A partir del mes de enero de 2017, y ante el incremento de precios de los energéticos (en lo que ha sido denominado popularmente como el “gasolinazo”), México Social asumió la tarea de dar seguimiento puntual al comportamiento de la inflación, con el propósito de verificar si se presenta o no, un alza generalizada de precios, sobre todo en aquellas mercancías, servicios y tarifas que podrían tener un mayor efecto en los indicadores de pobreza.
En ese sentido, es importante recordar que en México el organismo que tiene la facultad constitucional y legal de medir la inflación es el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Algunos conceptos que suelen causar confusión en este tema son los relativos a la “inflación subyacente” y la “inflación no subyacente”. La primera se refiere al incremento de precios del consumidor, sin tomar en cuenta ni los productos energéticos ni los alimentarios, pues sus variaciones son muy altas, por lo general, en el corto plazo. Es decir, en tanto que la inflación subyacente busca generar un indicador de mediano plazo, excluye en su composición los productos de mayor variabilidad de precios.
Otra de las razones de excluir tales productos y mercancías es que, por lo general, están fuera del control de la política de control de precios y monetaria de los Bancos Centrales, y que están vinculados a factores externos como las sequías, las plagas (en el caso de los productos alimentarios), o de factores externos como conflictos bélicos o políticos, que pueden llegar a incluir en los precios del petróleo, etcétera.
Por su parte, la inflación no subyacente es la que se refiere a todos los precios que componen a los índices relativos al consumo, y presenta mayores y más bruscas variaciones, aunque en el mediano y largo plazos suele aproximarse a la medición de la inflación subyacente.
Así planteado, es importante decir que la inflación mensual registrada entre los meses de diciembre de 2016 y enero de 2017 fue de 1.7%, con una inflación anualizada de 4.72% entre enero de 2016 y enero de 2017.
Asimismo, de acuerdo con el comunicado del INEGI, fechado el día 09 de febrero de 2017: “El índice de precios subyacente registró un crecimiento mensual de 0.58 por ciento y una tasa anual de 3.84 por ciento, mientras que el índice de precios no subyacente reportó un aumento mensual de 5.14 por ciento y de 7.40 por ciento anual”.
Es interesante observar que en el capítulo de “mercancías”, la inflación anualizada entre enero de 2016 y enero de 2017 tuvo un incremento de 4.75%, siendo el rubro específico de “alimentos, bebidas y tabacos”, el que tuvo un mayor crecimiento, con un indicador de 5.27%.
Los productos de mayor variación
Como parte de la medición de la inflación, el INEGI reporta siete categorías de análisis, que incluyen las 10 mercancías, servicios o tarifas con mayores incrementos. En ese sentido, dos de las categorías presentadas son de carácter “general” y presenta los datos relativos a la inflación subyacente de mercancías y la inflación subyacente de servicios.
En la primera, la inflación subyacente de mercancías, el crecimiento del índice fue de 4.75% entre enero de 2016 y enero de 2017. En este segmento, las mercancías que más se encarecieron fueron las agrupadas en la categoría de “otras legumbres secas”, con un incremento de 32.37% anualizado. Le siguen los “acumuladores”, con una variación de 7.39%; los hornos de microondas, con un 7.35%; las tortillas de maíz con 6.88%; las bicicletas y motocicletas, con 6.69%; el frijol procesado, con 4.04%; los reproductores de video con 3.18%; los refrigeradores con 2.65%, y el café soluble, con 2.3%.
En lo relativo a la inflación subyacente de los servicios, el que más se encareció fue el servicio de televisión de paga, con un incremento anualizado entre enero de 2016 y enero de 2017, de 6.63%; le siguen los servicios de hospitalización general con 5.43%; en tercer sitio los servicios de loncherías, fondas, torterías y taquerías, con 5.33%; le siguen los autobuses foráneos con 5.28%; la hospitalización de parto se incrementó en 4.83%; y los servicios profesionales en general con 4.47%.
En este rubro destaca el capítulo de los servicios de telefonía celular, los cuales tuvieron una reducción anualizada de -13.07%.
Respecto a la inflación no subyacente, particularmente en el capítulo de frutas y verduras, se registró un descenso anualizado de precios, entre enero de 2016 y enero de 2017, de -6.01%. Los precios en los que se registran mayores descensos en este rubro son: los plátanos, con -5.65%; la sandía, con -16%, la cebolla, con -17%; y la calabacita, con -28.5% de decremento anualizado. Por el contrario, los productos que mayor incremento tuvieron fueron el limón, con un incremento anual de 68.3%; el aguacate, con 59%; el melón, con 9.29%; y los duraznos, con 8%.
Entre los productos pecuarios, el mayor incremento entre enero de 2016 y enero de 2017 se dio en los camarones, cuyo precio creció en 24%; la categoría de “otros mariscos” tuvo un incremento de 23.6%; les sigue el pescado, con una variación de 8.86%; la carne de cerdo, con un incremento de 8.29%; el pollo, cuyo precio creció en 5.88%; mientras que el huevo registró una variación de 5.23%.
@saularellano
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