Esta es la cuarta de ocho partes de este ensayo que explora diferentes dimensiones y consideraciones teóricas sobre la violencia y otros fenómenos que se le asocian.
Puedes seguir al autor, Jesús Vaca-Cortés [1] en Twitter: @kronosjvc
Para el “divino Marqués de Sade” el mayor acierto de la filosofía será el de encontrar los medios de que se sirve la Providencia para alcanzar os fines que se propone con respecto al hombre y trazar, según ellos, algún plan de conducta que le permita a ese desdichado individuo bípedo -que vive eternamente sujeto a sus tiránicos caprichos- saber cómo ha de interpretar los dictados de esa providencia sobre su propia vida y conocer el camino que debe seguir para defenderse de los curiosos caprichos de esa fatalidad a la que se le dan mil nombres diferentes, sin que nadie haya acertado aún a definirla, (Sade, Los infortunios de la virtud 35).
Pero el filósofo no tiene en sus manos ni el curso de la historia ni las directrices de acción que toca adoptar en un momento dado. Debe ser, al igual que los científicos, consciente de los límites de su saber. Lo que filósofos y científicos si pueden aportar son diagnósticos que busquen la raíz de los males que aquejan a las personas, describir factores de riesgo y detonantes, factores de protección o “vacunas” contra los comportamientos violentos; generar soluciones.
En este enlace puedes leer la tercera parte de este ensayo
La definción de la violencia en la SCJN
En el tema de la violencia, la mayoría de sus teorías están enfocadas a valorar sus orígenes y en menor medida sus efectos, o se estudia únicamente a los generadores de violencia, pocas veces a los pacíficos, se investiga a niñas que acosan a sus pares, casi nunca a quienes no lo hacen, pretendemos conocer a los envidiosos y rara vez a quienes generan comportamientos altruistas.
La violencia puede estar influenciada por fenómenos sociales (religiosos, educativos, culturales, económicos o políticos entre otros), puede ser voluntaria, ciertas veces discutiblemente involuntaria, analicemos cinco enunciaciones.
1.- La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la describe así: “Violencia. Del latín violentia-violentiae, fuerza, violencia derivada del verbo violo-violas-violare-violavi-violatum , tratar con violencia, maltratar, forzar, violar, atacar, devastar: también significa profanar, ofender, ultrajar: el sufijo –ia, indica estado. En sentido general, coacción ilícita, acto de fuerza, cuyo carácter ilegítimo depende (por su atentado contra la paz y la libertad) de la brutalidad del procedimiento empleado (violencia física o corporal o material), y, a causa del efecto de intimidación, del temor que inspira (violencia moral).” (Suprema Corte de Justicia de la Nación 415).
Aquí puedes leer la segunda parte de este ensayo
La visión de Giuliano Pontara y la OMS
2.- Para Giuliano Pontara, en su Diccionario de Ética y de Filosofía Moral (2001, pág. 1663), la violencia es concebida como un método de lucha, la definición más adecuada, según el autor, es la siguiente: a) significa toda acción (cometida u omitida), llevada a cabo como parte de un método de lucha, que implica el homicidio de una o varias personas o que supone que se les inflijan sufrimientos o lesiones físicas o psíquicas; b) de manera intencional; y 3) contra su voluntad.
3.- Para la OMS es: El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. Lo que incluye tanto la violencia interpersonal como conflictos armados o comportamiento suicida.
“Cubre también una amplia gama de actos que van más allá del acto físico para incluir las amenazas e intimidaciones”. (Organización Mundial de la Salud 3).
Merani y Cabanellas de las Cuevas
4.- Alberto Merani, psicólogo, dice que es: “En el hombre, carácter del impulso del que no es dueño (pasión cóleras violentas, etc.); recurso ilegítimo de la fuerza”. (Merani 164). El Doctor Merani, atribuye la violencia a factores externos que quedan fuera del control racional o consciente de la persona, aunque reconoce que no es legal o normal.
5.- En su Diccionario Jurídico Elemental, Cabanellas de las Cuevas, la asume como: “…una situación o estado contrario o naturaleza, modo o índole / Empleo de la fuerza para arrancar el consentimiento / Ejecución forzosa de algo, con independencia de su legalidad o ilicitud / Coacción a fin de que se haga lo que uno no quiere, o se abstenga de lo que sin ello se querría o se podría hacer. / Presión moral. / Opresión. / Fuerza. / Violación de la mujer (v.) contra su voluntad especialmente. / Todo acto contra justicia y razón. / Proceder contra normalidad o naturaleza. / Modo compulsivo o brutal para obligar a algo. / Interpretación excesiva o por demás amplia de algo”. (Cabanellas de las Cuevas 410).
En síntesis…
El último autor citado, a diferencia de Pontara, la OMS, la SCJN o de Merani, incluye derivaciones de violencia que van más allá de los delitos; agrega interesantes conductas individuales o colectivas que podemos acumular en la categoría de violencia otras, que, al parecer, no lo serían. Ejemplos; la violación sexual de un hombre no sería violencia, puesto que la definición solamente incluye “violación de la mujer”.
Pero si serían evidencias de violencia, algunos preceptos religiosos, ciertas prácticas médico-psiquiátricas, como la homeopatía, los choques eléctricos, la leucotomía pre-frontal también llamada lobotomía; igualmente algunos libros de “superación personal”, “coaching” “neurografología” (todos los anteriores actos contra justicia o razón); la mamá de Mafalda quien diariamente le presiona para tragar la sopa (modo compulsivo para obligar a algo) e igualmente, algunos discursos políticos, informes presidenciales, palabrería de gurús new age, estrategias mercadotécnicas (interpretación excesiva o por demás amplia de algo), -tal vez, algunos textos, capítulos de libros y disertaciones doctorales puedan incluirse en el apartado-.
[1] Doctor en Filosofía y Ciencias Humanas; Maestro en Ciencias (Psicología Social); Especialista en: Psicología Forense y Jurídica; Victimología; Prevención del delito, Perfilador Criminal. Creador del Modelo Multifactorial para la Resolución de Delitos Recurrentes (MURDER). Contacto: jvc.vaca@gmail.com www.jesusbvaca.wordpress.com