El pasado 11 de enero el Coneval dio a conocer la evolución mensual de las líneas de bienestar y de bienestar mínimo, la cual estima con base en la información actualizada del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), y cuyos valores utiliza para la medición de la pobreza en nuestro país.
De acuerdo con los resultados, de diciembre de 2016 a diciembre de 2017, el valor de la canasta alimentaria rural (línea de bienestar mínimo) pasó de $979.42 a $1,066.70, lo que representa un incremento nominal de 8.9%.
El mismo aumento fue registrado por el valor de la canasta alimentaria urbana (Línea de Bienestar Mínimo) que en el mismo período pasó de $1,369.67 a $1,491.65.
En términos reales; es decir, considerando la inflación de 6.77% al cierre del 2017, productos de la canasta alimentaria rural y urbana como la papa, el chile, la cebolla, y el limón experimentaron los mayores aumentos, pues tuvieron variaciones de 46.4%, 21.4%, 20.3% y 15.2%, respectivamente.
En relación con la canasta no alimentaria, se observa que la vivienda y los servicios de conservación tuvieron un incremento real en el valor mensual por persona de 7.5% en la canasta urbana y de 8.7% en la canasta rural.
La próxima actualización de los valores de las líneas de bienestar 2017 será publicada el 13 de febrero.