El Índice de Confianza en el Consumidor no es precisamente una medida de la inflación; busca medir, por el contrario, el grado de confianza que tiene la población respecto del desempeño de la economía nacional en general, de sus perspectivas económicas personales, y específicamente sobre sus posibilidades reales de comprar o no, en el corto y en el mediano plazo, bienes duraderos y no duraderos.
Para medir este indicador, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realiza una encuesta mensual que permite captar y dimensionar el nivel de confianza que tiene la población respecto de sus posibilidades de consumo, por lo que también cada mes presenta la variación porcentual que tiene el Índice y sus componentes.
La definición técnica que da el INEGI respecto de este indicador es la siguiente: “Este índice se conforma de cinco indicadores parciales que recogen las percepciones sobre: la situación económica actual del hogar de los entrevistados, respecto de la de hace un año; la situación económica esperada del hogar dentro de doce meses; la situación económica presente del país, respecto a la de hace un año; la situación económica del país dentro de doce meses; y qué tan propicio es el momento actual para la adquisición de bienes de consumo duradero”.
Para el mes de enero de 2017, y luego del “gasolinazo”, la caída en el valor del citado índice es estrepitosa y registra niveles nunca antes vistos en la medición de este índice. En efecto, en el valor general, la reducción general es de -17.9% respecto del mes de diciembre de 2016.
Lo anterior se debe, en evidencia, al impacto del incremento del precio de los energéticos, pero también de otros servicios públicos y privados, así como el incremento en el precio de productos de consumo básico como el frijol, las tortillas y los nopales, por citar sólo algunos de los ejemplos más emblemáticos.
En esa lógica, es importante destacar que, en la pregunta: “¿Cómo considera usted la situación económica del país hoy en día comparada con la de hace 12 meses?”, se registró una de los descensos más importantes, pues la caída entre diciembre del año pasado y enero de 2017, es de 22.6%.
Asimismo, el segundo componente del índice en el que se registra la caída más elevada es el relativo a la pregunta de: “comparando la situación económica actual con la de hace un año, ¿cómo considera en el momento actual las posibilidades de que usted o alguno de los integrantes de este hogar realice compras tales como muebles, televisor, lavadora, otros aparatos electrodomésticos, etcétera?”. En este indicador, la caída mensual registrada es de -23.5%
Por su parte, el componente con mayor descenso fue el relativo a la pregunta relativa a la perspectiva general de la economía del país, proyectada a un año. El ítem de la encuesta es: “¿Cómo considera usted que será la condición económica del país dentro de 12 meses respecto de la actual situación?” En este indicador, el descenso mensual fue de -23.6%
