La acumulación por despojo es un concepto propuesto por el geógrafo David Harvey, el cual se define como: “las actividades recurrentes de expoliación del sistema capitalista actual, que incluye la privatización de servicios e infraestructura social, la extracción de bienes naturales y el acaparamiento de tierras, donde para despojar a la población de sus recursos naturales y territorios se utiliza a la violencia, la criminalidad, el fraude y prácticas depredadoras.”
Redacción México Social / Daniela Flores
En el estado de Guerrero el modelo de acumulación por despojo se ha naturalizado desde hace décadas. Todos los proyectos de desarrollo en agroindustrias, forestal y turísticos se erigen sobre la violencia ejercida a poblaciones campesinas, ejidales y comunales.
Con el uso de tecnología de vanguardia, el Servicio Geológico Nacional (SGN), ha detectado cuantiosas reservas de oro, molibdeno, plomo, titanio y uranio en el llamado Cinturón Dorado, un área de 100 km de largo por 80 km de ancho, donde operan doce empresas mineras. El modelo de despojo se fortalece a partir del 2005, cuando el gobierno del estado de Guerrero otorgo títulos de concesión a empresas mineras canadienses para explotar el 21.09% del territorio de Guerrero para la extracción, beneficio y producción de oro y plata.
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Las políticas económicas en Guerrero se han adaptado para la producción de riquezas mineras de oro y plata. Entre el 2005 y el 2009 la entidad ocupó el cuarto lugar nacional en la producción de oro; el noveno en plata; el quinto en plomo y zinc, y el sexto en cobre. Es el cuarto lugar nacional en la producción de oro por los megaproyectos mineros de los de la Goldcorp (una empresa minera de origen canadiense) en el municipio de Eduardo Neri y la compañía minera Media luna en el municipio de Cocula. Los proyectos mineros de estas dos compañías son una nueva inserción de enclaves mineros locales a los centros financieros globales.
Durante los últimos 15 años ha incrementado el flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) en la minería, siendo el flujo de origen canadiense, el más importante con 78% de participación, incentivado por el incremento del valor de la onza de oro, que en 2009 llegó a 1,100 dólares.
El valor estimado de la producción minera en 2018 es de 17,783 millones de pesos; es pertinente preguntarse como una entidad donde prevalece la marginación, la criminalidad y la violencia política, ha logrado aumentar su producción minera de forma robusta.
La producción y acumulación de riqueza en las minas de Guerrero se ha logrado debido a las relaciones asimétricas entre empresas privadas y comunidades campesinas. Desde el 2005, las actividades mineras se declararon prioritarias para el “desarrollo” del estado. especialmente el oro que cotiza en los mercados financieros con un precio al alza, lo que hizo que su extracción comenzara a ser muy atractiva para capitales extranjeros.
Los yacimientos ricos en oro, los precios al alza y comunidades en extrema pobreza han sido las condiciones propicias para incentivar la acumulación por despojo.
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Fuentes consultadas
Anuario Estadístico de la Minería Mexicana, 2018. Edición 2019, p. 57.
Castillo, A.J. (18 de mayo de 2022). Las heridas abiertas de la megaminería en Guerrero. El caso de Carrizalillo. Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México.
Wallenis, C. A. R. (2019). Despojo para la acumulación. Un análisis de los procesos de acumulación y sus modelos de despojo. BAJO EL VOLCÁN. REVISTA DEL POSGRADO DE SOCIOLOGÍA. BUAP., 1(26).