La discriminación son formas en que la sociedad afecta diversos derechos humanos, como la dignidad y las libertades fundamentales de todo ser humano, es un fenómeno que se impregna en las sociedades como un cáncer que genera desigualdades inaceptables por la evolución progresista que han tenido los derechos humanos.
Escrito por: Fernando Díaz Naranjo
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) establece que la discriminación es “Una práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo, que a veces no percibimos, pero que en algún momento la hemos causado o recibido”.
Por su parte, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (LFPED) define a la discriminación como “toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin ella, no sea posible, racional ni proporcional y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en uno o más de los siguiente motivos: el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de salud física o mental, jurídica, la religión, la apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el embarazo, la lengua, las opiniones, las preferencias sexuales, la identidad o filiación política, el estado civil, la situación familiar, las responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otro motivo. También se considerará como discriminación la homofobia, misoginia, cualquier manifestación de xenofobia, segregación racial, antisemitismo, así como la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia”.
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Para entender este fenómeno en nuestro país, es importante referirnos a algunos datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022, publicados el pasado 25 de mayo en donde refleja los datos obtenidos del 18 de julio al 9 de septiembre de 2022 sobre la magnitud de la discriminación y sus múltiples manifestaciones en la sociedad.
Bajo este contexto, la ENADIS 2022 detectó diversas opiniones discriminatorias a distintos grupos de poblaciones tales como los pueblos indígenas, personas afromexicanas, personas con discapacidad, personas de la diversidad sexual, personas migrantes, personas de diversidad religiosa, personas adultas mayores, niñez, trabajadoras del hogar, personas adolescentes y jóvenes, y finalmente, mujeres. En este sentido, resaltan entre otros aspectos los siguientes:
- De la población total de 18 años y más el 28% de la población indígena refirió haber sido discriminada de alguno de los rubros identificados en la LFPED en los últimos 12 meses;
- La población afrodescendiente refirió haberse sentido discriminada en un 35.6%;
- La población con discapacidad refirió algún tipo de discriminación en un 33.8%;
- La población migrante indicó en un 28.8% la discriminación sufrida en los últimos 12 meses;
- De la población de la diversidad sexual y género, un 37.3% manifestó haber vivido algún tipo de discriminación;
- La población migrante registro un 28.8% haberse sentido discriminada;
- Sobre la diversidad religiosa en la población un 28.6% refirió haberse sentido discriminada;
- La población de trabajadoras en el hogar refirió haber sufrido discriminación en un 34.6%;
- Las mujeres, el segmento de población que constituye alrededor del 52% de la población total del país, refirió haberse sentido discriminada en un 24.8%, y
- Otro sector históricamente discriminado son las y los adultos mayores de 60 años y más quienes manifestaron en un 17.9% haber sufrido algún tipo de discriminación.
- Para el caso de la población de adolescentes y jóvenes refirieron haberse sentirse discriminada en un 28.5%.
Ahora bien, resaltan diversos motivos manifestados por la población para haberse sentido discriminada, resaltando la forma de vestir o arreglo personal, el peso y la estatura, opiniones políticas, la manera de hablar, si es mujer u hombre según las circunstancias, la edad, las creencias religiosas, la clase social, el lugar donde se vive, el tono de piel, si se tiene alguna discapacidad, etc.
El ENADIS, además de los referidos anteriormente, presenta otra serie de datos muy interesantes que pueden servir de base para construir normas y políticas públicas que propicien un trato digno e igualitario a estos distintos grupos de población que son objeto de discriminación. Asimismo, con la generación de diversos indicadores pueden construirse estudios que muestre el impacto social y económico que el fenómeno de la discriminación representa. De lograrlo, tendríamos, por ejemplo, elementos suficientes que puedan conformar una mejor sociedad, más justa, con el respeto a los derechos humanos e igualitaria.
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