Pese a que nuestra carta magna es posiblemente una de las que en mayor medida reconocen y mandatan a nivel mundial la garantía del más amplio marco de derechos de la niñez, en nuestro país todavía hay un muy alto grado de incumplimiento de esos derechos
En efecto, la magnitud de la deuda que nuestro país mantiene respecto de niñez es grande; destaca, por ejemplo, que en relación con las tecnologías de la información y la comunicación, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes contiene disposiciones dirigidas a las autoridades para que promuevan mecanismos de protección a la infancia respecto de los riesgos derivados del acceso a medios de comunicación y uso de sistemas de información que afecten o impidan objetivamente su desarrollo integral.
El estudio sobre la oferta y consumo de programación para público infantil en radio y televisión del Instituto Federal de Telecomunicaciones, publicado en abril de este año, evidencia que a nivel mundial, el público infantil mexicano es el que más tiempo destina a ver la televisión, pues en promedio las niñas y los niños de 4 a 12 años en México ven 4 horas y 46 minutos de televisión abierta al día, con mayor frecuencia, en el horario de las 21:00 a las 22:00 horas, es decir, un horario no apto para este sector.
En tanto, los géneros que más consumen en televisión las niñas y los niños mexicanos son los dramatizados unitarios, las telenovelas, las caricaturas, los reality show y los de concurso, la mayoría de ellos contienen temas de violencia, sexualidad y adicciones y en los que pueden presentarse algunas palabras soeces o frases en doble sentido.
De acuerdo con la organización “A favor de lo mejor”, la problemática radica en que no hay congruencia entre los horarios en que se ofrece programación infantil y aquellos en los que este público consume, asimismo, que el horario considerado “apto para todo público”, se encuentra un gran porcentaje de material clasificado en “B” y “B-15”, es decir, aptos para adolescentes y adultos y aptos para mayores de 15 años, los cuales se transmiten a partir de las 20:00 horas, de modo que los lineamientos de clasificación no protegen a la infancia y la adolescencia.
En palabras de Gabriela Delgado, los Lineamientos de Clasificación de Contenidos expedidos por la Secretaría de Gobernación en 2015 contienen criterios ambiguos y poco claros, así como horarios fuera de la realidad mexicana y sin tomar en cuenta el interés superior de la niñez.
Frente a este panorama, y a un año de que la Convención de los Derechos del Niño cumpla 30 años de haber sido firmada, el Estado mexicano debe llevar a cabo un esfuerzo adicional de gran calado, para que nuestro país llegue a esa celebración en ruta de ser un país apropiado para la infancia.
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