por Katheryn Hernández Olvera
Los brasileños están cansados de la izquierda y sus escándalos de corrupción; el Partido de los Trabajadores no ha podido superar la crisis política en la que está inmersa él y su líder, Luiz Inácio Lula da Silva. A un mes antes de las elecciones colocó a Fernando Haddad como su candidato a la presidencia y solamente obtuvo el 27% de los votos. Sin embargo, estos le bastaron para avanzar a la segunda vuelta.