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La guerra contra los periodistas

De las últimas dos décadas, el 2022 fue el año más violento contra los periodistas en el mundo. Así lo dio a conocer “Reporteros sin Frontera” en los últimos días de diciembre. El informe señala cuáles son los países más peligrosos. México ocupa el deshonroso tercer lugar después de Irak y Siria, con 126 reporteros asesinados (de este total,17 fueron asesinados en este año que finalizó).

Escrito por:  Ruth Zavaleta Salgado

El informe se presentó pocos días después del terrible atentado que sufrió Ciro Gómez Leyva (15 de diciembre) del que, afortunadamente, gracias a que usaba un auto blindado, logró salir ileso. Al respecto, cabe mencionar que para el presidente Andrés Manuel López Obrador, la víctima no fue el reconocido periodista, sino su gobierno. Esta inverosímil y maniqueísta versión fue expresada por el propio mandatario en una de sus conferencias matutinas, a pocas horas del acto criminal, tal vez, en un intento de querer hacer lo que siempre hace: aprovechar las crisis políticas, de cualquier tipo, para victimizarse, pero #LaVerdadNuncaMuere y, seguramente, tarde o temprano, las y  los mexicanos, podremos conocer quién o quiénes fueron los  autores intelectuales de tan despreciable evento.

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Desde mi punto de vista, por el alto impacto que implica, el atentado que sufrió Ciro,  sólo puede compararse con el ocurrido el 30 de mayo de 1984, contra Manuel Buendía Tellezgirón, quién, al igual que Ciro, era uno de los periodistas más influyentes de esa época. Pero, Buendía no corrió con la suerte de Ciro, fue asesinado al salir de su oficina, en el cruce de las avenidas de Paseo de la Reforma e Insurgentes en la Ciudad de México. Este infame acto motivó la unidad y protesta del gremio y de los ciudadanos en general. De esta forma, a partir de finales de la década de los años 80s, se iniciaron una serie de cambios para proteger a los periodistas: reformas constitucionales (6° y 7°); reformas a leyes secundarias (la obsoleta Ley sobre delitos de imprenta); creación de instituciones (por ejemplo, la CNDH); la etiqueta de presupuestos especiales (el Fideicomiso del Fondo para la Protección de las Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, que fue desaparecido por este gobierno en el 2020).  Sin embargo, no fueron suficientes para evitar que el peligro siga creciendo en contra de quienes trabajan en los medios de comunicación.

A pesar del fortalecimiento de la democracia no se ha logrado eliminar la principal amenaza contra los periodistas: la represión que emana del poder político. Sigue latente y ahora multiplicado por el crecimiento de la competencia política en el ámbito local, pero también, por el fortalecimiento de intereses ilegítimos que emanan de las actividades de los grupos criminales (en algunas ocasiones, presumiblemente, en complicidad con los actores políticos). En ese contexto, para nadie es secreto que, quienes mayor riesgo corren, son los periodistas que realmente hacen investigación, ya sea contra agentes corruptos de la política o de los grupos criminales. Gómez Leyva (y su equipo: Miriam Moreno, Marco Silva, Humberto Padgett y Jafet Tirado) y Loret de Mola, son, quizás, los periodistas que mayor información de este tipo han dado a conocer no sólo en este sexenio, sino desde mucho atrás. La diferencia es que ahora, cualquier información que no le gusta al presidente, él mismo la confronta de forma feroz, incluso, en algunas ocasiones abusando de su poder al utilizar información privada en contra de los comunicadores o de  los medios de comunicación (por ejemplo, muy especialmente, contra el Grupo Reforma).

¿Tendrá alguna relación la actitud del Presidente con el crecimiento de la violencia contra los periodistas? No tenemos los elementos para asegurar que así es, pero, lo que si sabemos, es que la violencia letal creció en este sexenio, por lo tanto,  es preponderante que  se cumpla lo que dicta la Constitución en sus artículos 6° y 7°, con respecto a los derechos de libertad de expresión y de prensa. Es decir, urge que, el presidente López Obrador deje de hostigar al gremio y, su gobierno, realmente, se haga responsable de impulsar una nueva política pública para garantizar la vida de los comunicadores  y el derecho de los ciudadanos a conocer la verdad de los hechos de la vida pública.

Puntos suspensivos: El día de hoy están puestos los ojos de miles de ciudadanos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) porque se elige nuevo presidente o presidenta, en la historia del Poder Judicial, esto no ha sido relevante para los ciudadanos en general pero, después del escándalo por el presunto plagio de la tesis de titulación para obtener el título de licenciada por la Ministra Yasmín Esquivel Mossa, al parecer, favorita del presidente de la República para ocupar el cargo, es lógico que haya mucha expectación: ¿prevalecerá el sometimiento o se impondrá la ética?

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