La lucha por la democracia es infinita porque cuando los ciudadanos de un Estado logran avanzar hacia la consolidación de un régimen político democrático, ya están deseando que éste mejore. Pensadores como Giovanni Sartori hablan de una democracia real y una aspiracional. Sin embargo, los regímenes democráticos no siempre transitan a uno mejor, sino pueden sufrir retrocesos. Por ejemplo, cuando, con los mismos mecanismos de la democracia electoral, llegan legitimados a ejercer el Poder Político quienes no se rigen bajo los principios democráticos y, por el contrario, instauran regímenes autocráticos (Joe Biden).
Escrito por: Ruth Zavaleta Salgado
Medir si un régimen político es democrático o no, o si ha disminuido la calidad de la democracia no es un asunto sencillo, pero desde hace algunas décadas, diferentes organizaciones internacionales y regionales, han creado indicadores para medir y analizar el grado de desarrollo democrático de cada Estado. Por ejemplo, desde el 2006, Economist Intelligence mide 165 países a partir de cinco indicadores: Procesos electorales y pluralismo, Funcionamiento del Gobierno, Participación política, Cultura política y Libertades civiles. En ese contexto, presentó su Informe 2022 titulado: “Frontline Democracy and the battle por Ukraine” y aportó los siguientes datos: 59 Estados se encuentran bajo regímenes políticos autoritarios, 48 con democracias defectuosas, 36 bajo regímenes híbridos y solo 24 bajo regímenes totalmente democráticos.
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Bajo este panorama se realizó la Cumbre por la Democracia 2023, encabezada por el Presidente de los Estados Unidos de América, el demócrata Joe Biden, esta es la segunda ocasión en que decenas de mandatarios de diferentes regiones del mundo se dan cita para expresar sus puntos de vista al respecto. La primera Cumbre se realizó en diciembre del 2021 y “los gobiernos participantes anunciaron cerca de 750 compromisos destinados a fortalecer y salvaguardar la democracia en el país y en el exterior.” (https://www.state.gov/translations/spanish/hoja-informativa-cumbre-por-la-democracia-avances-en-el-ano-de-accion/). En ese entonces, destacaron los acuerdos para proteger a los periodistas, impulsar a los medios de comunicación independientes y luchar contra la corrupción.
Se entiende que, en esta segunda Cumbre, los gobiernos participantes presentaron un balance de las acciones que realizaron en torno a los compromisos de la primera Cumbre y signaron nuevos compromisos, entre los que destacan otra vez: la protección de los derechos humanos, la libertad de los medios de comunicación y el Estado de derecho y el combate a la corrupción; además, asegurar rendición de cuentas por abusos y violaciones de derechos humanos; combatir todas las formas de discriminación y exclusión, fortaleciendo los derechos de la mujer; apoyar que se realicen elecciones libres y justas; abordar los desafíos globales, como el desarrollo sostenible, el cambio climático, la salud mundial y la seguridad alimentaria. (https://www.state.gov/translations/spanish/declaracion-de-la-cumbre-por-la-democracia/)
Lamentablemente, sobre las dos Cumbres, poco se supo en México, quizás porque el balance del Gobierno mexicano no es muy bueno respecto a los principales temas, veamos algunos puntos. En primer lugar, las cuentas sobre la protección a los periodistas son pésimas, en este sexenio han asesinado a 37 periodistas hasta el 2022( https://articulo19.org/periodistasasesinados/) y otros 3 de enero a marzo de este 2023. En total, 40 comunicadores han perdido la vida, además, el atentado contra Ciro Gómez Leyva que, afortunadamente, no tuvo éxito por parte de sus atacantes, pero hasta la fecha no se sabe quién o quiénes fueron los autores intelectuales del criminal acto.
En segundo lugar, en relación al combate a la corrupción, Americas Society, Council of the Americas publicó el informe 2022 sobre el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción, en las tres categorías medidas: capacidad legal, Democracia e Instituciones políticas y Sociedad civil y medios de comunicación, del 2019 al 2022, México tuvo retrocesos, principalmente en la tercera categoría. En términos globales, ocupa el lugar 12 de 15 países medidos en la región, con una calificación de 4.05 frente al mejor evaluado: Uruguay con 7.42. (https://ww.as-coa.org › CCC_Reportaje_2022).
En tercer lugar, respecto a los derechos de las mujeres, en este mismo espacio, hemos documentado en varias ocasiones, que, a pesar de que los delitos de alto impacto han disminuido ligeramente, del primer año del sexenio a la fecha, por el contrario, siguen incrementándose los diferentes tipos de violencias contra las mujeres, incluso las más letales: feminicidios, homicidios dolosos y desapariciones forzadas.
En cuarto lugar, respecto a la rendición de cuentas por abusos y violaciones de derechos humanos, qué puede decir este gobierno, por ejemplo, respecto a la situación de los migrantes. Los 39 migrantes calcinados en la estación migratoria de Ciudad Juárez es solo uno de los hechos criminales en contra de los migrantes, pero desde que inició esta administración, en diferentes momentos, los medios de comunicación han dado cuenta de las persecuciones policiacas en su contra como si fueran criminales, los terribles accidentes en la que han perdido la vida decenas y, sobre todo, diferentes actos de violencia en su contra por parte del crimen organizado.
Finalmente, qué decir respecto a la democracia electoral, después de la feroz campaña en contra del Instituto Nacional Electoral, la aprobación del llamado Plan B y la designación de la nueva presidenta del INE por tómbola (en donde un buen numero de los participantes fueron denunciados por su cercanía con la Cuarta T).
Quizás, por todas estas razones y por otras más, el presidente López Obrador prefirió hablar de la seguridad alimentaria en estos días, lamentablemente, tampoco puede decir que ha hecho gran cosa al respecto, ahí está el fraude de SEGALMEX por un lado y, por otro, los presupuestos anuales desde el 2019, que ha aprobado la mayoría morenista en la Cámara de Diputados: ¿qué monto de recursos se han destinado para impulsar una política alimentaria?
Ante todas estas circunstancias, lo que sigue para los ciudadanos, es evaluar por quien votar en el 2024: por quien represente la continuidad del espejismo o por quien defienda los principios de la Democracia y el Estado de Derecho.
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