Están a nada las elecciones más grandes en la historia del país y tus monstruos, criminales y fascistas favoritos, se van a quedar con los puestos más importantes de la República. Salen por estas fechas de las catacumbas y alcantarillas, individuos que llevan años haciendo carrera política tras bambalinas, personas que están dispuestas a prometer lo que sea para ganarse tu voto, pero sin la convicción política que se necesita en México.
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Y otra época electoral, en México, es otra época de degradación del sistema político: ahora se postulan actores, atletas y youtubers, nuestros gobernantes pasaron de puro “wey equis” a cualquier tipo zeta y las propuestas e iniciativas que proponen los candidatos son cada vez más ridículas.
Ya desde hace tiempo los partidos nos han acostumbrado a que las agendas ‘políticas’ con las que los aspirantes al gobierno tratan de cooptar a la gente den risa. Es soborno y no convicción.
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Y es que nuestros candidatos ya se dieron cuenta de que el pueblo sabe que aquí no va a cambiar nada porque el sistema actual no permite cambios verdaderos, y por eso tratan de convencer al votante con cosas absurdas que creen que queremos o que llaman la atención de lo escandalosas. Por eso gastan el dinero de tus impuestos y el tiempo de tu país con ideas que no tienen ni pies ni cabeza.
Gran ejemplo Carlos Augusto González, del Partido Verde, que quiere ser presidente municipal de Reynosa. En un mitin dijo que estaba harto de los políticos corruptos, del sistema estancado y de la desigualdad. Siguiendo complicadas teorías de gobernabilidad, propuso combatir todo esto poniendo un concierto gratis de Metálica en Reynosa.
Charlie le va a cantar ‘Enter Sandman’ al narco para agüitarlo. ‘The day that never comes’ es el day en el que nuestro gobierno se tome sus responsabilidades en serio.
Lourdes Paz, que busca reelegirse como diputada de Morena (CDMX), impulsa una iniciativa para prohibir la venta de cerveza fría en chelerías y chelódromos y tienditas. La obsesión de nuestros representantes con el alcohol seguro es un fenómeno sociológico.
También Ricardo Monreal (que si no te cuidas acaba siendo tu presidente, y si te doble descuidas se vuelve presidente su carnal, que chance está peor), anda en puras cosas que a nadie le importan y que no sirven de nada. El senador propuso este año que exista una multa de 100 veces el salario mínimo por fumar en el coche. Por fumar tabaco.
Y, por alguna perra razón, hay varias agendas que se preocupan intensamente por las mascotas, y ni si quiera por asuntos de bienestar animal o algo así digno.
Norberto Nazario y Leticia Varela, candidatos a diputados locales de Morena, proponen iniciativas sobre el lugar de la mascota en la legislación de la capital. A Nazario se le ocurrió algo que todos teníamos en la punta de la lengua, algo que queríamos desde hace años: hay que cambiar el código civil local para que las mascotas sean parte formal de las familias y puedan heredar bienes. Varela quiere prohibir los paseos de más de cuatro perros en la calle.
Además de las propuestas ridículas, también pelean por puestos en el gobierno personajes que, por anunciar sus planes de legislación de las formas más estúpidas, hacen que cualquier idea suya suene como un insulto al intelecto mexicano.
Ya es parte de la conciencia colectiva del país la leyenda de Carlos Mayorga, del PES, que en Ciudad Juárez llegó a un mitin en un ataúd diciendo que, si no cumple lo que promete, los ciudadanos lo pueden enterrar vivo.
Fernando Garza, del PAN, en Guadalajara, disfrazó a criminales con pistolas y tutús y los puso a bailar ballet en la calle. Luego sacó una manta que decía que el crimen organizado “nos está pegando un baile”.
¿Cómo nos podemos tomar en serio algo que nos presentan así? No te comerías un caviar que tuvieras que chupar del piso de un baño del azteca ni aunque fuera de beluga.
El fenómeno éste de las propuestas de broma y las formas ridículas de presentarlas en la política es un indicio de que el gobierno, en México, ya no importa. No se lo toman en serio ni los que lo eligen ni los que lo conforman.
Y, como cada vez hay que hacer cosas más denigrantes, en el mundo de Instagram y Tiktok, para ser famoso o poderoso, esta gente cada día hace más cosas que humillarían hasta el tuétano a una persona normal.
A la política en este país la gente entra para hacer cualquier cosa menos proponer y ejecutar planes o ideas con propósitos. Para los candidatos, las propuestas se han vuelto obstáculos y no motivos.
Vivimos la muerte de la convicción política, de las agendas. De hecho estamos en pleno velorio. Y a la misa llegaron Nazario y Varela con sus gatitos y Fernando Garza, borracho y tambaleándose, chupó antes de venir.
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Frase clave: Mascotas, tumbas y Metallica: La muerte de la convicción política.
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