por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con el INEGI y la SEGOB, en México 4.48 millones de jóvenes entre los 12 y los 29 años de edad han sido víctimas de algún delito o alguna forma de maltrato; entre ellos, 2.24 millones han sido víctimas de robo sin violencia y 855 mil de robo con violencia; 538 mil han sido víctimas de delitos sexuales; dos de cada tres indica desconfiar de la policía; uno de cada tres nunca se ha reunido con sus vecinos; mientras que el 40% ha sido víctima de violencia física o verbal en sus casas
Si algo revela la Encuesta Nacional de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (ECOPRED, 2014), presentada la semana pasada por la Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es que la población joven de nuestro país vive en entornos caracterizados por la violencia, la desigualdad, la insuficiencia de oportunidades y la pobreza.
Los datos de esta encuesta, junto con la batería de instrumentos que el INEGI y el CONEVAL han presentado recientemente (la ENADID, la ENUT, la ENH, la ENIGH, la Medición Multidimensional de la Pobreza, etc.), permiten poner en contexto los datos de los registros administrativos con que disponemos respecto de la población que tiene entre 12 y 29 años de edad.
Así, lo primero que debe destacarse es que únicamente 65 de cada 100 y que 30 de cada 100 jóvenes en edad de asistir al bachillerato y a la educación superior, respectivamente, tienen la oportunidad de hacerlo; entre ellas y ellos, la posibilidad de éxito de incorporación al mercado laboral, según la el Módulo de Trayectorias Laborales (MOTRAL, INEGI, 2014), es de únicamente el 50%.
En este escenario, resulta de fundamental importancia que efectivamente los datos de la ECOPRED sean tomados como una sólida base para reformular un conjunto de políticas públicas nacionales, pero sobre todo estatales y municipales, porque a final de cuentas la seguridad pública, no debe olvidarse, es una responsabilidad constitucional de los municipios y de las entidades de la Republica.
¿Cómo son los hogares de las y los jóvenes?
De acuerdo con la ECOPRED, en el 2014 había 9.66 millones de adolescentes y jóvenes entre los 12 y los 29 años de edad. Entre ellos, 6.18 millones, equivalente al 64% del total vivía con su padre y madre; 2.22 millones, es decir, el 23% vivía con su madre; el 3% vivía con su padre, y el 10% vivía en hogares con otras figuras parentales.
Destaca que hay 6.5 millones de personas que indican que en sus hogares existen dinámicas conflictivas, de las cuales, las más frecuentes son: “evasión del habla” con un 57.3% y; “violencia verbal o física con 39.6%.
Es de llamar la atención que los principales motivos de conflicto en los hogares son: en primer lugar, el incumplimiento de las obligaciones del hogar; en segundo lugar los conflictos entre hermanas y hermanos; en tercer sitio se encuentran los “problemas de disciplina”; en cuarto lugar los problemas económicos; en quinto sitio los “problemas de coordinación”; y en sexto “los problemas de adicciones”.
En 22.3% de los casos la población joven reporta que en sus hogares se les grita, insulta, humilla o hasta se les golpea como medidas disciplinarias o de “corrección de conductas”; mientras que el 15.6% reporta que ha utilizado la violencia física para defenderse.
El contexto comunitario
De acuerdo con los datos de la ECOPRED, los contextos comunitarios de las y los jóvenes presentan problemas de prácticas de “incivilidad”, entre las cuales destacan: a) el 38.3% reporta que hay constantemente gente haciendo ruido; b) el 31.2% reporta consumo de alcohol en las calles; c) el 19.2% reporta consumo de drogas; d) el 14% indica como práctica de incivilidad la venta de piratería; e) el 10.5% reporta al grafiti; el 10.2% y el 8.6% reportan el robo a transeúnte y el robo a inmueble, respectivamente, como prácticas de incivilidad en sus comunidades.
Es de destacarse que prácticamente uno de cada tres jóvenes considera que en su colonia viven personas cuya reputación es de “ser conflictivas”; mientras que únicamente el 42.3% considera que son “personas tranquilas”. Llama la atención que hay un 3.8% que asume que la reputación de las personas que viven en su colonia es de “personas con dinero”; mientras que un 4.1% considera que la reputación de sus vecinos es de “gente sin dinero”.
De acuerdo con el INEGI, el 35% de las y los jóvenes reportan que nunca han tenido reuniones con sus vecinos; el 37.4% reporta que sus reuniones son poco frecuentes; mientras que el 24.2% considera que sus reuniones entre vecinos son frecuentes.
Víctimas de la violencia
De acuerdo con SEGOB y el INEGI, de los 9.66 millones de jóvenes de 12 a 29 años de edad que hay en el país, 4.48 millones han sido víctimas de algún delito o de alguna agresión o maltrato. De ese total, 2.24 millones han sido víctimas de robo sin violencia; 2.035 millones han sido víctimas de acoso por sus atributos o apariencia física; 1.29 millones han sido víctimas a través de sus cosas (se las esconden, se las tiran, rompen, etc.); 855 mil han sido víctimas de robo con violencia; 725 mil han sido víctimas de violencia física; 610 mil han recibido amenazas; 538 mil han sido víctimas de delitos sexuales; 194 mil han sido víctimas de difamación por medios electrónicos; mientras que 173 mil han sido víctimas de extorsión.
Frente a estos datos, dos de cada tres jóvenes manifiesta tener poca o nada confianza en la policía o en cualquier otra institución vinculada a la seguridad.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 18- Agosto- 2015, p.18