La COP 27 y el “éxito” de la gobernanza ambiental

Entre el 6 y el 18 de noviembre tendrá lugar la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) en la ciudad de Sharm el-Sheikh en Egipto, dentro de los objetivos urgentes que contempla su agenda se encuentran la necesaria  adopción de medidas en cuestiones esenciales para hacer frente a la emergencia climática, como son la reducción urgente de las emisiones de gases de efecto invernadero, el fortalecimiento de la resiliencia, la adaptación a las consecuencias inevitables del cambio climático, y el cumplimiento de los compromisos de financiación de la acción climática en los países en vías de desarrollo.

Escrito por: Blanca Elena Gómez

En pocas palabras, la COP27 busca promover el cumplimiento del Acuerdo de París, un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante, adoptado por 196 países en la COP21 en París, el 12 de diciembre de 2015, y cuyos objetivos principales son: mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C con respecto a niveles preindustriales, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y promover un desarrollo resiliente al clima, para lograrlo se reconoció que  la acción climática debe permear todos los niveles de gobierno.

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Algo interesante del Acuerdo de París es que en su artículo 9 establece que “los países desarrollados deberán proporcionar recursos financieros y prestar asistencia a los países en desarrollo para la mitigación y adaptación al cambio climático”, reconociendo con ello la co-responsabilidad existente en la acción climática entre los Estados desarrollados y los Estados en subdesarrollo. Siguiendo esta línea, y de acuerdo con la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), se reconoce que es necesario contar con un financiamiento climático, conceptualizado como aquel financiamiento local, nacional o transnacional, proveniente de fuentes públicas, privadas y alternativas, que busca apoyar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. Lo anterior, amplia el abanico de actores reconociendo la relevancia del financiamiento privado, por ejemplo.

Como resultado de este proceso, se ha hecho mucho alarde de la acción multi-actor, y en consecuencia de la acción de multinivel que se ha generado, un sin número de investigaciones se destinan al análisis del tema, pero brindan una mirada parcial, sin dirigir la atención al hecho de que no lograremos alcanzar la meta de reducir el calentamiento global. Durante los 90 y principios de primera década del año 2000, las agendas de cooperación internacional colocaban como objetivo primordial la contención del calentamiento global, hoy en día solo hablamos de adaptación y mitigación de efectos, asumiendo acertadamente que bajo la gobernanza que hemos construido nada más hay por hacer.

El riesgo de exacerbar el éxito de algunas acciones descentralizadas, o de enaltecer acciones voluntarias, desarticuladas, esporádicas y de pequeña escala realizadas por las empresas solo ayuda a maquillar la inoperancia de la gobernanza medio ambiental. No quiere decir que todo esté perdido, la acción local, e incluso transnacional ha mostrado frutos interesantes. El centro del debate debe estar en garantizar una efectiva gobernanza en red entre los diferentes actores y en garantizar un financiamiento que permita dar continuidad y garantía de permanencia en el tiempo a acciones efectivas y eficientes.

En septiembre de 2022, el Grupo Banco Mundial informó que ha proporcionado la cantidad de 31 700 millones de dólares para ayudar a los países a abordar el cambio climático. Este monto representa un aumento del 19 % respecto del máximo histórico de 26 600 millones de dólares, alcanzado en el ejercicio anterior. De esta forma, el Grupo de Banco Mundial continúa siendo la principal fuente de financiamiento multilateral para la acción climática en los países en desarrollo. Respecto al financiamiento privado, existen datos dispersos, algunos que incluso permanecen como anónimos que no permiten mapear la evolución del tema. Será interesante ver cómo se desenvuelve el debate y cuáles serán las líneas de acción a seguir.

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Frase clave: La COP27, La COP27 del 2022