La desigualdad salarial entre mujeres y hombres

De acuerdo con los datos del INEGI, presentados a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del IV Trimestre del 2021, confirman que la desigualdad salarial que existe entre mujeres y hombres se mantiene y que incluso, en algunos sectores se ha profundizado, tal como ya lo habían mostrado otros análisis en varias universidades y centros de investigación en el país.

Escribe: Saúl Arellano

La desigualdad salarial y la desigualdad en las actividades

Los datos de la ENOE son reveladores de la desigual estructura laboral que existe en México. Confirman asimismo, que la estructura laboral del país sigue determinada en buena medida, en función de los roles de género asignados y determinados por los estereotipos, que sin duda alguna, determinan la escolaridad y los tiempos y posibilidades de empleo de la mayoría de las mujeres.

En ese sentido, debe destacarse que hay una marcada diferencia de ocupación en los sectores de la producción. En efecto, de los 34.28 millones de hombres de 15 años y más, ocupados en el IV trimestre del 2021, 5.83 millones laboraban en el sector primario (17% del total); 10.3 millones trabajaban en el sector secundario (30.1%); mientras que 17.88 millones laboraban en el sector terciario (52.2% del total).

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Por su parte, entre las mujeres de 15 años y más, se encontraban ocupadas únicamente 22.32 millones. De ellas, 967,364 estaban ocupadas en el sector primario (4.3% del total); 3.8 millones en el sector secundario (17% del total); y 17.45 millones en el sector terciario (78.2% del total). Nótese que, en números absolutos, la cifra es prácticamente similar a la de los hombres.

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La desigualdad salarial es abismal

Las diferencias de ingresos entre mujeres y hombres son literalmente abismales. En primer lugar, debe hacers notar que, según el INEGI, entre los hombres, el 5.2% de quienes tienen alguna ocupación, no reciben ingresos; en contraste, entre las mujeres el porcentaje con esa característica es de 6.5%.

Entre los hombres, quienes tienen ingresos de hasta un salario mínimo al día, representan el 19.8% del total de la población masculina ocupada; pero entre las mujeres, el porcentaje es de 30.8%.

Por su parte, entre los hombres, el 36.1% percibe entre uno y hasta dos salarios mínimos por su trabajo; para las mujeres, el porcentaje en ese rango salarial es de 33.8%. Asimismo, entre los hombres, el porcentaje de quienes ganan entre dos y tres salarios mínimos es de 15.7%; pero entre las mujeres, el porcentaje es de 10.5%.

En ese orden, la población masculina ocupada con ingresos de tres a cinco salarios mínimos equivale al 7.2% del total de quienes trabajan; entre las mujeres es de 4.8%; y finalmente, el porcentaje de hombres que tienen ingresos de cinco salarios mínimos o más al mes, es de 2.7%; pero entre las mujeres es de 1.6%.

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Desigualdad laboral y desigualdad ocupacional

La desigualdad salarial y ocupacional entre mujeres y hombres puede percibirse en cuatro datos adicionales. En primer luhgar, el relativo a la ocupación sin acceso a prestraciones médicas, en el que no hay diferencias estadísticamente significativas pues, del total de hombres de 15 años y más que trabajan, 61.7% no tiene ese tipo de prestaciones, mientra sque entre las mujeres el dato es de 59.98%.

Asimismo, es notorio que la precariedad laboral es mayúscula en el país, pues del total de los hombres ocupados, el 32.61% labora 48 horas o más a la semana. El porcentaje entre las mujeres es menor, al ubicarse en 19.46%. Sin embargo, este dato no debe llevar al engaño, pues las mujeres aportan más del 70% del trabajo no remunerado en los hogares, lo cual, sumado al trabajo remunerado, supera en horaas promedio de trabajo a la semana.

El otro indicador sensible es el relativo a que el 28% de los hombres que trabajan lo hace en el sector informal, mientras que, entre las mujeres el porcentaje es de 30%.

Y finalemente, un indicador que confirma la prevalencia de estereotipos de género en la estructura laboral del país, es el relativo a que entre los hombres, sólo el 0.6% realiza trabajo doméstico remunerado, mientras que entre las mujeres el dato representa el 9.06% del total de quienes trabajan.

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