimismo, lleva a analizar los factores que afectan la calidad de vida de los jóvenes que propician la migración internacional.
En resumen, estas son algunas de las implicaciones demográficas que los resultados de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica pone a consideración de las instituciones y la sociedad en general para el desarrollo de políticas públicas en el país.
David Martínez Director de Estandarización y de Clasificaciones y Contenidos Sociodemográficos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía |