La pérdida del poder adquisitivo impide disminuir la población en situación de pobreza y plantea la necesidad de incluir estos datos como un factor en el diseño de las políticas que atienden la política social
El salario asociado a los trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social a nivel nacional ascendió en noviembre de 2017 a 333 pesos diarios que, comparados con el cierre de 2016, representaron un incremento nominal de 4.5%.
Desagregado por regiones, en el sur de país, donde se encuentran las entidades federativas con los mayores índices de pobreza, se observó la menor cifra, con 298 pesos, la cual es 28% menor a la registrada en la zona centro del país, de 381 pesos. En el occidente y norte, el salario fue de 302 y 332 pesos, respectivamente.
Sin embargo, la inflación de 6.77% que se registró al cierre de 2017 mermó el poder adquisitivo: en términos reales, el crecimiento de dichos salarios, de diciembre de 2016 a noviembre de 2017, se contrajo 1.6%, y en lo que va de la presente administración, a excepción de 2015 y tomando en cuenta los efectos inflacionarios, se registraron crecimientos inferiores al uno por ciento. Comparado con 2012, el incremento salarial es de sólo 1.4% en términos reales.
Asimismo, el salario mínimo, que en 2017 se ubicó en 80 pesos, registró un incremento nominal de 9.6% respecto del año precedente, lo que significó que en términos reales registrara una tasa de crecimiento de 3.2%, sin embargo, su monto nominal mensual de 2,400 pesos, es inferior al precio mensual de línea de bienestar de la canasta básica de bienes y servicios, que, de acuerdo con el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (CONEVAL), para noviembre de 2017 fue de 2,969 pesos en las zonas urbanas.
Cabe destacar que, generalmente, los incrementos reales de los salarios en México son inferiores a los niveles inflacionarios, los cuales, entre 2012 y 2016 promediaron un crecimiento cercano a 4%.
