Escrito por 3:50 pm Contenido, Economía, Fernando Székely Aburto, Política • Un Comentario

La mafia de los sindicatos

Mira, hay cosas que nada más nunca cambian.

Si mañana se acaba el mundo, pasado mañana Gerardo Fernández Noroña va a seguir siendo un molesto, el PRI todavía va a tener cero credibilidad y el gobierno mexicano va a seguir cooptando a líderes sindicales para pervertir a los sindicatos.

Ah, y Cuitláhuac García todavía va a estar soltero y viviendo con sus papás.

Líderes cooptados, sindicalismo canalizado

Hay bronca en las elecciones para escoger al Secretario General del Sindicato de Trabajadores Petroleros (STPRM).

Trabajadores y candidatos han acusado que Ricardo Aldana, cuate de Carlos Romero Deschamps, pertenece a la cúpula del poder y va a usar sus mañas y contactos para hacerse del liderazgo petrolero.

autor Fernando Székely Aburto

El otro día una candidata pidió ayuda en forma de mentada de madre (como seguido pasa en México) a Luisa María Alcalde, Secretaria del Trabajo, diciendo que la participación de Aldana básicamente significa que la elección ya está amañada.

Alcalde, experta en meter a familiares suyos al gobierno, contestó que no puede hacer nada porque, según la Reforma a la Ley Federal del Trabajo de 2019, el gobierno ya no se mete en cosas de sindicatos.

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Claro que eso es fayuca, porque el gobierno del abuelito beisbolero ha andado de metiche en la vida gremial del país desde que hizo senador a Napoleón Gómez Urrutia (líder de los mineros) y a Pedro Haces Barba (cacique del CATEM).

Además no es que el gobierno no se meta: invitaron a los candidatos a hablar desde el podio mañanero y la canalización del discurso condiciona y altera ese discurso. 

AMLO y Alcalde creen que haber sacado a Romero el Champ del peculado hace que el órgano petrolero esté limpio de corrupción. Habrán olvidado que el saqueo sistemático, la mentira, el uso módico del trabajador y la hipocresía dejan estructuras y jerarquías bien establecidas.

Así que no, no hay piso parejo en la elección al sindicato petrolero. La inacción del gobierno ya es una interferencia, porque está permitiendo que una élite reducida se recicle en el poder.

Es necesario, primero, sacar a los cómplices de Deschamps de ahí. Ya al rato haces elecciones libres sin meterte.

Pero a AMLO le conviene un vato como Aldana, tan propenso a borregiarle al poder oficial, tan acomodado ya en las partes oscuras del gremio. Al final va a ser él el que le calme a los trabajadores de Dos Bocas.  

Mira qué metáfora tan bonita de lo que se ha vuelto esto: aquí los líderes sindicales, en la mañanera, le hablan a los trabajadores que ‘representan’ desde el podio del poder oficial.

Reflejo viejo

Amantes del proyecto del presidente bipolar dirán que este fenómeno no es nuevo. Y tienen razón.

Luis Napoleón Morones, líder de la Confederación Regional Obrera Mexicana, en los 20s y 30s sirvió a Plutarco Elías Calles para vincular a los trabajadores al Estado. Hasta secretario de Industria fue el muy goloso.

Fidel Velázquez, de la CTM, consolidó la misión cardenista de unir a los sectores obrero y campesino bajo la bandera del partido oficial. Fue senador priista y tuvo el timón sindical por 50 añotes.

A lo largo del siglo XX hubieron varias joyitas de estas que se aprovechaban de los trabajadores, sirviendo más bien a la placa. Joaquín Hernández Galicia, ‘La Quina’, y Carlos Romero Deschamps son dos figuras emblemáticas, obviamente priistas.

Y ahora están aquí Napito y Pedro Haces para seguir con esa tradición tan noble. Qué chido el ‘gobierno del cambio’.

Todo lo que tienes que saber

Estas son las primeras elecciones directas del sindicato petrolero (antes los delegados votaban en representación de su sección), pero limpias no van a ser.

Van a votar casi 90 mil trabajadores esta semana. También se van a escoger dirigencias en 36 secciones.

Romero Deschamps, el secretario anterior, dejó la chamba en 2019 para que lo investiguen por corrupción y lavado de lana. Se ha dado una vida de lujos que para recontar necesitaríamos mucho más espacio.

Y sí, te lo juro, Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, todavía vive con sus papás. Tiene 53 años, varios presos políticos en la consciencia y un vasito de leche caliente esperándolo todas las noches en la cocina.

De día, gobernador despótico… de noche hijito de mami.

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Frase clave: La mafia de los sindicatos, los sindicatos

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