La crisis hídrica atenta contra la salud infantil

El Cuerno de África es una región situada en África Oriental, bañada por el Océano Índico y el Mar Rojo y separada de la península arábiga por el estrecho de Bab el-Mandeb. En la región residen más de 200 millones personas en una extensión de 4,5 millones de kilómetros cuadrados. La región está conformada por Etiopía, Somalia, Yibuti, Eritrea, Kenia, Uganda, Sudán y Sudán del Sur.

Redacción México Social / Daniela Flores

La zona se caracteriza principalmente por su clima árido y seco y en el año 2022 se enfrentó a la sequía más severa en cuarenta años.  La intensificación de la crisis hídrica duplicó el número de niños que sufren sed severa, hambre y enfermedades.

La falta de agua en la región ha facilitado la propagación de enfermedades infecciosas, incluido el resurgimiento del cólera en Somalia, Etiopía y Kenia. En 2022, se notificaron casos o brotes de cólera y diarrea acuosa aguda en más de 29 países de todo el mundo, 16 de los cuales experimentaron brotes prolongados; la tasa de letalidad ha aumentado al nivel más alto registrado en más de una década.

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El uso inadecuado, la mala gestión, la extracción excesiva de aguas subterráneas y la contaminación han disminuido los suministros de agua dulce, mientras que la demanda aumenta por el crecimiento de la población, la urbanización y la industria. El problema de la falta de agua se ve agravado por el cambio climático, con sequías, inundaciones, aumento del nivel del mar y fenómenos meteorológicos extremos.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) 1.42 mil millones de personas en todo el mundo, incluidos 450 millones de niños, viven en áreas de vulnerabilidad hídrica alta o extremadamente alta. Las consecuencias de la crisis hídrica en los niños son mortíferas, las enfermedades diarreicas son una de las principales causas de la mortalidad infantil (ocasionan medio millón de muertes anuales de niños menores de cinco años) y una de las principales causas de desnutrición.

Los niños con desnutrición son más vulnerables a la diarrea, lo que forma un ciclo precario de mala salud y desarrollo deficiente.

Los niños se ven obligados a buscar agua en sitios cada vez más lejanos de casa, lo que ha provocado que aproximadamente 2.7 millones de niños abandonen la escuela, con 4 millones más de niños en riesgo de abandonarla.

El impacto en los medios de subsistencia y la economía también ha aumentado los riesgos de trabajo infantil, matrimonio infantil y violencia de género. La escasez de agua es una de las causas principales de la migración, violencia y conflictos relacionados con el agua, incluida la militarización de la infraestructura WASH.

La escasez de agua potable y los servicios deficientes han incrementado las tensiones, debilitan los sistemas de salud, fragmentan las economías y forman desigualdades, lo que agrava la problemática.

El empeoramiento de la crisis de la sequía y el cólera son un llamado de urgencia sobre la seguridad hídrica. La frecuencia y la duración de las sequías ha aumentado en casi un tercio desde el año 2000, casi el 40% de la población en el mundo se ve afectada por la escasez de agua y más del 90% de los desastres naturales son relacionados con el agua.

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Fuentes consultadas

The Lancet Child Adolescent Health. (2023). Water insecurity: an urgent threat to child health. The Lancet. Child & Adolescent Health, 7(2), 77. Consultado en https://doi.org/10.1016/S2352-4642(23)00003-2.