Inserto al Tercer Informe de Gobierno, del 1º de septiembre de 2021.
“Enfrentamos muchas dificultades en la crisis de 2020 y al mismo tiempo, como está referido en los párrafos anteriores, llevamos a cabo muchos programas de apoyo para la población. Debemos, sin embargo, prestar más atención a lo ocurrido con la pobreza. Lo he dicho desde hace mucho tiempo y lo reitero: el sentido de la transformación es dar prioridad a los pobres, Primero los pobres, no dejaré de proclamarlo.
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“Durante 2020 se realizaron estimaciones sobre el impacto de la crisis en el bienestar, y por fortuna la pobreza creció menos de lo que se pronosticó, e, incluso, en algunos estados de la República se redujo, a pesar de la gravedad de la situación. Sin embargo, el año pasado mas de tres millones setecientas mil personas se empobrecieron, y de estas, casi dos millones cien mil personas pasaron a la pobreza extrema. Debemos tener presente esta realidad lamentable y no eludirla, porque el abatimiento de la pobreza, junto con la reducción de las desigualdades, debe ser siempre nuestra prioridad más elevada.
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“La recuperación que ya estamos viendo de la economía ayudará a que la pobreza se reduzca, pero no debemos confiarnos. Recordemos cómo en el pasado el crecimiento económico no siempre fue de la mano con el bienestar. Por esta razón, en adelante no solo seguiremos incrementando el presupuesto social en general, sino que este se dirigirá con más cuidado a los grupos más vulnerables. Los tecnócratas le llaman progresividad, pero es simplemente favorecer más a los que menos tienen. De este modo la pobreza y la desigualdad se reducirán más rápido, y se logrará justicia social de manera más directa y pronta.
“Buscaremos esto no solo por razones humanitarias y de solidaridad, sino también porque solo nos irá mejor como sociedad, solo viviremos más integrados y seguros, si le damos trato privilegiado a quienes antes estaban excluidos. A los neoliberales les gusta decir que no se trata de un gasto sino de una inversión social, y ahora les tomo la palabra: vamos a invertir más en educación, salud, protección y seguridad social, vivienda, agua y en los demás derechos, con acceso universal y parejo para todos, y con servicios de la mayor calidad posible. De eso se trata, de cumplir con los derechos, no de transferir dinero.
“En estos tres años de gobierno he visto que hay grupos de personas y regiones que por diferentes razones no tienen acceso efectivo a los programas sociales, ni se benefician igual de los salarios y el empleo digno. He constatado que hay asociaciones que genuinamente procuran apoyar a esas personas, que canalizan recursos de manera honesta y eficiente, y tienen experiencia en la promoción de proyectos para superar mejor los rezagos sociales. El crecimiento de la pobreza que nos dejó la crisis es una poderosa razón para que esas asociaciones contribuyan mejor a la política social, y por eso próximamente estaremos lanzando convocatorias a la sociedad para sumar esfuerzos y actuar juntos, para que todos podamos decir: Primero los pobres.
“Somos un país en el que, a pesar de las dificultades, disponemos de recursos suficientes para acelerar la superación de la pobreza, y sobre todo para abatir sus formas extremas. Por eso en los próximos años daremos prioridad a los estados y regiones, a las zonas urbanas y los pueblos en los que sigue pesando tanto la pobreza extrema. En las cinco entidades en los que está más de la mitad de las personas cuyos ingresos no son suficientes para la alimentación adecuada, en los que además hay carencias sociales, concentraremos los esfuerzos de manera coordinada con las autoridades estatales y municipales, porque se trata de una tarea compartida, en la que debemos concurrir sin distinciones de partidos ni de banderas políticas. Además, al redoblar el esfuerzo social nacional, seguiremos poniendo más cuidado en que no haya condicionamiento alguno en los programas de apoyo y en ninguna acción contra la pobreza.
“En esta tarea podrán cumplir una función muy relevante tanto el CONEVAL como el INEGI, que, en cumplimiento de sus responsabilidades constitucionales, permiten identificar lo que nos está sucediendo con el ingreso de los hogares y las familias, con el cumplimiento de los derechos, el acceso a los servicios públicos, entre tantas otras situaciones. Por efecto de los nuevos tiempos que vivimos, estos dos organismos han hecho esfuerzos muy importantes de austeridad, y debemos congratularnos de que aún así estén ejerciendo sus funciones, que redundan en beneficio de la sociedad. Como he dicho, se está elaborando un índice de bienestar, y contamos con el INEGI, el CONEVAL y otros organismos para formularlo, tomando en cuenta toda la experiencia y el conocimiento con el que cuentan.
“En esta gran tarea de superación de la pobreza también necesitaremos mejorar la coordinación entre las instituciones públicas, los órdenes de gobierno y los poderes, y facilitar la participación de las personas que conocen los temas y están dispuestas a aportar sus conocimientos y experiencias. Por esto, próximamente instruiré al Secretario de Desarrollo Social y a otras dependencias a reactivar y renovar el Consejo Consultivo de Desarrollo Social, la Comisión Nacional y la Comisión Intersecretarial del mismo tema, para que aprovechemos mejor lo que como sociedad y gobierno tenemos y lo que hemos aprendido.
“He mencionado en otras partes de este Tercer Informe los avances que registramos en la política laboral, el salario mínimo, la regulación del outsourcing y otras reformas trascendentes, y todo esto cumplirá un papel muy importante en la mejora de los ingresos de las familias, que dependen en su mayor parte de las remuneraciones salariales. La superación de la pobreza, lo indica la experiencia cotidiana y lo confirman los estudios, solo tendrá un buen puerto si mejoramos el empleo digno, bien pagado, con seguridad social, y por eso en adelante pondremos más énfasis en una recuperación que facilite la creación de trabajos formales.
“Cada familia sabe que su sostenimiento depende en lo fundamental de lo que produce o vende, de lo que gana por sus remuneraciones. Lo que recibe por los programas gubernamentales es un complemento muy valioso, sobre todo para los grupos más pobres, entre ellos los de población indígena. Lo que muchas familias captan por remesas también es un elemento muy importante de los ingresos de millones de hogares, por lo que las personas que han migrado merecen todo el reconocimiento de la sociedad y de su gobierno. Sobre todo, buscaremos que el ingreso de las familias se recupere más rápido y la mejora se sostenga en los años por venir, así como está ocurriendo ya con el salario mínimo.
“No olvidamos que tenemos un compromiso de reducir al menos al 50% la pobreza multidimensional en 2030 y de erradicar la pobreza extrema. Refrendamos estos propósitos compartidos con el mundo en la ONU, por interés nacional y sobre todo por obligación moral con nosotros mismos. Llevamos retraso en estos objetivos, por las adversas circunstancias que vivimos, pero es posible lograrlo en los próximos años, pues no somos una sociedad a la que le falten recursos, aunque sigamos teniendo tanta y tan ominosa pobreza. Otros países lograron abatirla en periodos históricos en los que disponían de menos riqueza. Este es el mensaje que deseo enfatizar: podemos alcanzar los objetivos de acabar con la pobreza, y a eso deseo convocar como una de las grandes prioridades nacionales, es posible conseguirlo.
“No todo es ingreso, lo sabemos bien, y la reducción de la pobreza también nos demanda más atención en los servicios públicos, sobre todo en el acceso a la salud. Hemos llevado a cabo reformas complejas, que además se estaban realizando cuando apenas iniciaba la pandemia. Han sido circunstancias extraordinarias, y con rigurosidad revisaremos la manera en la que están operando los servicios de salud. Lo central debe ser que nadie que necesite y solicite atención en salud quede sin recibirla, junto con los medicamentos y el acompañamiento necesario.
“En una semana más la Cámara de Diputados recibirá el programa hacendario de 2022, del que forma parte el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año entrante. Ahí se deberán reflejar las prioridades para esta movilización nacional contra la pobreza que hoy estoy anunciando.
“Desde luego, y como lo establece nuestra Constitución, estaremos atentos a los posibles requerimientos de las cámaras de Diputados y de Senadores para ampliar la información que se nos requiera acerca de este y los demás temas que he tratado. Además, las Secretarias y los Secretarios de Estado y los funcionarios que sean citados, rendirán los informes necesarios bajo protesta de decir verdad.
“Me he extendido en este tema porque se trata de la prioridad central y máxima de nuestro gobierno para el segundo periodo de mi mandato. En eso ocuparemos nuestra energía, convocatoria, legitimidad política y capacidad de acción.”
[Sigue la línea 434, Amigas y amigos…]
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